***La mayoría de los seres pensantes poseemos una mezcla de actitudes ante la vida que desafía las etiquetas.
*** Todos tenemos de Settembrini y de Naphta, dos de los personajes de "La Montaña Mágica".
En Venezuela siempre hemos tenido terror a ser catalogados como conservadores o de “derecha”. Todos queremos ser de “izquierda”, término que conlleva la idea del progreso, del cambio, de la renovación. Estos términos nunca significaron mucho, ya no significan nada. En la época de la revolución francesa la derecha y la izquierda eran simplemente los sitios donde se sentaban los unos o los otros, como hoy los magallaneros se sientan detrás de la primera base y los caraquistas detrás de la tercera base, aunque haya muchos quienes prefieran sentarse detrás del plato y disfrutar del partido.
En todo caso, la adoración venezolana por el izquierdismo tiene su origen, creo yo, en la protesta de los estudiantes de la generación del 28 contra Gómez. Muchos de estos jóvenes, quienes protestaron y fueron presos a la Rotunda o a construir carreteras, se nutrieron de la literatura soviética de la época, en la cuál se hablaba de la revolución del proletariado, de justicia social, de cada quien pagado de acuerdo a su necesidad, etc. Leían a Lenin, a Marx, a Gorki, a Plejanov, luego siguieron leyendo a Gramsci y, por muchos años, se aferraron a la creencia de que eran de “izquierda”, marxistas, comunistas, socialistas, progresistas, poniendo todos estos términos en un mismo saco. No conectaron sus lecturas con el ejemplo vivo de lo que sucedía en la Unión Soviética: una dictadura como la de Stalin, con sus treinta o más millones de muertos, sus campos de concentración, sus purgas periódicas, el terror entre las mismas familias y entre los mismos cómplices del dictador de ser apresados y sujetos, en cualquier momento, a un juicio amañado pra ser liquidados de un disparo por el verdugo de turno en un oscuro rincón del Kremlin.
No puede ser que ese sea el paradigma que la gente de bien, que ama la libertad y el progreso, puedan utilizar como guia de sus vidas. Y, sin embargo, en Venezuela se consolidó el mito del comunismo como una doctrina progresista y la imágen de una Unión Soviética heróica y noble. En mi adolescencia me familiarizé mucho con ese llamado “izquierdismo”, ya que mi familia materna era, casi toda, “izquierdista”. Mis tíos Víctor y Manolo García Maldonado habían fundado una de las primeras células venezolanas del Partido Comunista, junto con José Antonio Mayobre y Mariano Fortoul. Por cierto, Fortoul se iría luego a vivir tranquila y modestamente a Nueva York y el brillante José Antonio Mayobre se convertiría en Ministro de Petróleo en la presidencia de Raúl Leoni. Víctor iría a España a pelear como voluntario contra Franco y Manolo seguiría siendo Manolo hasta su muerte, un hombre encantador pero divorciado de la realidad. Otros de mis tíos, Enrique y Margot también fueron definidos como “comunistas”, quizás Margot la única verdadera .
Mis tíos se rebelaron contra la autoridad gomecista y fueron “izquierdistas” o “comunistas”, una etiqueta que abrazaron como identificación del momento para su postura anti-dictatorial y que luego les acompañó por el resto de sus vidas. En cambio otro de mis tíos, Leopoldo, siempre fue catalogado como de derecha, como conservador. No insurgió activamente contra Gómez sino que se dedicó a estudiar, a graduarse de médico y a sostener, por algun tiempo, al resto de la familia, actividades muy zanahorias que generalmente se asocian con el “derechismo”.
Extrapolar la etiqueta de “izquierdista” al presente venezolano para definir a alguien anti-dictatorial y amante del progreso es un craso error. Los izquierdistas generalmente admiran la revolución Cubana, la cruel y regresiva dictadura de 45 años impuesta por Fidel Castro en su país. Como pueden hacerlo y llamarse “izquierdistas” es dificil de entender. No es fácil, por ejemplo, encontrar alguien más “conservador” que Fidel Castro, quien ha “conservado” el poder absoluto en la pobre Cuba por más de cuatro décadas. Los verdaderos revolucionarios y progresistas son quienes creen que el poder debe alternarse con frecuencia, so pena de vernos sometido a la bota de un tirano. Llamarse “izquierdista” y apoyar la farsa chavista es también dificil de entender. Chávez es un fascista y un militarista. Que tiene que ver esa tragicomedia autoritaria e ignorante con las ideas centrales de progreso social y de libertad?
