viernes, 4 de febrero de 2011

Yoyos


Los yoyos son pequeños aparatos de madera o de plástico con una cabuya que los hace juguetes del amo. El amo los hace bajar y subir a su antojo. En el régimen de Chávez hay yoyos como Ramón Carrizales. Este caballero Carrizales había subido a vicepresidente de la república, ahora baja a secretario general de gobierno del estado Apure. Tremenda bajada. Yoyo es Adina Bastidas, de vicepresidente de la república a oscura burócrata del BID. Yoyo es Isaías Rodríguez, de vicepresidente de la república a Fiscal general tracalero a embajador botado en España. Jorge Rodríguez, de vicepresidente a alcalde. Parece ser que ser nombrado vicepresidente de la república bajo Chávez es el beso de la muerte para estos yoyos. Hay otros yoyos como Rangel que suben y luego son relegados al cajón de trastos viejos. O como Izarrita que sube y baja y sube, siempre regresando a la misma posición de correveidile del régimen en materia comunicacional o como Alí Rodríguez, que va donde Chávez le diga pero que no parece lograr nada positivo en ningún sitio.

Lo que indica esta proliferación de yoyos es que el déspota tiene poca gente. Se limita a reciclar los pocos yoyos que le quedan. Después de doce años haciendo desastres el futuro de esta triste “revolución” se ve melancólico. Eso sí, el país que ha creado tardará varias generaciones en auto-limpiarse. Está empantanado en la mediocridad y la corrupción.

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