domingo, 13 de noviembre de 2011

Ciudad Gótica sin Murciélago


En los últimos trece años Venezuela ha sido destruída material y moralmente por un hampón elegido. En especial la magnitud de la destrucción moral ha sido tal que la tarea de reconstrucción tomará, en el mejor de los casos, un par de generaciones. Ojalá esté equivocado, pero pienso que los venezolanos tendrán que vivir en un país mediocre y atrasado por mucho tiempo, antes de lograr reingresar a la comunidad civilizada de naciones. Es en este sentido que hablo de una victoria de Hugo Chávez, quien parece que logrará llevarse al país con él al infierno.

Chávez nunca tuvo buenas intenciones. Nadie bien intencionado engaña a sus soldados para llevarlos a la muerte, como lo hizo él en durante el golpe militar de febrero 1992. Nadie bien intencionado promueve el divorcio espiritual entre los venezolanos para consolidarse en el poder.

Desde el día uno de su mandato Hugo Chávez ha actuado como un hampón en el sentido más despreciable de la palabra. Disolvió el congreso democraticamente elegido, impuso una constitución a su medida para después violarla repetidamente y se dedicó a promover el odio entre los venezolanos.

Quien no ha leído alguna vez las historietas del Muciélago? Durante trece años Chávez ha logrado crear una Ciudad Gótica tropical donde, con el nombre de Hugo Strange, ha estructurado una pandilla de unos 300 miembros principales, entre quienes destacan el guasón Ramírez, el pinguíno Escarrá, el acertijo Giordani, Gatúbela Flores, Ras al Ghul El Aissami, la mano Negra Merentes, Dos Caras Chaderton, Hiedra Venenosa Varela, Capucha Roja Soto Rojas, la familia mafiosa Maroni Rangel, el Espantapájaros Itúriz y el Sombrerero Loco Arias Cárdenas.

A diferencia de la Ciudad Gótica de la historieta, la Ciudad Gótica creada por nuestro Hugo Strange no tiene un Murciélago. Y no lo hay porque, mientras este personaje tenía sus principios y valores claros y era incapaz de pensar en dialogar y co-existir con la pandilla, los candidatos a Murciélago que tiene nuestra Ciudad Gótica parecen pensar que los hampones son apenas unos equivocados recuperables, con quienes podremos reconciliarnos. Ha sido tan efectiva la labor de destrucción moral llevada a cabo por Hugo Strange que los buenos ciudadanos de Ciudad Gótica parecen haberse adaptado a vivir bajo los anti-valores y la podredumbre moral impuestos por la pandilla. Y es así que ya no hay nada que los mueva a indignación. Ni el desenfreno despilfarrador del Guasón en PDVSA, ni el cinismo y jalabolismo del Pinguíno Escarrá, ni las locuras financieras del Acertijo Giordani, ni el analfabetismo obsceno de Capucha Roja Soto Rojas. Los buenos ciudadanos de nuestra Ciudad Gótica están “aprendiendo” a coexistir pacificamente con esta podredumbre. Ya no notan el hedor que existe en el ambiente.

La trágica victoria de Hugo Strange consiste en haber logrado que quienes viven en nuestra Ciudad Gótica ya no se den cuenta de que están viviendo en Ciudad Gótica.

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