jueves, 5 de noviembre de 2009

Gravísimas declaraciones del "Cancifer" Nicolás Maduro sobre Colombia




***El “cancifer” *® venezolano Nicolás Maduro insulta a Colombia.


Las declaraciones del “cancifer”* venezolano Nicolás Maduro sobre Colombia aparecidas en los medios oficialistas (ver Union Radio de hoy) equivalen, para todo efecto práctico, a una declaración de guerra. Son tan insultantes contra Colombia que pretenden precipitar un conflicto armado en la región Andina. Evidentemente el régimen de Hugo Chávez busca ansiosamente una confrontación bélica, como solución a la desesperante crisis interna que sufre nuestro país debido a su incompetencia administrativa, financiera y gerencial. Reproduzco de seguidas la porción más ofensiva de sus declaraciones:

“Maduro consideró sorprendente la capacidad del gobierno colombiano para entregar la soberanía de su país al haber aceptado los términos del acuerdo militar que permite entre otros licencias, la entrada libre y sin pasaporte de militares estadounidenses a Colombia, la inmunidad de todo el personal norteamericano y la exoneración de cualquier revisión a los equipamientos y aeronaves que ingresen al país.

Al leer el acuerdo uno no pierde la capacidad de sorprenderse de hasta donde es capaz de llegar este gobierno de Colombia en la entrega de la soberanía y de la dignidad de su país, de entregarse para servir de base a una estrategia del Pentágono de los Estados Unidos contra Suramérica”.


En primer lugar las declaraciones son inconsistentes con la situación venezolana. Maduro admite haber leído el acuerdo, el cuál es abierto, pero no menciona que los acuerdos militares de su régimen con Rusia y Cuba han sido catalogados de confidenciales por la sumisa Asamblea Nacional venezolana. El acuerdo Colombiano es transparente, los acuerdos chavistas no lo son.
En segundo lugar, Maduro insulta a Colombia acusándola de entreguista y de indigna, pero olvida que los entreguistas e indignos son ellos, los chavistas, quienes han entregado la soberanía nacional a la Cuba de Castro y los recursos petroleros de la faja del Orinoco a los Rusos, Chinos, Iraníes y hasta a los Vietnamitas. Hoy en día Venezuela es un país invadido por los castristas y Chávez es un muchacho de mandado de Fidel Castro, con quien mantiene una relación enfermiza y ambigua.
En tercer lugar, mál puede criticar exoneraciones de revisión de pasaportes, equipos y aeronaves el “cancifer”* de un régimen que importa terroristas en avion venezolano desde Irán y los recibe en Venezuela sin pasar por aduana y está acusado de dotarlos de documentos venezolanos falsos. O que regala helicópteros a Evo Morales, dinero a Cristina Kirchner y Danny Glover y petróleo a Daniél Ortega.
En cuarto lugar, Maduro habla de las bases en Colombia como una estrategia del Pentágono contra Sur América. Quienes saben de estrategia militar, no pretendo serlo, han dicho que si USA quisiera atacar a un país Sur Americano no tendría necesidad de hacerlo desde una base en Colombia. El uso del acuerdo y de las bases está orientado a la lucha anti-narcóticos y anti-terrorista, actividades que, por lo demás, reciben el visto bueno del régimen chavista.
Hay que tener claro que el régimen chavista es forajido, terrorista, un petro- narcoestado al cuál la presencia estadounidense en Colombia le resulta tan intolerable como el crucifijo y el ajo a los vampiros.
El “cancifer”* habla más como chófer de autobús que como canciller, acostumbrado a insultar a quienes andan en la vía.

* Cancifer: Canciller-Chofer. ®

Que es la patria?

La patria es también un rostro pintado por Trompiz.


