jueves, 7 de enero de 2016

Maduro nombra nuevo empresario de pompas fúnebres para la Economía




Apártense Giordani, Merentes, Nóbrega y demás corruptos 

y/o aprendices de brujos. A este que viene, Luis Salas, le 

ronca el mango. Dice que “El precio de la gasolina es un 

fetiche”, 


Véamos lo que nos dice:
En primer lugar, es falso como se ha llegado a decir que el subsidio a la gasolina en el país ronda los 7 mil 500 millones de dólares. Esta es una cuenta que se saca ligeramente comparando el precio de la gasolina en Venezuela con los promedios mundiales y, de tal suerte, lo único que indica es dicho diferencial, que acto seguido algunos analistas por error o mala intención transforman en “subsidio”. En términos contables o de economía convencional dicho diferencial lo que daría cuenta es de un “costo de oportunidad”, en el sentido de que el Estado deja de recibir esa cifra por no vender la gasolina al precio de mercados internacionales. Entonces: no es que el Estado venezolano dedica al año unos 7 mil 500 millones de dólares para “pagarnos” la gasolina a los y las venezolanas; es un cifra que no le ingresa porque la vende a un precio distinto muy inferior al precio promedio internacional”.
En primer lugar el gobierno está importando gasolina que se ve obligado a comprar a precios internacionales, en los mercados internacionales. Ello representa una pérdida real, ya que regala esa gasolina en el mercado interno. En segundo lugar, si un país deja de realizar un costo de oportunidad en el negocio que sustenta su economía, estará incurriendo en una pérdida real. Ello es así porque cada dólar que deja de vender en el mercado internacional es un dólar más de deuda que tendrá que pedirle a los chinos o a quien logre encontrar por allí (no quedan muchos pendejos).
 Venezuela tiene una deuda externa de más de $100.000  millones precisamente porque, entre otros crímenes financieros, regala la gasolina que podría estar vendiendo en los mercados internacionales. No solo la gasolina sino el petróleo crudo. O es que el aprendiz de brujo no sabe que le regalamos unos 300.000 barriles diarios a Cuba y a los países “amigos” del ALBA y de PetroCaribe?

Prosigue el brujillo su disertación:
Una vez dicho esto lo otro que habría que preguntarse es por qué y por cuál razón el Estado Venezolano debe cobrar la gasolina en el mercado interno tomando como referencia el precio promedio internacional, siendo como es un país productor y no solo consumidor como es el caso en la mayoría de los países que califican en dicho promedio. Pero además, una cosa que a menudo se pasa olímpicamente por alto, es que en dicho precios promedios internacionales no necesariamente la mayor tajada corresponde al costo del combustible propiamente sino a los impuestos que se le agregan. Es decir, el precio de la gasolina en la Unión Europea, Estados Unidos y lo mismo otros países no productores como por ejemplo Chile, tiene un alto componente fiscal. Así por ejemplo en la UE lo que una persona paga por cada litro de combustible se desglosa en torno a un 45 o 50% en impuestos siendo que en la parte del combustible hay que agregar las ganancias de las intermediarias. En Chile ese nivel impositivo es de 42% y en Estados Unidos es menor, en torno a un 11%, lo que en parte se explica porque como Venezuela además de consumidor es productor de combustible fósil”.
El nuevo sepulturero ignora que la razón por la cual la gasolina no puede seguirse regalando es porque el petróleo constituye el único rubro de exportación que sostiene a la economía venezolana, porque el diferencial entre el precio internacional y el precio doméstico es grotesco,  porque constituye un recurso natural no renovable y  porque seguirlo haciendo es un acto de cobardía política. Buscar excusas para justificar su continuado derroche y regalo es señal de que Maduro encontró a su cobarde, quien le justifique el derroche, encontró su nuevo empresario de pompas fúnebres para las exequias de la economía  venezolana.

