Como si no hubiera quebrado un plato! Recibido
por un tercer secretario
¿Cómo
abandonas el país en plena crisis, haciendo gala de una gran cobardía, torpeza
e irresponsabilidad? Te vas con una comitiva de cien personas, en un avión
prestado, a pedir limosna. Para castigarte debidamente tendríamos que modificar
nuestras leyes para incluir la cadena perpetua.
Hay
quienes dicen que no regresas. Ojalá que eso no sea cierto porque te queremos
en Venezuela, para ser juzgado y castigado por tus crímenes. Se dice que tu
viaje ha sido decidido por sectores militares que te han dicho que hasta aquí
llegaste. El ministro de la defensa ya está de salida, dicen que para ser
reemplazado por un militar que tiene aspiraciones presidenciales, un tal Rodríguez
Torres. El incoloro vicepresidente también está de salida de La Casona y de su
cargo. Se piensa que todo ello forma parte de un golpe palaciego ya en progreso,
el cual te sacaría de Miraflores para que el grupo narco siga en el poder.
El
país tiene que estar alerta a estos movimientos. Venezuela es un país en
disolución, con un inmenso vacío de poder, cuyo control está siendo objeto en
estos momentos de intensa disputa. Aunque sea una patada por el fundillo, tu viaje
se ve como una fuga, vergonzosa como todo lo que haces. Si acaso regresas te
veremos bajar del avión de la “gloriosa” Línea Cubana de Aviación como un
zombi. Vendrías simplemente a recoger tus maletas para seguir tu viaje hacia algún
rincón de Zimbabue.
Tu “presidencia”
ha sido un largo rosario de estupideces trágicas. Recuerdo
que el 3 de febrero de 2013 regresaste de La Habana y dijiste que el Comandante
Chávez estaba en recuperación, que se mantenía estable, siempre animoso,
siempre lleno de energía. En esos momentos, Chávez probablemente ya era difunto
y, por lo tanto, muchas de las
ejecutorias de esa época que llevan su firma son inválidas y fraudulentas. Entonces
le mentiste al país, como le mientes ahora, porque eres un mentiroso
patológico, entrenado por los castristas cubanos para entregarles la riqueza y
la soberanía venezolana.
Tu
presidencia ha sido ilegítima de origen y, ciertamente, de comportamiento, Has
ido destruyendo día a día lo poco que el difunto no tuvo tiempo de destruir.
Sin estar preparado para ser mucho más que un reposero del Metro de Caracas,
fuiste llevado a una posición de clara incompetencia.
Te
has rodeado de gente mediocre y codiciosa, de militares narcos y civiles adulantes,
quienes te han hecho sentir como un emperador romano. Tus pachotadas y tu incultura
son celebradas por la pandilla, lo cual te ha hecho pensar que eras un genio
político. Anteayer decías en un “discurso” a taxistas: “nosotros
debemos establecer un sistema de mantenimiento.. Mantenimiento preventivo,
mantenimiento correctivo y cuando toque – hay que tener esa disciplina porque a
veces uno no quiere parar el vehículo – mantenimiento mayor. Lo que llaman el
overhaul. ¿Ah, Elías? Yo me sé mi vaina.”. Por algo te llaman el payaso corrupto,
porque desde la presidencia has seguido hablando el lenguaje del reposero del Metro.
Tu
total incapacidad ha generado un sentimiento casi unánime de desprecio hacia tu
régimen, un desprecio que ya incluye a quienes te apoyaron como heredero del
comandante “eterno”. Sentirte despreciado y rechazado por los venezolanos
hubiera sido suficiente para que hubieses renunciado y permitido una profunda
rectificación del rumbo suicida que llevabas. En un hombre pequeño e inculto
como tú, este rechazo popular generó una reacción opuesta, un sentimiento de
odio y un deseo de venganza en contra de quienes “no aprecian tus
virtudes”. De allí que en las últimas
semanas hayas pasado de la palabrería hueca y de la total inacción a tomar
medidas que han puesto al país de espaldas a la comunidad hemisférica: te has
peleado con Guyana y con Colombia y ordenado una agresión contra el pueblo
colombiano mientras bailabas una cumbia mal tocada. Ver: https://d1yvzyjr7nn9k2.cloudfront.net/indignacion-el-miserable-de-maduro-se-burla-del-dolor-y-la-tragedia-de-sus-paisanos-video/ .
Has
tratado de esconder tu incompetencia detrás de una gran crisis que hunde más al
país que ha tenido la desgracia de verte en un sitio que te ha quedado como le
quedó el camisón a Petra.
Y
ahora, esta huida ignominiosa. Después de crear la inmensa crisis, después de
generar el caos en el país, te has ido de viaje a China y Vietnam, y que “a
buscar capital”, es decir, a pedir limosna. Un viaje en el cual serás recibido
por funcionarios de tercer nivel, como ya te sucedió a tu llegada a Vietnam
hace unas horas y como te sucedió antes, cuando viajaste a Rusia con la primera
combatiente, ambos disfrazados de aldeanos siberianos.