LA AVASALLANTE CURSILERIA DE LA REVOLUCION

LA AVASALLANTE CURSILERIA DE LA REVOLUCION.

Cuando los historiadores de mediados de este siglo evaluen la etapa transcurrida en Venezuela en la primera década hablarán del derroche financiero, de la mediocridad, de la corrupción, de la ineptitud y de la epidemia de adulación que azotó al país en estos años, pero estoy seguro que le dedicarán sus mejores páginas a la avasallante cursilería que caracterizó la vida del régimen. La fotos de los chavistas disfrazados de diablos de Yare para ir al trabajo o a las reuniones sociales, la andanada de auto-homenajes y condecoraciones (tu me condecoras a mí y yo te condecoro a tí), las bodas de la boliburguesía, los actos militares o civiles, los discursos del teniente coronel, todo ello formará parte preponderante de la historia venezolana de estos días.
Las fotos que revelan esta cursilería adornarán las páginas históricas: el desfile militar frente a un Arco de Carabobo de cartón piedra, el relojote de Juan Barreto, las fotos de las poco sexis lideresas del régimen y sus grotescos atuendos, los eructos y las vallas de Acosta Carlez prohibiendo el traje de baño femenino porque “incitan a la violación”, los intentos de Chávez de abrazar a la reina de Inglaterra, el apasionado beso de Chávez a un travestista brasileño de cara simiesca y tantas otras imágenes de lo que ha sido esta pesadilla de ridiculez y baja calidad humana.
Pero una de las piezas antológicas de esta colección será, sin dudas. la fachada de la embajada de Venezuela en Buenos Aires, cuya foto trataremos de mostrar en estas páginas.
Ustedes creen que hay derecho a que lo venezolano se asocie con este gigantesco mal gusto? Esta embajada no es la de Venezuela, es la embajada de Chávez y Maduro, un par de patanes como nunca habíamos tenido a cargo de mostrar nuestra imágen en el exterior. Que más podíamos esperar de un administrador de cantinas y de un chófer de autobús?