*** Los principales culpables
Hugo Chávez y su familia, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Rafaél Ramírez,
Cilia Flores, los miembros del mál llamado Poder Moral, los magistrados del mál
llamado Tribunal Supremo de Justicia, los ministros del régimen, las fuerzas
armadas venezolanas, aquellos médicos quienes
atienden o han atendido a Hugo Chávez en su enfermedad durante los últimos dos
meses, todo este grupo de personas es culpable de una horrorosa conspiración contra
la nación venezolana. Una conspiración para mantenerse en el poder de manera ilegal
y contraria a todos los principios democráticos. No son estos los únicos
culpables, ya que hay muchos otros cómplices, pero estos son, en mi opinión, los principales criminales. El país deberá
juzgarlos de manera ejemplar.
En segundo plano, pero no por
ello menos culpables, están los embajadores del régimen en el mundo, esa
colección de invertebrados quienes han guardado silencio frente una situación indigna. Que diablos le pasa a
un Alfredo Toro Hardy, por mencionar a un embajador de quien yo hubiera
esperado una actitud diferente, que guarda trágico silencio? Ya sabemos que Chaderton
ha vendido su alma al sátrapa, ese no tiene redención. Pero que sucede con los
otros embajadores? Son todos unos miserables mercenarios? Piensan que el gobierno de Venezuela es legítimo,
que la farsa de un Chávez desaparecido por más de dos meses es creíble? No les inquieta estar comprometidos en un
acto criminal contra la Nación, por la cual habrán de responder ante el país y
la historia?
Y que dicen los miembros de las
fuerzas armadas? No hablemos del ministro, porque ese monigote está vendido al régimen.
Me refiero a los centenares o miles de oficiales quienes asisten a esta gran
farsa en calidad de observadores. Que
clase de gente es esta? Por qué no hay nadie que se atreva a romper el silencio
cómplice?
Y que dirá José Miguél Insulza
ante lo que sucede en Venezuela? Como puede la OEA permanecer en total silencio
frente a la tragedia venezolana? Es que no corre por las venas de los señores
embajadores de esa organización, con la excepción de Canadá, Costa Rica y USA, otra cosa que no sea champaña Dom Perignon?
Como podemos explicarle a la
gente digna del continente la entrega que ustedes, embajadores del hemisferio
ante la OEA, están haciendo de su misión? Es que han re-escrito ustedes las
leyes de la moral? Cuando y quien lo hizo, con que aprobación?
Algo terrible nos espera: o la
reacción violenta de un país indignado que nos llevará por caminos
imprevisibles o la victoria de la peor
satrapía de malandros y analfabetas que haya conocido la nación venezolana, la
cual nos pondrá al nivel de los países más atrasados del planeta. Las dos
posibilidades son trágicas para Venezuela. De esos dos terribles escenarios
prefiero el primero. El segundo es inaceptable.