martes, 17 de diciembre de 2013

Comentarios sobre un artículo de Ricardo J. Combellas


 

El valioso intelectual venezolano Ricardo J. Combellas, expone sus puntos de vista sobre las recientes elecciones municipales, en artículo con ese título en  El Universal de hoy. Lo hace de manera muy objetiva, equilibrada y, en mi opinión, frecuentemente equivocada. Estos son mis comentarios a su escrito.  

Dice R.C. :

Primero: Ganó el pueblo venezolano. Fue una jornada cívica y pacífica. En definitiva, cada quien depositó libremente su voto, independientemente de los abusos del régimen y las carencias de autoridad del CNE,  que empañaron con su grosero ventajismo la campaña electoral.

Digo yo: Si Combellas acepta el grosero ventajismo del régimen y la parcialización del CNE, con lo cual concuerdo totalmente, como puede hablar de un triunfo del pueblo venezolano?  Ir a votar en estas condiciones que él describe representa una derrota cívica, no un triunfo cívico.

Dice R.C.:

 Segundo: No hubo el cacareado plebiscito del que tanto habló Henrique Capriles. Muy por el contrario, se ratificó sin ninguna clase de dudas la legitimidad del mandato del presidente Maduro. En suma, de esta jornada sale fortalecido el Presidente y por supuesto el régimen. Pero no es el caso disfrutar de los laureles. Sigue suscitando el régimen un fuerte respaldo, pero la mitad del país es oposición. Gobernar sin entender  esta realidad constituye, para decir lo menos, un craso error.

Digo yo: Concuerdo con la observación de Combellas sobre lo del plesbicito. Pero por ello mismo, y por consideraciones sobre la naturaleza de la legitimidad que Combellas debería manejar mejor que yo por ser un especialista en ese campo, difiero vigorosamente de su apreciación. Según Combellas, Maduro se ha legitimado “sin ninguna clase de dudas”. Acaso la manera fraudulenta como fue candidato y  la manera fraudulenta como fue elegido, mágicamente se borran de la memoria del pueblo por obra y gracia de estas elecciones municipales que no constituyeron, como Combellas  mismo apunta, un plesbicito? Quiere decir esto que ya no hay dudas sobre  la legitimidad de comportamiento de Maduro? Según Juan Linz: “La legitimidad democrática se basa en la creencia de que para un país en concreto en una coyuntura histórica dada, ningún otro tipo de régimen podría asegurar más éxito en la tarea de perseguir objetivos colectivos”. Es eso lo que cree Combellas sobre el gobierno de Maduro? En mi opinión Maduro es hoy tan ilegítimo hoy como ayer, tanto en su origen como en su comportamiento.

Dice R.C. :

Tercero: La oposición salió también fortalecida. Cierto que no fueron alcanzadas las expectativas por algunos ilusos soñadas, pero se mantuvo el grueso de la votación y se obtuvieron alcaldías de alto valor simbólico y estratégico.

Digo yo: De acuerdo.

Dice R.C.:

Cuarto: Sobre el futuro de los liderazgos mi opinión es la siguiente: Maduro se consolida como el líder del régimen. Ese liderazgo debe fortalecerlo, dando ante la ciudadanía la efectiva sensación de autonomía de acción frente a sus compañeros, y revelando su auténtico ser político, no cubierto excesivamente por la rutinización del carisma del líder desaparecido. Sería excesivo e injusto destacar la declinación del liderazgo de Capriles en la oposición. Pero los errores en política se pagan caros, y pese a su impulsividad muestra carencias que contestarán su liderazgo. Voluntad Popular se ha consolidado como una pujante nueva fuerza política. Su líder, Leopoldo López, dará mucho que hablar y tendrá mucho que decir en los tiempos por venir.

Digo yo: Respeto la opinión de Combellas en lo referente al liderazgo, aunque pienso que Maduro no tiene con qué. Pero eso solo lo dirá el futuro. Pienso, sí, que hay una grave  omisión de Combellas al mencionar los liderazgos emergentes: María Corina Machado. Pienso que Machado está en el mismo nivel de liderazgo que Leopoldo y su mensaje de reafirmación democrática es, quizás, el más vigoroso.

