lunes, 22 de septiembre de 2008

EL PLAN DEL LOCO: PARA REIR Y PARA LLORAR.

buhonero en el aeropuerto internacional de
Maiquetía, parte del plan.


****EL PLAN DE LA NACIÓN SEGÚN CHÁVEZ.

Ríase con este plan. Llore con este plan. Lea el lenguaje más pomposo y rimbombante que la mediocridad pueda concebir! Admire sus profundas contradicciones y su pobreza conceptual. Indígnese con el cinismo que lo satura! Vea como se abusa del nombre de Simón Bolívar. Todo eso y más, encontrará usted en las llamadas “Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013”. La verdadera naturaleza del plan, asombrosamente, no aparece en el título. No es ni económico ni social. Es político. El documento aparece firmado nada más ni nada menos que por el “Comandante Presidente Hugo Rafaél Chávez Frías” (pronto vendrá bajo la firma de Generalísimo). Uno se lo imagina laboriosamente estampando su firma, ataviado con el uniforme diseñado por Maripili, botas rusas y medallas ganadas en la batalla gastrointestinal de Yacambú.
El plan consiste de seis “directrices” principales. La primera se llama: Nueva Etica Socialista. En este capítulo se habla de la “refundación” de la nación, la cuál “hunde sus raíces “en las corrientes humanistas del socialismo, y “en el pensamiento de Simón Bolívar”. Uno se pregunta cuáles serán esas corrientes humanistas del socialismo: las masacres como las de Puente Llaguno? Las listas negras de Tascón y Maisanta? La procacidad como lenguaje oficial? La poesía de Isaías Rodríguez? La podrida boliburguesía? Tambien debemos preguntarnos, a cuáles pensamientos socialistas de Simón Bolívar se refieren? La Constitución de Bolivia? Su desconfianza del populismo? La verdadera ética socialista que la pandilla ha evidenciado durante diez años es una que combina el robo descarado de los dineros de la nación con la más absoluta impunidad.
La segunda directriz ( no son guías o lineamientos, son órdenes) se denomina: La Suprema Felicidad Social. Aquí se podrá usted reír bastante. Habla de una estructura social incluyente, de un nuevo modelo social productivo y que permita a todos vivir en iguales condiciones, rumbo a lo que el Libertador llamaba “la suprema felicidad social”. Y preguntamos: incluyente sin los escuálidos, sin los pitiyankis, sin los extranjeros, sin los empresarios, sin los sindicatos, sin los disidentes, sin el 60% de la población? Será posible el nuevo modelo social productivo en la sociedad de limosneros que Chávez ha creado, con sus subsidios, sus regalos y su carencia de programas de ataque estructural a la pobreza? La igualdad de condiciones debe entenderse como la pobreza generalizada? Las colas para comprar comida? El crimen que acecha a todos los venezolanos? Las cadenas televisivas para los esclavos?
La tercera directriz es la Democracia Protagónica y Revolucionaria. La “debilidad individual” se transformaría en “fuerza colectiva” pero, al mismo tiempo, se reforzaría el “poder originario”del individuo, la independencia y la libertad. La creación de la manada paradojicamente pretendería el fortalecimiento del individuo! Lo que existe es una autocracia poco ilustrada, en la cuál no hay protagonismo posible que no sea el del Chávez ni revolución que no sea, como dice el granuja de Escarrá, la de todos los venezolanos alrededor del sol de Barinas.
La cuarta directriz es el Modelo Productivo Socialista. Se eliminaría la división social del trabajo y su estructura jerárquica. Palabras de Heinz Diederich, hoy en desgracia. Suponemos que significa que todos vamos a ser jefes, que un barrendero y un neurocirujano ganarán lo mismo por hora de trabajo, como lo postula Diederich. La realidad chavista es otra: ahora hay más boliburguseses y ladrones del erario público que nunca. No hay sino un jefe, su capricho es ley. El que disienta es insultado , humillado en público. No hay jerarquías, solo el cantinero en el balcón y, abajo, un océano de vasallos.
La Quinta directriz es la Nueva Geopolítica Nacional, un extraño nombre porque uno pensaría que la geopolítica no es nacional sino muy global. Habla de los cambios territoriales “desconcentrados”, definido por ejes “integradores”, con un sistema de ciudades “interconectadas”. Un verdadero arroz con mango conceptual. La realidad es que lo que existe en Venezuela hoy es una centralización feroz, monárquica, donde nada se mueve (y generalmente no se mueve) sin la aprobación del caudillo.
La Sexta directriz es Venezuela: Potencia Energética Mundial. Aquí se enuncia el uso “soberano” del recurso así como su utilización para lograr la integración mundial. En primer lugar, lo que sucede hoy con el recurso petrolero es su vil entrega a los amigotes de Chávez y la prostitución de la empresa que lo produce para convertirla en una distribuidora de comida y preparadora de atletas. Que soberanía ni que ocho cuartos. Chávez se ha dedicado a regalar el petróleo como si fuera de él. Lo utiliza para sembrar discordia, no para integrar (se lo quita a los Dominicanos si tienen a Carlos Andrés allá pero se lo da a sus compinches Castro y Morales cuando obedecen sus órdenes).
La última directriz se denomina Nueva Geopolítica Internacional, término extraño por lo redundante (algo así como el círculo redondo). Se trata de “crear nuevos polos de poder”, “dialogar fraternalmente” con los pueblos del mundo, respetar la libertad de pensamiento. Al llegar aquí reímos, lloramos y hasta maldecimos. El diálogo fraterno seguramente tiene que ver con aquello de “yankis de mierda, Bush, eres un borracho, Uribe, eres un degenerado, Fox, eres un perro del imperio, Insulza, eres un pendejo, Condoleeza, te voy a tener que dar lo tuyo, Bachelet, eres una ignorante, Aznar, eres un bandido, García, eres un caimán del mismo pozo de Bush, los estudiantes se drogan para protestar contra mi”. Seguramente así es como Chávez le habla a sus hermanos en Barinas.
No entiendo como el pueblo venezolano ha soportado a Hugo Chávez por diez años, por más dinero que haya repartido. Los Venezolanos de la tercera edad hemos advertido que nuestras posibilidades de ver una Venezuela libre, democrática y socialmente próspera se han cerrado. El desastre material, moral y espiritual que Chávez ha generado en Venezuela tardará dos o tres generaciones en corregirse. Ello no impide que continuemos haciendo todos los esfuerzos posibles para ahorrarle más sufrimiento y tanta humillación a nuestros compatriotas.

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