EDITORIAL DE http://www.analitica.com/
Los niños indígenas
Una niña de tres años, de la etnia eñepa, murió en el terminal de La Bandera en brazos de sus padres, de 18 años el padre, de 14 años la madre. Murió porque a falta de dinero y de alquien que los ayudara, tuvieron que darle como improvisado "tetero" un jugo envasado en cartón comprado en una tienda y que, aparentemente estaba en mal estado. La familia había viajado desde Caicara del Orinoco a tratar de conseguir algún dinero vendiendo artesanías. "Lo que pasa es que allá no hay trabajo ni nada y necesitamos comer", explicó el adolescente padre a los funcionarios del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas que, piadosamente, pagarán los gastos de traslado del cadáver a su lugar de origen.
¿Se imaginan ustedes el cuadro?
Un padre muchacho de 18 años, una madre niña de 14, una hija de 3 que, si hubiera estado medianamente bien alimentada, posiblemente hubiera sufrido una intoxicación pero no la muerte por un jugo en mal estado. ¿Dónde estaba el flamante ministerio -y todo el gobierno- para ayudar a esta familia de niños donde debieron haberlos ayudado, allá en Caicara del Orinoco? ¿Para qué sirve ese ministerio si los indígenas siguen, tras diez años de revolución socialista y con unas cenizas imaginarias de Guaicaipuro en el Panteón Nacional, viviendo más que la misma eterna tragedia, una peor? Y, pregunta obligada, ¿dónde estaban el Ministro Samán y su Indepabis que tánto vigila a Polar y otras empresas, pero permite que en sus narices sean vendidos alimentos en mal estado?
Socialismo, tal como lo entiende la gente, es el sistema que distribuye, que ayuda, que resuelve. Es decir, lo contrario a lo que ha logrado, por debajo de las promesas y las franelas y alardes rojos, el gobierno de Chávez.
Una niña de tres años, de la etnia eñepa, murió en el terminal de La Bandera en brazos de sus padres, de 18 años el padre, de 14 años la madre. Murió porque a falta de dinero y de alquien que los ayudara, tuvieron que darle como improvisado "tetero" un jugo envasado en cartón comprado en una tienda y que, aparentemente estaba en mal estado. La familia había viajado desde Caicara del Orinoco a tratar de conseguir algún dinero vendiendo artesanías. "Lo que pasa es que allá no hay trabajo ni nada y necesitamos comer", explicó el adolescente padre a los funcionarios del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas que, piadosamente, pagarán los gastos de traslado del cadáver a su lugar de origen.
¿Se imaginan ustedes el cuadro?
Un padre muchacho de 18 años, una madre niña de 14, una hija de 3 que, si hubiera estado medianamente bien alimentada, posiblemente hubiera sufrido una intoxicación pero no la muerte por un jugo en mal estado. ¿Dónde estaba el flamante ministerio -y todo el gobierno- para ayudar a esta familia de niños donde debieron haberlos ayudado, allá en Caicara del Orinoco? ¿Para qué sirve ese ministerio si los indígenas siguen, tras diez años de revolución socialista y con unas cenizas imaginarias de Guaicaipuro en el Panteón Nacional, viviendo más que la misma eterna tragedia, una peor? Y, pregunta obligada, ¿dónde estaban el Ministro Samán y su Indepabis que tánto vigila a Polar y otras empresas, pero permite que en sus narices sean vendidos alimentos en mal estado?
Socialismo, tal como lo entiende la gente, es el sistema que distribuye, que ayuda, que resuelve. Es decir, lo contrario a lo que ha logrado, por debajo de las promesas y las franelas y alardes rojos, el gobierno de Chávez.
ESte castrocomunismo nos esta matando coronel,ven a ver de cerca las necesidades y los beneficios que ahora tienen los indigenas nuestros,pero eso es mucho pedirle a un activista comunitario(a cual comunidad has atendido) que hace su trabajo desde una computadora.
ResponderEliminarNO VOLVERAN PITIYANQUITOS ARRASTRADOS PARGOLETES