Continúa el aprendiz de brujo:

“En lo que al subsidio propiamente tal refiere, según diversas estimaciones, el mismo asciende en la actualidad a uno 1700 millones de dólares al año, los cuales resultan del costo de producción que es asumido por PDVSA. Ciertamente es mucha plata, pero no solo es sustancialmente menor a los 7 mil 500 millones que se dicen por ahí, sino que además si el problema es fiscal podemos compararlo con los subsidios que el Estado da al sector privado entre otras vías por la exoneración impositiva. Este es el otro y tal vez más importante rasgo fetichista de este debate: que se le usa para ocultar la verdadera transferencia masiva de renta y riqueza social desde el Estado hacia particulares que terminan privatizándola mediante ganancias extraordinarias y privilegios fiscales”.

Según este nuevo Giordani , el subsidio a la gasolina carece de importancia al compararlo con lo que él llama el subsidio al sector privado. Olvida mencionar que este subsidio es realmente muy pequeño al lado de lo que el chavismo se ha robado, al lado de los contratos que da PDVSA a sus amigos y a los familiares de sus gerentes; a los contratos que da Corpoelec a los bolichicos; a las pérdidas de comida “importada” y enterrada por  PDVAL; a lo que se roba en Salud, en Educación y en controles de cambio artificiales. Esa inmensa corrupción le ha costado a Venezuela unos $700.000 millones en 16 años. Sobre esta base si es posible estar de acuerdo con Salas que unos míseros $1700 millones más no importan. Que es esa raya más para un tigre ? Pero, es esa la manera de manejar las finanzas de un país?  

No termina el nuevo “ministro”:

“.. lo que se nos quiere decir cuando se nos habla de la gasolina “regalada” es que el Estado está gastando mucho, que es sabemos el fetiche favorito de los neoliberales de orilla nuestros el mismo que repiten cuando hablan de Mercal o las misiones en general. Por otra parte, hay que tener presente que en no pocos casos y de hecho cada vez más se quiere crear la idea de que el problema se puede “arreglar” si el país elimina proyectos de integración como Petrocaribe, pues ahora resulta que también le estamos regalando la gasolina a los países que la integran a costa de todos los venezolanos. Está de más decir que el problema acá más que el supuesto “regaló” en sí (que no es tal) son los destinatarios del mismo, pues si el caso fuera que en vez de “islas llenas de negros” y “países bananeros” como se ha dicho se la regaláramos a España o los Estados Unidos no fuera problema para ellos”.

Para justificar el derroche y la entrega de la riqueza venezolana a países extranjeros el aprendiz de brujo recurre a la herramienta favorita de los acomplejados y resentidos. Dice que se critica la entrega de petróleo subsidiado a PetroCaribe porque ellos son negros y bananeros (términos que utiliza él, no nosotros), ya que si lo hiciéramos a España o a Estados Unidos ello “no sería problema”. Este acomplejado no puede entender que lo que está ocurriendo es que por cada dólar que le regalamos a otros países, por razones ideológicas y de estrategia política para consolidar el poder del chavismo, nuestra deuda externa aumenta en un dólar. Literalmente estamos pidiendo prestado para regalar dinero. Esto es un crimen monstruoso y este nuevo ministro de finanzas se permite defender esa tesis.


Es fácil pronosticar que en seis meses el tipo llevará el país a la cesación de pagos, como  sublime acto de patriotismo y dignidad nacional


3 comentarios:

  1. De que mata'e mango bajaron a ese payaso?! Cierto y muy divertido este reporte. Ahora si que con 37 ministerios de agricultura urbana y suprema felicidad, y con este desmesurado genio, Vzla se convertira en potencia economica mundial en pocos meses..

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  2. (Va sin acentos) Otro teorico sin practica que se la quiere tirar de economista y lo que es no llega ni a aprendiz de ayudante de asistente de bodeguero (mis respeto a los bodegueros, para hacer plata en ese negocio, se require constancia).

    Otro creido y arrogante mas........como son todos los chavistas.

    LLevatelo Henry Ramos Allup.

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  3. Gracias por la terrible información, Gustavo Coronel.
    Mientras el régimen continúe haciendo lo contrario de la buena práctica económica, Venezuela se seguirá hundiendo económicamente.
    Poner una ideología por delante de la realidad económica es un grave error.

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