viernes, 11 de febrero de 2011

La muerte de un sistema solar

El sol y su planeta....
La muerte de la Señora Alicia de Caldera me ha impactado, por alguna razón, más que la muerte de su distinguido esposo, ocurrida hace algún tiempo. En el caso del ex-presidente ví su desaparición hasta con cierta indiferencia, porque en mi criterio ya él había “muerto” tiempo atrás. Los líderes políticos “mueren” cuando dejan de estar en la palestra pública, a menos que, como los ex-presidentes estadounidenses se mantengan activos en otros quehaceres, como Clinton o Carter, o se dediquen a escribir sus memorias, como Bush. En cierta manera este fenómeno corrobora lo que decía el escritor de ciencia ficción Ray Bradbury sobre el astrónomo Carl Sagan. Cuando le preguntaron su opinión del astrónomo, Bradbury respondió: “Sagan ya tiene algún tiempo creyendo que es Sagan”. Y, ante la perplejidad del periodista, explicó: “Uno es lo que uno hace, no quien uno dice ser”. De acuerdo con esta definición el Dr. Caldera tenía tiempo diciendo ser Caldera, pero no siéndolo. Quizás por ello su deceso, aunque lamentable como todo deceso de un ser humano, no me afectó de la misma manera que el de la Sra. Alicia, su digna esposa de tantos años.
Pensando en la razón creo que tiene que ver con el hermoso papel que la mujer venezolana ha jugado en nuestra sociedad. La mujer venezolana no tiene esas etapas de post-actividad que suelen tener sus maridos. Están activas hasta el dia de su muerte como los pilares afectivos de sus familias. Pocos de nosotros negarán que sus madres primero y luego sus esposas fueron siempre los centros de gravitación familiar, como el pequeño sol alrededor del cual giraban como planetas el esposo y los hijos y que, como sol en fin, le daba a la casa el calor que la convertía en hogar. La mujer, eje central de la familia, es quien hace las “pequeñas” cosas, las cosas que son realmente importantes y las hacen haciéndoles creer al esposo y a los hijos que ellos son quienes llevan a cabo las tareas importantes. De allí el viejo cuento de la mujer que hace lo pequeño: cuidar de los hijos, preparar la comida, consolar a quien llora, pagar las cuentas, comprar la ropa, revisar las tareas escolares, mientras los hombres hacen lo importante: discutir sobre el futuro del país o analizar la situación en Egipto.
Es por ello que la muerte de alguien como la Sra. Caldera constituye algo así como la pérdida de un sol, no la de un planeta. Desde el punto de vista de nuestra antropología social, la muerte de una mujer como ella es parte de una transición importante, la que va de una cierta Venezuela hacia otra Venezuela.
La Venezuela en la cual viví y fuí tan feliz era, sin dudas, un matriarcado apenas disfrazada de machismo. El hombre era el proveedor en la casa pero la mujer era la dueña de la casa, en un sentido real, no retórico. Era ella quien actuaba como gran árbitro en las desaveniencias domésticas y como centro de fortaleza espiritual que nos daba ánimos y confianza frente a las tribulaciones. La Venezuela del futuro podrá ser mejor o peor que la que yo conocí, no es posible saberlo, pero ciertamente será diferente. Será “una” Venezuela pero probablemente ya no será “la” Venezuela de la familia ferreamente unida en torno a un pilar espiritual central. La Señora Caldera era un ejemplo de esta característica. De allí que su muerte sea vista con nostalgia por quienes admiramos el papel de la mujer venezolana, esposa, madre, abuela, gran componedora, fuente de fortaleza espiritual, un remanso de amor.

4 comentarios:

  1. Dr. Coronel,

    Felicitaciones por su extraordinario artículo, cuyo contenido y mensaje emociona y uno no puede dejar de compartir en esta hora difícil para el país. Ciertamente, doña Alicia representa lo mejor de la mujer venezolana. Paz a sus restos y mis sentidas condolencias a sus hijos y nietos.

    Su muerte no deja de inspirar el pensamiento de que Venezuela sería mejor si una mujer pudiese emprender la tarea de reconstruir lo devastado durante el chavismo, unir la gran familia venezolana y avanzar retomando el sendero del progreso del país en democracia y libertad. Recientemente, otros pueblos latinoamericanos han elegido mujeres como presidentas (Chile, Argentina y Brasil, por ejemplo). Pienso que es hora para que también la mujer venezolana ocupe la presidencia en Venezuela.

    Lo saluda, su siempre apreciador y amigo, JB

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  2. Gustavo:
    Que bello ensayo dedicado a la mujer venezolana en general y a la Sra. Alicia Caldera en particular. Una bella mujer en todo su sentido. ¿Qué distinta sería Venezuela hoy si Alicia Caldera, en lugar de su esposo, hubiese sido el presidente en 1992? En realidad no sabemos la respuesta pero si podemos ver los resultados de la decisión tomada. Yo creo que ya es hora de que los venezolanos vean en a la mujer venezolana como una fresca posibilidad de llevar a Venezuela a un futuro mejor con libertad, igualdad y prosperidad.

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  3. Gustavo:
    Que bello ensayo dedicado a la mujer venezolana en general y a la Sra. Alicia Caldera en particular. Una bella mujer en todo su sentido. ¿Qué distinta sería Venezuela hoy si Alicia Caldera, en lugar de su esposo, hubiese sido el presidente en 1994? En realidad no sabemos la respuesta pero si podemos ver los resultados de la decisión tomada. Yo creo que ya es hora de que los venezolanos vean en a la mujer venezolana como una fresca posibilidad de llevar a Venezuela a un futuro mejor con libertad, igualdad y prosperidad.

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  4. Gustavo, muy lindo y emotivo tu escrito sobre la mujer venezolana, muchas gracias por tus palabras.
    Sin duda alguna, la sra. Caldera fue una dama integra y merecedora de toda admiracion.
    Sin embrago y con todo el respeto, voy a atreverme a decirte que los tiempos han cambiado. Las mujeres venezolanas, como en la mayor parte del mundo, ya estan a la par de los hombres y viceversa. La mayoria de las mujeres en edades productivas trabajan en la calle, ayudan con el sustento de sus hogares y el concepto de "ama de casa" ha ido desapareciendo bastante rapido. De igual manera, los hombres, cada dia ayudan mas en el hogar, cocinan limpian y se encargan de sus muchachos. Es una nueva sociedad mucho mas balanceada en cuanto a la reparticion del trabajo de acuerdo al genero, y esto la hace muchisimo mejor.
    Por otra parte, las ideas de que "ya es hora de que una mujer sea presidente", si bien suenan muy bonitas, hay que tener en cuenta de que nuestro sexo no garantiza en manera alguna nuestra capacidad, asi que cuidado. Solo imaginense a personajes como Cilia Flores, Iris Varela o a la loca de Lina Ron de presidente la republica.

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