viernes, 28 de septiembre de 2007

VENEZUELA Y HAITI EN EL FOSO DE LA CORRUPCIÓN













TRANSPARENCIA INTERNACIONAL EN VENEZUELA.



Acaba de publicarse el ranking del 2007 de Transparencia Internacional sobre el Indice de Percepción de la Corrupción. Entre los 20 países menos corruptos no figura ningún país latinoamericano. El de mejor posición es Chile, en el puesto 22. En el Hemisferio Occidental los de mejor posición son Canadá, número 9, USA, número 20, Chile ya mencionado y Barbados en la posición 23.
Y Venezuela? Nuestro país ya está en la vergonzosa posición 162 de 180 países, una caída de 24 posiciones en apenas un año, solo superado en corrupción por Haití y algunos países africanos. La corrupción venezolana es percibida como mayor a la de Nigeria, a la de Zimbabue y Guinea Ecuatorial, todos ellos grandes campeones de la vagabundería.
Por qué sucede esto? Por la combinación de grandes montos de dinero petrolero en el sistema financiero venezolano y la total ausencia de controles y transparencia del régimen de Hugo Chávez. El despilfarro de los $250-300.000 millones obtenidos por Hugo Chávez de la venta del petróleo, recurso no renovable, ha servido para que el dictador regale miles de millones de dólares a sus amigotes ideológicos, para la compra de armas y para la gran danza de los millones en el país, convertido en una verdadera disneylandia de la corrupción, donde los genuflexos y los ladrones nadan en Hummers, champaña, relojes, jets privados y casas de veraneo en Europa y Florida.
Que dicen los representantes del régimen? El Contralor General de la República, Clodosvaldo Russián, argumenta que “no es nada nuevo que nuestro país figure entre los países más corruptos del mundo”, agregando que la organización que elabora el ranking le tiene la vista puesta a nuestro país y “lo ataca sistematicamente”. Fíjense ustedes que no hay preocupación de Russián por la posición de Venezuela, porque, según él, esas son vainas de los imperialistas. Ante la horrible situación de la corrupción en Venezuela este funcionario del “Poder Moral”se ríe y lo atribuye a una agresión contra el país. Es como si el paciente diagnosticado con SIDA dijera que el médico no lo quiere.
Por su lado, en un programa de televisión manejado por un par de sapos llamados Mario Silva y Eva Golinger la explicación es ligeramente diferente a la de Russián. Haciendo gala de una ignorancia monumental Mario Silva le pregunta a la Golinger que es eso de Transparencia Internacional y si esta es la primera vez que sale ese informe. La Golinger, solo marginalmente menos ignorante, le dice que no, que ya van por lo menos cuatro informes (van más de 20). Los dos ignorantes le atribuyen la culpa de la agresión imperialista a quienes figuran en el Consejo Directivo del capítulo Venezolano definiéndolos como unos musiúes, mantuanos y oligarcas. Seguramente Johnatan Coles y Roberto Bottome han imaginado el fraude de los bonos argentinos, a Velazquez Alvaray, o el regalo de nuestro dinero a Cuba, Bolivia y Argentina, el desastre del central azucarero de Barinas, los saqueos de los hermanos Chávez, los inmensos fraudes de Bolivar 2000 y la corrupción en PDVSA y en Mercal. Todo eso es pura imaginación de los enemigos de la revolución, dice la Golinger, una xenófoba despreciable con acento gringo. La Golinger dice que Transparencia Internacional es un instrumento de Ford, Exxon y el Departamento de Estado y el ranking desfavorable para Venezuela se debe a que Exxon tuvo que irse del país. No sabe que el ranking de Venezuela durante todos los nueve años de Chávez ha sido desastroso, pero ahora lo es más que nunca, gracias al espectacular despelote del régimen de opereta que maneja el dictador.
Venezuela se hunde bajo el peso de la corrupción de Hugo Chávez y su pandilla de cómplices. Esta gentuza no solo es culpable del desastre sino que no se siente responsable de lo que nos está pasando. Cuando caigan del poder, pensará que lo hicieron muy bien. Y el pueblo olvidará pronto que en 2007 Venezuela llegó al foso de la corrupción y del despilfarro y que gente como Russián se burló de eso, achacándolo a los enemigos de la gloriosa revolución.
A nadie le importa, a nadie le duele? Esto se arregla por las buenas? El venezolano es indiferente a la destrucción de su país? los corruptos son objeto de admiración y envidia? Donde quedaron los sueños por una sociedad educada, civilizada, honesta y progresista? Estas son algunas de las interrogantes que me hago al contemplar el desolado paisaje moral de mi país.

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