Rubén Blades dice en su canción que la patria es “un viejo balcón… un sentimiento”. En definiciones más formales se habla de patria como el sitio donde se nace o el sitio adoptado por el cuál se siente un afecto especial (como decía Pro-Venezuela: “No importa donde se nace sino donde se lucha”). La raíz latina de la palabra sugiere la naturaleza afectiva de la relación: Patria, padre. Sin embargo, la llamamos con frecuencia madre patria, lo cuál parece un contrasentido pero ilustra el componente de ternura, de cariño que uno suele asociar con la madre, más que el respetuoso y más distante nexo que se tiene con el padre.
Parece claro que es un sitio y que es, al mismo tiempo, un sentimiento. Esto es interesante porque aplica a la situación anímica de muchos venezolanos hoy día, quienes han decidido por una u otra razón ausentarse de su patria, Venezuela, lugar donde nacieron o crecieron y al cuál le unen lazos afectivos estrechos basados en lo que Rubén Blades llama “el viejo balcón”, bien sea la placita de nuestra niñez, o el cine ya desaparecido donde le dimos el primer beso a nuestra novia.
Digo que es interesante porque, si es cierto que estos venezolanos están fuera de la patria, como lugar, es también cierto que frecuentemente están muy dentro de la patria como sentimiento. Mi primera conclusión, por lo tanto, es que jamás descalificaré a un compatriota porque se encuentre fuera del lugar de la patria. No lo haré porque no puedo hacerle a otros lo que no me gusta que me hagan a mí. Tengo ya seis años fuera de Venezuela, el lugar, pero no he estado ni un minuto fuera de mi patria, el sentimiento.
La segunda reflexión que se me ocurre sobre la patria como lugar es que es un concepto relativo. Me imagino una casita en el Táchira, construída en la frontera con Colombia. Como el constructor no puede saber donde está exactamente la linea de la frontera, ni está marcada en el suelo, es teoricamente posible que la casa haya quedado construída entre los dos países. Es posible (improbable pero posible) que sus habitantes “coman en Venezuela y duerman en Colombia”, por decirlo así. Mi pregunta es: cuál es la patria, lugar, de esa familia? Es Colombia o Venezuela? Más aún, ese concepto de Venezuela y de Colombia como patrias diferentes es bastante artificial si se piensa que hace menos de 200 años no éramos dos patrias sino una sola. Antes del corto período de vida de la Gran Colombia, quienes habitaban aquí hablaban de la patria España. Y antes de eso, las patrias eran arawakas o caribes. Por cierto, los arawakos comían plátanos y los caribes comían arawakos. Muy solidarios como que no eran, a pesar de compartir el territorio. Entonces sucede que la patria como lugar está sujeta a cambios en el tiempo, mientras que la patria como sentimiento es más perdurable. Pero iría más allá todavía, la noción de patria como lugar también está sujeta a cambios en dimensión. Como geólogo estoy seguro de que el hombre algún día viajará a las estrellas. Y cuando se encuentre, como diría Jack Vance, “a mitad de camino en su viaje al brazo Perséico, cerca del borde del Alcance Gaénico, donde un caprichoso giro de gravitación galáctica ha atrapado 10.000 estrellas, en un collar llamado el Manojo de Mircea” (“Troy”, 1992), pensará con nostalgia cuán lejos se encuentra de su patria…. La Tierra. Para quienes viajen a las estrellas la patria será La Tierra, al menos hasta que vivan en la nueva estrella el tiempo suficiente para desarrollar los lazos afectivos que le permitirán adoptarla como su nueva patria. Pensarán en La Tierra como el terruño.
Lo que trato de decir con todo esto es que la noción de patria no está escrita en concreto armado, tiene complejidades que con frecuencia los venezolanos olvidamos y que nos lleva a ser rígidos e intolerantes hacia quienes no están fisicamente en ella o hacia quienes no nacieron en ella pero la sienten como propia.
Podríamos ir más lejos, a riesgo de molestar a algunos. Pudiéramos decir que la patria como lugar se está haciendo, a medida que las comunicaciones han empequeñecido el planeta, un concepto obsoleto. Cuando ya uno puede (si tiene dinero) desayunar en Caracas, almorzar en Nueva York y cenar en Madrid, se siente la tentación de pensar que uno es un ciudadano del mundo. Venezuela, o mejor, Catia o Los Teques (en mi caso), se convierte en el “terruño”, en lo que los abuelos llamaban el “lar”. Se va borrando la imagen de un país tan similar a otros países de la región que un venezolano de Maracaibo, un Colombiano de Barranquilla, un Ecuatoriano de Guayaquil y un Boliviano de Santa Cruz se parecen mucho más entre sí que a los mérideños, bogotanos, quiteños o paceños. Comenzamos a ver las fronteras políticas como menos importantes que las agrupaciones culturales de naturaleza más regional y a pensar que aquello de “mi patria con razón o sin ella” no aguanta la prueba del ácido de la solidaridad humana universal.
Para un europeo la patria será Suiza, Alemania o será Europa? Todavía es lo primero pero ya va bien adelantado en el camino de ser lo segundo. Por analogía me arriesgaría a decir que ser venezolano representa una involución con respecto a lo que teníamos en 1829, cuando éramos grancolombinos, porque fragmentados como estamos hoy somos más débiles, menos capaces de progresar y menos “soberanos”, otro término que merece la pena de ver con lupa y con el cuál se llena la bocota ignorante el Keteconté.
Patria? Por supuesto que la amo. Como no amar el Los Teques de mi niñez, aquél maravilloso pueblo donde, según Nazoa, pasaban las cosas más raras: teníamos mujeres barbudas, enterrábamos los muertos a golpe de guaracha (la Muertorola) y las películas se suspendían cuando las ratas invadían la pantalla y mordían a la protagonista en el cogote. Como no amar la Valencia de mi adolescencia, la de los hicacos y bellas niñas como Elenita Blaubach? La Maracaibo pulcra y amplia de los años cincuenta? O a la Caracas del Liceo Andrés Bello, de Anésimo Onato y del Maestro Sojo? Pero todo eso es posible de recrear donde estemos, porque está en nosotros. Esa patria está dentro de nosotros. No tiene coordenadas geográficas, ni conlleva la obligación de apoyar a un déspota ignorante ni de creer que Stalin era hijo natural de Gómez y una bailarina Rusa, o admirarnos porque el Papa escucha reverentemente el “Popule Meus” todos los Jueves Santos o dar por sentado, como decía Cabrujas, que en el Tour D’Argent de París sirven el vino de piña de Carora.
O que tenemos las mayores reservas de gas natural del mundo, aunque estemos importando gas de Colombia.
Porque hay que ser patriotas, pero no cursis e ignorantes.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Un par de pajarracos ineptos, Carrizales y Ramírez, hablan sobre electricidad