Siempre me he considerado un “conservador” y desde hace años lo hago sin sentirme avergonzado o culpable. En Venezuela la tentación de permanecer en el “closet” del derechismo siempre ha sido grande, ya que los artistas, los intelectuales, generalmente se etiquetan de “izquierda” y uno no quisiera sentirse excluído de ese círculo admirado, cuando no bonchón, como el de la República del Este. Sin embargo, llega el momento en el cuál uno se pregunta si todo ello no es simplemente una superchería y una actitud hipócrita ante la vida. Los “izquierdistas” de Los Teques, donde crecí, resultaron ser, en su gran mayoría (con excepción de Manuél Mota y el poeta Toro), una cuerda de borrachos, parranderos y jugadores, quienes se robaban las mujeres los unos a los otros, pero tenían una auréola de simpatía y desenfado de la cuál carecían quienes se dedicaban a trabajar de ocho a cinco, educarse bien y responder a las responsabilidades familiares y sociales. Todos queríamos ser de “izquierda”, sin darnos cuenta de que quienes sostenían el peso de las familias y enfrentaban la relidad de la vida eran los “derechistas”. Me declaré “derechista” un dia que me negué a protestar contra un maestro en mi escuela. Lo consideraban muy “exigente” y se negaron a sentarse en su clase. Yo entré y me senté y me convertí en traidor y “derechista”. Desde entonces llevo esta etiqueta.
Que es ser un conservador? Hay algunos lineamientos que tratan de explicar la diferencia entre los conservadores y los “revolucionarios”. Los conservadores, se dice, no creen en una economía estatificada o en una planificación ferreamente centralizada sino en dejar la economía en manos privadas. Yo estoy de acuerdo con eso. Creen en la democracia, no el autoritarismo y también estoy de acuerdo con eso. Creen que lo que funcione bien debe ser conservado y que lo que no funcione bien debe ser reformado, en lo cuál también estoy de acuerdo. No estan de acuerdo con el aborto, yo tampoco. Piensan que todos debemos recibir igual oportunidad en la vida y que mucha de esa oportunidad debe venir como resultado de nuestros esfuerzos, lo cuál me parece correcto. De resto, participo de inclinaciones que generalmente se asocian con los “izquierdistas” o, aún, revolucionarios. Me gusta proteger y “conservar” la naturaleza y el medio ambiente. No creo en el racismo o en el machismo. Me declaro incapaz de decidir si existe un Dios religioso. Al leer "La Montaña Mágica" de Mann me identifico más con Settembrini que con Naphta. Me gusta el buen vino y me encantan las mujeres.
Tiene que crearse una mejor forma de catalogarnos.
En Venezuela siempre hemos tenido terror a ser catalogados como conservadores o de “derecha”. Todos queremos ser de “izquierda”, término que conlleva la idea del progreso, del cambio, de la renovación. Estos términos nunca significaron mucho, ya no significan nada. En la época de la revolución francesa la derecha y la izquierda eran simplemente los sitios donde se sentaban los unos o los otros, como hoy los magallaneros se sientan detrás de la primera base y los caraquistas detrás de la tercera base, aunque haya muchos quienes prefieran sentarse detrás del plato y disfrutar del partido.
En todo caso, la adoración venezolana por el izquierdismo tiene su origen, creo yo, en la protesta de los estudiantes de la generación del 28 contra Gómez. Muchos de estos jóvenes, quienes protestaron y fueron presos a la Rotunda o a construir carreteras, se nutrieron de la literatura soviética de la época, en la cuál se hablaba de la revolución del proletariado, de justicia social, de cada quien pagado de acuerdo a su necesidad, etc. Leían a Lenin, a Marx, a Gorki, a Plejanov, luego siguieron leyendo a Gramsci y, por muchos años, se aferraron a la creencia de que eran de “izquierda”, marxistas, comunistas, socialistas, progresistas, poniendo todos estos términos en un mismo saco. No conectaron sus lecturas con el ejemplo vivo de lo que sucedía en la Unión Soviética: una dictadura como la de Stalin, con sus treinta o más millones de muertos, sus campos de concentración, sus purgas periódicas, el terror entre las mismas familias y entre los mismos cómplices del dictador de ser apresados y sujetos, en cualquier momento, a un juicio amañado pra ser liquidados de un disparo por el verdugo de turno en un oscuro rincón del Kremlin.
No puede ser que ese sea el paradigma que la gente de bien, que ama la libertad y el progreso, puedan utilizar como guia de sus vidas. Y, sin embargo, en Venezuela se consolidó el mito del comunismo como una doctrina progresista y la imágen de una Unión Soviética heróica y noble. En mi adolescencia me familiarizé mucho con ese llamado “izquierdismo”, ya que mi familia materna era, casi toda, “izquierdista”. Mis tíos Víctor y Manolo García Maldonado habían fundado una de las primeras células venezolanas del Partido Comunista, junto con José Antonio Mayobre y Mariano Fortoul. Por cierto, Fortoul se iría luego a vivir tranquila y modestamente a Nueva York y el brillante José Antonio Mayobre se convertiría en Ministro de Petróleo en la presidencia de Raúl Leoni. Víctor iría a España a pelear como voluntario contra Franco y Manolo seguiría siendo Manolo hasta su muerte, un hombre encantador pero divorciado de la realidad. Otros de mis tíos, Enrique y Margot también fueron definidos como “comunistas”, quizás Margot la única verdadera .
