Declaro, efectivo de inmediato, boycott total contra el whisky Johnnie Walker

Por muchos años he tomado whisky, generalmente el escocés que llaman mezclado, de doce años. Mi favorito siempre fué el Old Parr, aunque ahora no lo consigo donde vivo, en Virginia, USA. También me gusta el Chivas Regal, aunque menos, y cuando no encuentro ninguno de estos dos generalmente pido un Johnnie Walker, etiqueta negra. Recientemente me regalaron un whisky, escocés también, pero no mezclado, de 15 años, llamado Balveni, que me pareció, como diría J. V. Rangel “demasiado delicioso”, pero es muy costoso. Vale entre $55 y $60 la botella, dependiendo del sitio donde se compre (más barato en Maryland que en Virginia).
Cuento esto para ilustrar el hecho que soy un antiguo tomador de whisky. Sin embargo, estoy declarando en este momento un total boiycott contra la casa Johnnie Walker. No porque su whisky sea malo sino porque su departamento de comercialización es rudo y estúpido. Resulta que en mi hotmail.com, al abrirlo, tengo ahora, a mano derecha de la pantalla, un aviso de Johnnnie Walker, etiqueta azul (nunca lo compro, es carísimo). Y resulta que cada vez que voy a leer un mensaje el fulano aviso se corre hacia la izquierda de la pantalla y, zuás, me tapa el mensaje. Esto ocurre una y otra vez y me tiene al borde, o, como dicen en Maracaibo, esto ya me tiene el ciruelo lleno e’ pepas.
El aviso, la propaganda de Johnnie Walker está violentando mis derechos, no me deja leer mis mensajes en paz. No he podido encontrar una dirección de estos genios para decirles lo que me pasa. Por ello, he tomado la decisión de suspender indefinidamente la adquisición de Johnnie Walker. Ellos se darán cuenta dentro de un par de meses, cuando vean la merma en sus ingresos en USA.
El boycott, sobretodo en la escala en la cuál lo aplicaré, es el arma más efectiva contra los abusadores.