Las torres están en el suelo, junto a la reputación de estos piratas.

En un espectáculo televisivo lamentable un par de personajes, R. Carrizales y R. Ramírez, uno nada menos que vicepresidente del país y el otro ministro de Energía, presidente de PDVSA y otros cambures, se presentaron ante el país en cadena televisiva a hablar de lo que el régimen iba a hacer para resolver el colapso del sector eléctrico. Con cinismo intolerable habaron como si estuvieran llegando al gobierno cuando tienen ya once años haciendo desastres en todos los órdenes de la vida nacional. Se contradijeron entre sí, ya que Carrizales argumentó que ellos habían encontrado una gran atomización de empresas eléctricas a su llegada al poder en 1999 mientras que el ridículo de Ramírez admitió que esa atomización aún existía en el año 2007 y que ello había sido la causa del desastre. En el 2007 estos payasos tenían ocho años en el gobierno!
El desastre, por supuesto, no ha sido causado por la existencia de múltiples empresas regionales de electricidad sino por la incompetencia de gente mal preparada como Ramírez, al mando del ministerio responsable por la planificación de la expansión del servicio, una expansión que nunca se ha realizado durante este régimen.
Ramírez tuvo la osadía de decir que habian encontrado a la Electricidad de Caracas en un estado de gran desinversión por ser privada y estar en manos de extranjeros. Por ello la expropiaron. La verdad es que la EDC era una empresa sana, modelo de eficiencia, la cuál se ha venido abajo desde que estos bates quebrados le pusieran la mano encima. Eso es un hecho que los caraqueños han sufrido en carne propia. Ineptos como este par de pajarracos que hablaron en TV puede engañarlos.
Hablaron sandeces hasta decir basta!! Ramírez presentó una serie de cuadros fastidiosísimos para tratar de impresionar a incautos pero la verdad es que no tenían ningun plan para resolver la crisis. Con comisiones burocráticas y ministerios nuevos no se resuelve la crisis. A lo sumo se pudo ver que la ineptitud del payaso Ramírez fue la razón por la cuál fue despojado de sus atribuciones eléctricas.
Sale Ramírez, el dibujante y entra Rodríguez el mensajero! Por el amor de Dios….creen ustedes que esto se va a acomponer.
Por esto es que yo digo que a estos piratas hay que sacarlos a patadas por el fundillo de sus cuevas de poder, desde las cuáles están arruinando al país.

Sensacional anuncio de Ramírez en PDVSA: Produciremos 7 millones de barriles diarios en 2021!!!

El experto en futurología, rafaél ramírez, dijo ante los embelesados asistentes al Congreso de Petróleos Pesados que se desarrolla en la isla de Margarita que la empresa que el "maneja" producirá siete millones de barriles diarios en 2021. Ramírez es incapaz de hablar en presente, solo habla en futuro: "haremos, produciremos, mantendremos, exportaremos, venderemos". Nada de lo que se está haciendo.
La razón es sencilla. Oculta el desastre actual. No puede decir: "estamos importando mil kilos de pollo al día" o "acabamos de prestarle dos aviones a Evo", porque eso sonaría ridículo. El hampón prefiere hablar de un futuro donde a muchos de quienes lo oyen se les habrá olvidado que fue lo que dijo

La revolución exige más deportes autóctonos para las olimpíadas!!

Cógeme ese trompo en láuña, reta el comandante al comité olímpico.
Dos lectores de mi nota de abajo me escriben para agregar deportes endógenos venezolanos y venezolanas que consideran indispensables en las próximas olimpíadas:


Mencionan el trompo, la saranda, el papagayo y las para paras.....

faltaría agregar el truco, el triqueche, el zorro y las gallinas, las cuarenta matas, el avión, la candelita. el reguleo, guerra, ajiley y yo-yo.


Es indudable que Venezuela podría ganar muchas medallas olímpicas, de agregarse estos deportes. Por ejemplo, Willian Lara parece ser excelente en el gárgaro agachado. Juan Barreto se ha distinguido en el palo ensebado. Quien le va a ganar a Diosdado Cabello en truco? Y a Chávez, experto en las cuarenta matas? Francisco Arias en Zaranda y el gabinete en el zoro y las gallinas? ah, ah, ah..... !