sábado, 16 de junio de 2012

Los abuelos regresan a la primera línea de batalla




Un bello artículo en el Wall Street Journal de hoy, llamado “The Nonna State”, algo así como “El País de la Abuela”,  describe como en Italia y España la crisis económica ha llevado a los hijos de regreso a la casa de los padres. Por supuesto, con los hijos han llegado los nietos. Entre el 55 y el 65 por ciento de los niños en estos dos países son ahora cuidados por sus abuelos, mientras los hijos trabajan y están viviendo con su padres. Si esto suena complicado, me explico. Los jóvenes y sus pequeños vástagos están regresando al lar paterno. Las “nonas” en Italia  y las “abuelas” en España cuidan de los nietos,  se han hecho cargo, de nuevo,  de la cocina familiar y rinden la comida, la cual lleva el sello maravilloso del hogar, ese sello que hace que todo tenga el sabor del amor.

Una sólida estructura familiar regresa, al menos en estos países latinos, a compensar por lo deficiente de los programas del Estado benefactor. Lo que está sucediendo en Europa ha sucedido, de manera casi ininterrumpida, en nuestros países latinoamericanos, donde la acción del Estado no ha pasado de ser una de dádivas y limosnas de naturaleza muy temporal. Un caso patético es nuestro país, Venezuela, en donde uno puede ver amas de casa haciendo colas de dos y tres horas para optar por una lata de leche en polvo. La tragedia venezolana es que, con demasiada frecuencia, no hay abuelos, solo abuelas. El hogar venezolano es predominantemente un hogar materno, de donde el padre frecuentemente se ha ausentado, por irresponsable o por ignorante (que para el caso es lo mismo).  

En líneas generales,  en Latinoamérica, como en Europa, los abuelos o solamente las abuelas están de nuevo en la primera línea de batalla.

Afortunadamente, el mundo es también testigo de un fenómeno similar pero inverso. Se trata de los hijos quienes ahora ayudan a sus padres, de los miles de abuelos quienes reciben, hoy, el fruto de amor y apoyo que sembraron años atrás. Este es un proceso más lógico, si se quiere, aunque todavía bastante  menos frecuente que el otro. Sin embargo, está ocurriendo, más y más. Es parte de un mundo más humano, donde el concepto de familia se ha fortalecido y en el cual se hace realidad la hermosa actitud que lleva al padre a cargar a su hijo y, luego, a ser cargado por el.  Por ello, el poeta estadounidense William Wordswoth decía que “el niño es el padre del hombre”, una de las frases más bellas que jamás he leído ( de su poema “My heart leaps up when I behold”) .  

Este poema de Wordsworth vale la pena de ser transcrito:
Mi corazón se eleva
cuando veo un arcoiris en el cielo
así fué cuando comenzó mi vida
Así es cuando ya soy un hombre
Así será cuando envejezca….
El niño es el padre del hombre



Y así será, agrego yo, por los siglos de los siglos…

3 comentarios:

  1. NO hay nada mejor para un niño que la presencia y el consejo de su abuelo. Enhorabuena!

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  2. Feliz día del padre, Gustavo.

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