Mis tíos se rebelaron contra la autoridad gomecista y fueron “izquierdistas” o “comunistas”, una etiqueta que abrazaron como identificación del momento para su postura anti-dictatorial y que luego les acompañó por el resto de sus vidas. En cambio otro de mis tíos, Leopoldo, siempre fue catalogado como de derecha, como conservador. No insurgió activamente contra Gómez sino que se dedicó a estudiar, a graduarse de médico y a sostener, por algun tiempo, al resto de la familia, actividades muy zanahorias que generalmente se asocian con el “derechismo”.
Extrapolar la etiqueta de “izquierdista” al presente venezolano para definir a alguien anti-dictatorial y amante del progreso es un craso error. Los izquierdistas generalmente admiran la revolución Cubana, la cruel y regresiva dictadura de 45 años impuesta por Fidel Castro en su país. Como pueden hacerlo y llamarse “izquierdistas” es dificil de entender. No es fácil, por ejemplo, encontrar alguien más “conservador” que Fidel Castro, quien ha “conservado” el poder absoluto en la pobre Cuba por más de cuatro décadas. Los verdaderos revolucionarios y progresistas son quienes creen que el poder debe alternarse con frecuencia, so pena de vernos sometido a la bota de un tirano. Llamarse “izquierdista” y apoyar la farsa chavista es también dificil de entender. Chávez es un fascista y un militarista. Que tiene que ver esa tragicomedia autoritaria e ignorante con las ideas centrales de progreso social y de libertad?
Siempre me he considerado un “conservador” y desde hace años lo hago sin sentirme avergonzado o culpable. En Venezuela la tentación de permanecer en el “closet” del derechismo siempre ha sido grande, ya que los artistas, los intelectuales, generalmente se etiquetan de “izquierda” y uno no quisiera sentirse excluído de ese círculo admirado, cuando no bonchón, como el de la República del Este. Sin embargo, llega el momento en el cuál uno se pregunta si todo ello no es simplemente una superchería y una actitud hipócrita ante la vida. Los “izquierdistas” de Los Teques, donde crecí, resultaron ser, en su gran mayoría (con excepción de Manuél Mota y el poeta Toro), una cuerda de borrachos, parranderos y jugadores, quienes se robaban las mujeres los unos a los otros, pero tenían una auréola de simpatía y desenfado de la cuál carecían quienes se dedicaban a trabajar de ocho a cinco, educarse bien y responder a las responsabilidades familiares y sociales. Todos queríamos ser de “izquierda”, sin darnos cuenta de que quienes sostenían el peso de las familias y enfrentaban la relidad de la vida eran los “derechistas”. Me declaré “derechista” un dia que me negué a protestar contra un maestro en mi escuela. Lo consideraban muy “exigente” y se negaron a sentarse en su clase. Yo entré y me senté y me convertí en traidor y “derechista”. Desde entonces llevo esta etiqueta.
Que es ser un conservador? Hay algunos lineamientos que tratan de explicar la diferencia entre los conservadores y los “revolucionarios”. Los conservadores, se dice, no creen en una economía estatificada o en una planificación ferreamente centralizada sino en dejar la economía en manos privadas. Yo estoy de acuerdo con eso. Creen en la democracia, no el autoritarismo y también estoy de acuerdo con eso. Creen que lo que funcione bien debe ser conservado y que lo que no funcione bien debe ser reformado, en lo cuál también estoy de acuerdo. No estan de acuerdo con el aborto, yo tampoco. Piensan que todos debemos recibir igual oportunidad en la vida y que mucha de esa oportunidad debe venir como resultado de nuestros esfuerzos, lo cuál me parece correcto. De resto, participo de inclinaciones que generalmente se asocian con los “izquierdistas” o, aún, revolucionarios. Me gusta proteger y “conservar” la naturaleza y el medio ambiente. No creo en el racismo o en el machismo. Me declaro incapaz de decidir si existe un Dios religioso. Al leer "La Montaña Mágica" de Mann me identifico más con Settembrini que con Naphta. Me gusta el buen vino y me encantan las mujeres.
Tiene que crearse una mejor forma de catalogarnos.
