sábado, 8 de septiembre de 2007

COMBATIENTES? O SOPLONES Y GENUFLEXOS?

EL CUERPO COMBATIENTE DE RESERVA PDVSA: UNA NUEVA PAYASADA .


Desde Washington DC.
Petróleos de Venezuela es una empresa avasallada por la ineficiencia y la corrupción. Es manejada directamente por Hugo Chávez, quien sabe de petróleo lo que yo sé de sánscrito. Chávez le dijo a los asistentes a una Conferencia de PetroCaribe que el petróleo venezolano había nacido como resultado de un terremoto en una zona rural del país, posiblemente Sabaneta de Barinas. Hace dos años ideó un gasoducto trans-Amazónico de unos 8000 kilómetros de largo que no sería económico, para dar gas natural venezolano que no existe, a países que no podrían pagarlo. Esta farsa se mantuvo por dos años y costó mucho dinero de los venezolanos en reuniones "técnicas", viajes, estudios preliminares, conversaciones telefónicas y hasta cumbres presidenciales con Kirchner y Lula para ver el mapa que Chávez había elaborado. Esta farsa murió como han ido muriendo todas las promesas y proyectos del desequilibrado aspirante a la monarquía.
Con esa dirección totalitaria, la cuál no admite discusión y es ciegamente obedecida por uno de sus correveidiles de Chávez, Rafaél Ramírez, como presidente de PDVSA y ministro del sector, no era posible esperar otros resultados de los que PDVSA ha estado obteniendo en materia de producción y calidad de operaciones. Los escándalos de corrupción en PDVSA ya son bien conocidos por el país pero parece que quedarán impunes ante la complicidad del autócrata, quien ha respaldado y hasta celebrado todas las violaciones éticas de la gerencia de la empresa.
Ahora viene esta nueva bofetada a los venezolanos del Cuerpo Combatiente de Reserva de PDVSA, otro clavo para el ataúd de la pobre organización. Como si no fuera suficiente con el colapso de la producción, la falta de mantenimiento, el robo descarado de los dineros de la empresa, la irresponsabilidad e ignorancia de sus directivos, el uso de los activos petroleros para la propaganda política y el culto a la personalidad, ahora se ha creado entre los subyugados empleados un cuerpo paramilitar que servirá como carne de cañon y como agencia de espionaje de la revolución. El folleto explicativo incluye las fotos de un personaje llamado Ronne Faría, una en la cuál aparece vestido de civil, como analista financiero y la otra donde aparece vestido de militar, como Subteniente Ronne Faría. Algo así como Clark Kent vestido de reportero y de Supermán.
Los deberes del "combatiente petrolero" son, según el folleto, ser "empleados como elementos para la obtención de información y ejecutar operaciones de resistencia". Es decir, espiar a sus conciudadanos y salir a caerse a tiros con los venezolanos que protestamos contra el régimen. Que tareas tan indignas y rastreras!
Estos señores deberían estar trabajando para hacer de la empresa lo que fué antes de llegar Chávez al poder: una organización manejada profesionalmente, con gerentes y técnicos debidamente entrenados, con un centro de investigación donde nadie iba a trabajar disfrazado de diablo de Yare, con pozos, plantas y otros equipos debidamente mantenidos. Ahora, no solo han abandonado estas tareas fundamentales sino que andan saltando de un bote a tierra, armados con fusiles, haciendo simulacros de guerra que son trágicos y risibles al mismo tiempo. Rafaél Ramírez ya ha amenazado con una invasión militar de Bolivia, en caso de que las provincias de aquel país manden a Evo Morales a lavarse el paltó. Supongo que a Ramírez le sale uniforme de General de División en esta zarzuela hilarante e indigna en la cuál Chávez ha convertido al país, con la cobarde complicidad de la mafia boliburguesa.

La nueva PDVSA es ahora ejército, reparte comida, da contratos chimbos, piensa hacer zapatos. Y el petróleo? Va para Cuba.



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