*****EL REBUZNO SE OYÓ EN TODO EL HEMISFERIO.
El Lunes pasado comenté la mayor parte del discurso vergonzoso de Hugo Chávez ante la Asamblea Nacional en Enero de este año, en el cuál pretendió dar los resultados de su gestión para 2007. Ahora deseo comentar la parte final del discurso a fin de que los lectores puedan apreciar la ínfima calidad de su liderazgo.
Chávez: ¿Cuál es esa triple función que la historia ha puesto sobre mis hombros?, digo.: “En primer lugar la función de jefe de Estado. En segundo lugar la función de líder de un proceso revolucionario, esto es, de una etapa histórica de cambios estructurales; y en tercer lugar la función de Presidente de Gobierno.
A partir de allí se impone una evaluación autocrítica descarnada sobre la cual se puedan construir con optimismo, confianza y fuerza individual y colectiva renovada las bases de un nuevo impulso, rumbo a nuevos horizontes.
Como jefe de Estado creo que pudiera valorarme positivamente. Ésa es la verdad. Bastaría contestar con sencillez a la siguiente pregunta: ¿Qué era y qué es Venezuela en el ámbito internacional? La comparación entre otro tiempo y éste es impresionante.
G.C. La autocrítica “descarnada” de Chávez sobre esos tres papeles comienza otorgándose una valoración “positiva”como jefe de estado, debido a lo que él llama el “prestigio” actual de Venezuela. Es que nadie es capaz de decirle la verdad a Cipriano? Venezuela nunca ha estado tan desprestigiada en el ámbito internacional como hoy, cuando él anda por el mundo regalando el dinero petrolero que era nuestro, metiendo la pata en todos los eventos internacionales, insultando a los líderes de otros estados, abrazado a un violador (Ortega), a un carnicero (Mugabe), a un parásito (Morales) o a un chulo (Kirchner), elogiando a las FARC, a Hizbollah o al fundamentalismo religioso Iraní. Nos ha sacado del grupo Andino, del Grupo de los Tres, no puede entrar a Mercosur, llama pendejo (en algo debe tener razón) a Insulza, confisca la propiedad de las empresas extranjeras en el país, produciendo una dramática fuga de capitales. Prestigio? La comunidad internacional se rie de él tan pronto da la espalda.
Chávez: ““En segundo lugar, como líder del proceso revolucionario también —dice mi amigo, y yo lo repito— creo que tendría una evaluación positiva.
¿Cuál es el humilde mérito que habría de ser destacado? Haber contribuido a introducir a la sociedad en un proceso de cambios que se quiere estructural e irreversible, y al mismo tiempo haberlo hecho en paz, respetando los derechos humanos y eludiendo la resolución violenta de los conflictos, donde la vía del convencimiento es el único camino.
G.C. Como líder de lo que él llama el “proceso revolucionario” el tipo también se auto-otorga una buena nota. El llama “revolución” este arroz con mango capitalista-pseudo socialista que ha armado”, llama “revolución” la sistemática retrechería que utiliza para decidir de manera arbitraria sobre los asuntos de la nación y, además, tiene la desfachatez de decir que la ha llevado a cabo respetando los derechos humanos, “convenciendo” al país. Es que puede llamarse “convencimiento” ese carro de porquería que representan sus 26 leyes inconsultas, esa negación del parecer del pueblo dada en Diciembre de 2007?
Chávez: “Muchos graves problemas siguen sin solución. Debemos hacer caer todo el peso de la autocrítica sobre nosotros. Primero que nada sobre mí como jefe de Gobierno, sobre mi Gabinete, sobre los ministros, las ministras, el vicepresidente, sobre los gobiernos regionales, sobre los gobiernos locales, señores gobernadores, señores alcaldes, sobre los terribles fenómenos que siguen siendo la burocratización, la ineficiencia y la corrupción que hace tanto daño como un cáncer en un cuerpo humano y que son amenaza verdadera”.
G.C. Sobre el tercer papel, de jefe del gobierno, Chávez si se permite la autocrítica. Pero, de alguna manera la hace aparecer como un problema de otros: ministros, ministras, etc. En verdad, su equipo es tragicamente incompetente y mediocre pero es él quien lo ha seleccionado. No somos nosotros. A mi nunca se me hubiera ocurrido poner a un chofer de autobús como canciller, a un semi-analfabeto como ministro de la defensa, a un ignorante del negocio petrolero a manejar a PDVSA, a mi hermano mayor como ministro de educación, a Adina Bastidas como vicepresidenta, a un mitómano como ministro del interior. Nunca hubiera permitido la adulación nauseabunda de un Carlos Escarrá, nunca hubiese colocado a un Francisco Arias a representar a nuestro país en las Naciones Unidas. Es quizás como jefe del “gobierno” que Chávez ha sido el peor de los fracasos. Después de 600.000 millones de dólares recibidos en diez años este hombre no puede mostrar sino crimen, pobreza, hambre, una estrategia de dádivas que humillan al pueblo y basura por doquier. La historia lo condenará no solo por lo que ha hecho sino por lo que ha dejado de hacer.
