domingo, 18 de mayo de 2014

Una reflexión dominical sobre las reflexiones de Asdrúbal Aguiar

REFLEXIÓN DOMINICAL


Imnmanuel Kant


Un extraordinario escrito de Asdrubal Aguiar en El Universal de hoy (“Diálogo pendiente entre los opositores”) , es como un reflector subitamente prendido en la oscuridad que reina actualmente sobre el campo opositor venezolano, oscuridad que desepera porque, mientras exista, el régimen continuará en su alocada carrera hacia el caos. Aguiar nos explica la diferencia fundamental entre los grupos opositores de una manera particularmente incisiva.
Dice Aguiar: Si lo esencial es que la gente coma, tenga techo y salud, viva libre del desorden público -sueño de todo burgomaestre- y que las repúblicas se ocupen de lo útil para la misma gente, transando intereses recíprocos para remediar los males que las aquejan, como la escasez o la inflación, obviamente que en tal punto pueden confluir, sin riesgos ni reservas, Capriles y Maduro….cultores de la llamada racionalidad práctica….. El caso es que en línea distinta, lo apunta Max Weber, se sitúan los cultores de la racionalidad sustantiva; esa que demanda la concordancia del político con ciertos principios morales esenciales, como la trascendencia del ser humano, el vínculo entre medios legítimos y fines legítimos democráticamente sustentables, la emancipación del hombre a través de la ilustración, la búsqueda de la verdad, el abandono de toda tutela que domestique y apenas satisfaga los instintos, en suma, el avance de la persona…”
Correcto!!!!  Soy un miembro de ese segundo grupo que menciona Aguiar, los cultores de la racionalidad sustantiva. Aguiar lo dice con elegancia, un verdadero boche clavado intelectual.
Y me sirve para afianzar mis propias ideas. He estado escribiendo mucho sobre la aberración que significa el llamado diálogo entre la MUD y el régimen y he dicho que el problema venezolano no es tanto político como ético, no es tanto pragmático como moral, no es tanto estratégico como de valores y principios. Y en lo escrito por Aguiar encuentro la corroboración, expresada de manera profunda.
He allí explicada la incongruencia entre las posiciones de Capriles y la MUD, por un lado, y de Leopoldo, María Corina, Ledezma y los estudiantes, amas de casa y soldados rasos de la sociedad civil, quienes se han ido a la protesta cívica abierta.

Y prosigue Aguiar: “Dentro de la perspectiva racional práctica que postula Capriles la cuestión de los valores éticos de la democracia, de la primacía del Estado de Derecho y del sometimiento del poder a la ley, de la independencia de la Justicia, del respeto y garantía de los derechos humanos, o de las libertades de prensa y manifestación como columnas vertebrales de la democracia, sin negársela no encuentra relevancia discursiva…. [este es] el asunto crucial a partir del cual hoy se bifurcan los caminos y credos en la Venezuela de la crisis. Uno, compartido por chavistas y antichavistas quienes animan el diálogo para resolver sobre la inmediatez, es presentado como la opción de los tolerantes, y el otro, que asimismo transitan algunos antichavistas y hacen propio, incluso, militantes del chavismo, dentro de sus respectivas cosmovisiones, es acusado de radical o fundamentalista por los partidarios de la razón práctica”

Y finaliza Aguiar diciendo, no sin antes mencionar a mi filósofo favorito, Kant, con lo cual termino de identificarme con él: “ si un sector de la oposición "democrática" sostiene que el problema que nos tiene como presas a los venezolanos es de incompetencia o falta de gerencia económica gubernamental, en tanto que otro aprecia el deterioro terminal de la democracia en manos de Maduro y urge sobre su reconstitución, la unidad opositora real es una quimera”. 

 Aguiar ha hecho un magistral diagnóstico de la situación. Concuerdo con él que la unidad opositora real es una quimera mientras existan visions tan opuestas de la solución, una pragmática, otra de principios. Intuyo que la vía moral, de principios, es la única ruta que puede llevarnos a una solución permanente. Al menos eso es lo que me enseñaron en la escuela y en el hogar. Y es por ello que me he divorciado, sin vacilar, de lo que la MUD representa hoy.  


Hoy Domingo me registro el bolsillo y constato que allí está la brújula, que no la he perdido. 

2 comentarios:

  1. Sr Coronel, en vista de este escrito, y su reflexion, le invito a leer este post de Daniel Duquenal, puesto que ambos coinciden en la importancia de una posicion etica y moral firme

    http://daniel-venezuela.blogspot.com/2014/05/narendra-modi.html

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Kernel... Daniel es uno de mis blogeros favoritos. Ya lo hago,
    Gustavo

    ResponderEliminar