jueves, 3 de junio de 2010

Armando Galarraga y el síndrome de Joyce.




El joven lanzador de los tigres de Detroit, Armando Galarraga, no las había tenido todas consigo ultimamente. Al inicio de la temporada había sido bajado a las ligas menores, dada su inefectividad durante la pasada temporada. Aunque en 2009 había comenzado bien, pronto comenzó a tener problemas de control, por lo que era aprovechado por los contrarios en las primeras entradas. Este año, de regreso con el equipo, tenía un modesto record de dos ganados y uno perdido cuando se enfrentó ayer a los indios de Cleveland. Galarraga retiró lo primeros 26 adversarios en fila, en medio de una fanaticada que presentía el milagro, el juego perfecto. El bateador 27 conectó un rastrero por la prumera base y el inicialista Miguél Cabrera atacó la pelota y tiró a Galarraga quien cubría la base. La pelota llegó primero pero, sorprendentemente, el umpire Jim Joyce cantó quieto al corredor. Cabrera, Laird (receptor) e Inge (tercera base) corrieron a protestar, junto al manager Leyland. Galarraga permaneció mudo, demasiado emocionado para protestar.
Una decisión del umpire es inapelable, a menos que sea un jonrón, el cual puede ser revisado con los videos. Lo que había sido un juego perfecto no entrará como tal a los libros de las grandes ligas. Sin embargo, siempre tendrá un asterisco al lado, como el juego perefcto que fue anulado por una mala decisión del umpire Jim Joyce.
Hoy el hombre más desconsolado del beisból es Jim Joyce. Que le pasó? El dice que vió mál la jugada y que se siente muy mál por haberle quitado el juego perfecto a Galarraga. Creo que fue víctima de lo que pudiera llamarse el síndrome de Joyce. Este es uno de los mejores árbitros de las grandes ligas y un hombre honesto a carta cabal. Estaba consciente de estar en un juego histórico y, además, en el parque de juego de los tigres de Detroit. Cuando tuvo que decidir sobre la jugada, sin estar enteramente seguro de lo que había ocurrido, decidió en contra de Detroit, a fin de no correr el riesgo de ser considerado parcializado, la peor acusación que se puede hacer a un árbitro.
No estoy seguoro de si esta es la correcta explicación y nuca lo sabremos porque Joyce nunca lo admitiría.
En el juego de hoy ocurrió algo muy bonito, muy civilizado. Joyce era el umpire principal y el jugador de Detroit quien le llevó la alineación fue…. Galarraga. Se estrecharon las manos y la fanaticada de Detroit los aplaudió a ambos.
Que bello es el beisból!

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