Sr. Coronel, equivocadamente pensaba que ud. era de ideología social cristiana o socialdemócrata, -disculpeme el error- me alegra saber que es de "derecha" -como se etiqueta- y es que en Venezuela hay que empezar a dar a cononocer que es el liberalismo -siempre asociado a la derecha- porque es increible que hoy día, con lo fácil que es tener acceso a la información, la gente siga enpeñada en votar o desarrollar el socialismo; sistema político económico fracasado en cada país que lo ha adoptado, y no hablemos del comunismo, sistema asesino y opresor de pueblos. Yo soy de derechas -lo digo sin ningún complejo- si se quiere o mejor dicho liberal, y creo firmemente en que el "capitalismo" sacaría al pueblo venezolano de la miseria y la ignorancia en que lo han sumido los gobiernos socialdemócrata (AD), socialcristiano (COPEI)aunque soy adverso a cualquier tipo de estos socialismo (desde el ligth al hard) y critico a los de la "4ta" se que en esos partidos (AD y COPEI) hubo gente decente. Ahora a Venezuela la está liquidando el comunismo del felón Chávez, . La izquierda es maestra en propaganda y manipulación de débiles mentales, ahí tenemos al nazi Goebbels y su metodología adoptada por cualquier regímen de izquierda, vea como las sandeces de los gallineros verticales, los paños calientes de las misiones, el uso de franelas rojas, el satélite controlacomunicaciones y censura información, etc. son elementos manejados tan eficazmente que el chavista de a pie, cree que Venezuela es un portento, los afectos al régimen son dirigidos como un verdadero rebaño mular. Generalmente el izquierdista de “a pie” es; flojo, carente de iniciativa, evade el trabajo, es borracho y bonchón –en exceso- poe eso desfiende su sistema. Estos sujetos en un sistema capitalista están jodidos, no hay subvenciones, ni ayudas y hay que trabajar, aquí surge el hombre trabajador, con creatividad e iniciativa, el hombre libre que no le debe nada a nadie.
ResponderEliminarA socram le queda como anillo al dedo el mote de pitiyanqui,no te da verguenza ser tan arrastraado como lo demuestras en ese comentario,con razon eres aliado de coronel,dos almas locas y perdidas sin rumbo,les espera el futuro que tiene bush,ni dios se apiadara de sus almas enfermas y debiles
ResponderEliminar"Nuestro lider"
ResponderEliminar"el máximo lider"
"muestro comandante"
"daremos la vida por nuestro comandante"
etc. etc... etc..
Estas son expresiones propias de un arrastrao jalabolas y servil "pitycastro" además que denota cierto grado de discapacidad mental.
Pero comprendo tu srvilismo, Chávez te ha tenido que dar un puesto que jamas hubieras logrado por mérito propio. Pobre infelíz
mira socram por que fracaso la economia de tu bueno del pais donde lamentas no haber nacido, (usa) sera por que eran socialistas y por eso estan qwuebrados arrastrando asi a muchos paises de america del sur?
ResponderEliminartu eres el que con todos esos titulos que te pones no eres nadie sabes por que por que ase fue la cuarta donde tu tenias un p uesto que por merito propio no eres capaz de conseguir y como llego el comandante no te queda mas que escribir estas pobres lineas mediocres y tan recortadas como tu intelecto, pobre infeliz acomplejado y yo prefiero ser a la surda mas que diestra viva fidel el che chavez no volveran pitiyanquis
Mira bobolución, creo que eres la otra personalidad de anónimo. Anónimo no finges bien cuando escribes como "bobolución" estan descubierto. (te confieso que me gusta más bobolición como pseudónimo, te retrata)
ResponderEliminarPero vamos al tema bobolución, - mi hermano- el sistema económico capitalista no ha fracasado, por mucho que lo quiera Chávez y tu, lo que pasa es que como en todos lados hay unos vivos y sinvergüenzas que procedieron de mala manera, pero esto se va a depurar, y el sistema politico_económico liberal saldrá fortalecido y continuará sacando a países de la miseria, No como el sistema comunista que cayó dejando pobreza, ignorancia y asesinados. Lamentablemente este sistema lo recupera un personaje como Chávez que se sostiene en una cuerda de ignorantes que, por su voto reciben limosna y promesas, siempre seguirán siendo pobres mientras el comunismo (o socialismo) los domine.
Se me olvidaba bobolución, como adivino te mueres de hambre, jamás he trabajado para ningún gobierno.
ResponderEliminarVISTE QUE NO TIENES VIDA POBRE PITIYANQUIPEORRO NO MUDATE PARA EL NORTE QUE ALLA VIVES MEJOR POR QUE POR LO QUE VEO EN TU PERFIL ESTAS DECREPITO YA Y A LA REVOLUCION Y AL SOCIALISMO Y HA chavez le quedan como treinta años y yo creo que para entonces tu no matriculas asi que no te des mala vida viva chavez
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