Chávez: “Hay preguntas que la gente se hace todos los días y que nosotros debemos hacernos todos los días: ¿Por qué desapareció la leche? Seguramente ésta es la más fácil de contestar dado el crecimiento de la demanda, que es un argumento humanista, es cierto. Ahora, hoy más gente accede al consumo aunque esto no explica la no previsión del problema con suficiente anticipación. ¿No es para eso la planificación?, ¿para qué es la previsión?
Pero hay otras de no tan fácil respuesta: ¿Por qué un Gobierno revolucionario no ha podido en nueve años cambiar la terrible situación de las cárceles venezolanas, por ejemplo?, ¿por qué? ….Asistentes [aplausos]....¿Por qué razón? ¿Por qué la inseguridad sigue siendo un problema tan grave en las calles, en los pueblos, en los barrios?, ¿por qué? ¿Por qué no hemos podido solucionar problemas tan graves que azotan a nuestro pueblo en cada esquina, en cada casa, en cada vida, en cada niño, en cada mujer, en cada familia, en cada existencia cotidiana?, ¿por qué? ¿Por qué sigue tan fuerte, tan fuerte y descarado el contrabando? —que nos hace mucho daño, el contrabando de extracción, por ejemplo—, ¿por qué? ¿Cuál es la razón de la impunidad? ¿Por qué las mafias siguen incrustadas en las estructuras de los servicios que le pertenecen al pueblo, que le pertenecen a la gente?, ¿por qué? ¿Por qué las gestiones ante las instituciones públicas siguen siendo una pesadilla para el ciudadano común?, ¿por qué? ¿Cuándo acabaremos con los chantajes abusivos de la permisología, cuándo? ¿Por qué nos cuesta tanto producir bienes del uso diario, consuetudinario? ¿Por qué seguimos consumiendo tantos alimentos provenientes de otros países? ¿Por qué la corrupción no la hemos podido frenar y mucho menos derrotar?, ¿por qué, por qué, por qué?
G.C. Esta es la parte más sorprendente, surrealista, kafkiana, del discurso, ese súbito encuentro con la realidad del país, un encuentro visto desde la perspectiva de un venezolano de la calle. De repente advierte este incompetente que no hay leche, que las cárceles venezolanas son una verguenza mundial, que los venezolanos están muriendo en las calles desprotegidas y que en su entorno mismo florece el crimen, que la impunidad reina, que al ciudadano se le trata mál en las oficinas públicas, que no se produce comida en el país, que la corrupción de su entorno, de sus familiares y amigos nos está despedazando de manera cruel. Perdone, señor: por qué nos viene usted a decir eso, cuando es usted el principio y el fin de este desastre? Que diría usted si el piloto de su avión, por cierto comprado ilegalmente, sale de la cabina y le dice: “Presidente, estoy indignado. No sé para donde voy ni como llegar allá. No entiendo bien para que son las lucecitas del tablero, que me tienen mareado. Este avión parece tener tres alas: ala izquierda, ala derech y a…la mierda”. Que dice usted? No sale despavorido a preguntarle a los pasajeros si alguno de ellos sabe manejar “esta vaina”? No piensa usted que se necesita ser loco para tratar de manejar un avión sin tener ni la más remota idea de como hacerlo? Yo, Gustavo Coronel, como pasajero del avión que es Venezuela, busco desesperadamente a alguien que sepa manejar esta vaina, porque usted no tiene idea. Y no solamente no tiene idea sino que el 99% de las veces nos dice que es el mejor piloto del mundo, excepto en estos raros momentos de muy breve lucidez.
Yo me consuelo pensando que Alonso Quijano vivió loco pero murió cuerdo. Y dicen que murió en Zimbabue.
Coronel sigues con tu narcisismo,queriendo saberlo todo,no te das cuenta que estas haciendo el papel mas ridiculo,bochornoso y escualido de tu penosa vida(quiero decir desde que llego el comandante)desde tu salida de la ind petrolera te has propuesto no querer servir para nada y lo mejor es que lo estas logrando,recapacita mi pana y deja de hacer antipolitica de segunda que no te lleva(ni te llevara) a ningun lado,algun chacal de tu manada a lo mejor emitira algun ladrido
ResponderEliminarNO VOLVERAN
Sr. Anónimo:
ResponderEliminarHay algo en mi escrito que usted quiera rebatir con argumentos sólidos? Limitarse a insultarme no lo hace ganar la discusión, sobretodo porque no se atreve a dar su nombre.
Coronel el problema es que tus escritos no tienen ningun argumento solido,entonces como rebatir o debatir algo sin sentido.
ResponderEliminarSolo me estoy limitando a utilizar tus tecnicas de escritor para hacer ver que tus escritos solo los admiran tus acolitos ,es decir los antichavistas acerrimos a ultranzas,sin analizar si hay sentido o no de tus mentiras,por que tu sabes todas las que has dicho,es penoso estar en tu situacion,por un lado tus seguidores te animan y por otro los que te decimos las verdades te frustan al extremo de la desesperacion
NO VOLVERAN