Dice R.C.:

 Quinto: Al PSUV le recomendaría democratizarse. Abrir sin miedo el debate político interno y deshacerse de las imposiciones "militaristas" que le hacen tanto daño. Además, debería ser más generoso con sus aliados, que no son comparsas sino coautores en el hacer político de la pretendida revolución.

Digo yo: PSUV, en mi criterio, es un actor secundario y no el protagonista que pareciera desprenderse de esta recomendación de Combellas. En Venezuela mandan los cubanos, los militares y PDVSA, quizás en ese orden. Y ninguno de ellos se va a “democratizar” porque ello significaría su suicidio político. Se van a hundir con el régimen.  PSUV es un ente artificial, sin ideología, sin liderazgo claro y sin actividad partidista, excepto en tiempos de elecciones, cuando aparece para esos fines.  

Dice R.C.:

 Sexto: En lo que respecta a la oposición su gran logro es y será por mucho tiempo la unidad. La unidad debe conservarla, pero no a costa de descuidar otras dimensiones de la mayor relevancia. Pienso que debe ser más proactiva y menos reactiva frente a las acciones y decisiones del régimen. Debe abandonar el electoralismo y el excesivo partidismo, involucrándose más con las organizaciones democráticas de la sociedad civil. Debe su organización y estilo de dirección ser más horizontal y menos verticalista, en fin, creativamente novedosa. Su forma de actuar y sus voceros nos recuerdan demasiado a la fenecida IV República.

Digo yo: Concuerdo, en general, con los comentarios de Combellas . Lo he expresado de manera similar en mis escritos. Su comentario al final del párrafo es poco bondadoso y es, además, un simple problema de cronología. Todos los actores políticos actuales, con las pocas excepciones de quienes tienen menos de 40 años, fueron parte de la llamada IV república, inclusive Combellas.

Dice R.C :

Séptimo: Por último, last but not least, algunas palabras sobre el futuro del régimen. El socialismo tiene la alternativa de ser autoritario o democrático. El democrático implica en la modernidad el respeto al Estado constitucional y sus valores superiores. No ha sido el régimen todo lo respetuoso que debería ser con la carta fundamental. Demasiadas aristas autoritarias integran su ser. Tener la valentía de eliminarlas y abrirse al pluralismo político es la vocación abrumadoramente mayoritaria del pueblo que se expresó el antepasado domingo. Cualquier otra alternativa, la senda autoritaria que a algunos cautiva, sólo traerá consigo sangre, sudor y lágrimas. Venezuela no se merece tan ominoso destino.

Digo yo: Tendríamos que comenzar por debatir sobre el apelativo de socialista para este régimen. Muchos de sus componentes son claramente fascistoides.  Ciertamente no hay nada en su estructura y comportamiento que pueda ofrecer ua esperanza de democratización,  a la manera del socialismo nórdico. Pienso que la misión de los demócratas venezolanos no es la de recomendar democracia a este régimen, una recomendación que va a un saco roto, sino confrontarlo con todos los hierros. Combellas dice: “No ha sido el régimen todo lo respetuoso que debería ser con la carta fundamental”. Esa selección del lenguaje, en su afán de ser moderado, pasa a ser blandengue. Este régimen ha violado sistemática y descaradamente la constitución (ver mi escrito: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2013/12/carta-iris-varela.html , en mi blog). Hay que decirlo así.
El destino que no se merece Venezuela es el de ser humillada y dominada por una pandilla de malandros como la que gobierna hoy el país. Hay que insurgir.

2 comentarios:

  1. ¿Ese señor Combellas habla de las mismas eleciones que yo vivi?

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  2. Combellas es un HDP. Ni una sola referencia al principal problema POLITICO (en mayúsculas, los otros los tenemos muy presentes): acá no manda un venezolano, ni siquiera uno reencauchado; somos una colonia de Cuba. El verdadero presidente es el maricón Raúl Castro
    Allí tenemos a Ucrania, peleando contra el gigantesco oso ruso, en la calle, porque no se los calan más. Nosotros, no decimos ni pío frente a quien nos domina, una miserable isla arruinada, vitrina única junto a Corea del Norte, de esa estupidez y ese crimen que es el comunismo. No joda...Hasta parece que nos lo merecemos, por ser la clase de gente en la que nos hemos convertido, una sociedad en disolución sin valores ni principios

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