Sr. General Agüero:
Nada hacía suponer que usted terminaría por ser el símbolo de un ejército venezolano profundamente prostituído. Su hoja de servicios no exhibía nada más excitante que el papel de interventor del INAVI, una tarea no precisamente heróica. Sin embargo, usted comenzó a destacar por encima de la masa castrense plegada a un proyecto político y violatoria de la constitución, cuando, como agregado militar de Venezuela en la Bolivia de Evo Morales, fue puesto a cargo de efectivos del Grupo 10 de Operaciones Especiales de la Aviación venezolana que coordinaban un plan de evacuación de Evo Morales, en caso de que ello fuera necesario. En reunión celebrada en la embajada de Venezuela en La Paz, en septiembre de 2007, presidida por Julio Montes, jefe de la misión diplomática y a la que asistió usted como agregado militar; el coronel (Av) Manuel Silva, agregado aéreo; el teniente coronel (Av) Edwin Calderón, jefe de la misión aérea presidencial, y funcionarios de la Disip, se planificó una acción que hubiera representado, de haberse llevado a cabo, una abierta intervención chavista en los asuntos internos de Bolivia.
Luego, en 2009, usted fue, que yo sepa, el único militar activo venezolano que firmó un manifiesto público de apoyo al sandinismo y al presidente Daniél Ortega, mejor conocido por ser el violador de su propia hijastra. Esa firma pública de apoyo también fue violatoria de su condición de militar activo.
A fines del pasado año usted llevó a cabo una acción que lo catapultó en la jerarquía militar chavista: llevó a cabo la voladura de dos puentes “estratégicos” entre Colombia y Venezuela. Según la versión del régimen esos dos puentes eran utilizados por narcotraficantes para traer droga a Venezuela. Según la versión ciudadana eran dos puentecillos de peatones, usados esencialmente por niños quienes iban de un país a otro a la escuela o por vecinos de aldeas a ambos lados de la frontera. Su actuación no se pareció en nada a la de un Patton o un Rommel. Fue una acción más parecida a las anárquicas escaramuzas zamoranas del Siglo XIX.
Ahora, cada vez más ansioso de ganar puntos con el déspota, usted ha violado el Código Etico Militar venezolano de una manera impúdica. En un acto público en San Cristóbal ha presentado las fotos de tres generales del ejército venezolano tapadas con tela negra y adornadas de calaveras, el símbolo de la muerte. Ha pintado usted en esas telas la palabra traidor, denigrando de sus colegas y quebrantando todas las reglas del decoro militar. Como bien lo ha dicho el gobernador del Táchira, César Pérez Vivas, usted se ha comportado como un nazista y “un político de cuarta categoría”. .
Su agresión a oficiales de la fuerza armada venezolana es particularmente despreciable porque ha sido hecha para ganar puntos ante el déspota y porque todo lo que usted puede objetar sobre esos generales es que no comparten sus inclinaciones por la adulación.
Como podrá usted alegar ante los tribunales que “solo obedecía órdenes”, cuando el código militar le obliga a desconocer órdenes que atenten contra la constitución y las leyes de la república? Como podrá usted justificar ante sus compatriotas el haberse plegado al proyecto dictatorial de un presidente que ha traicionado su mandato democrático? Al hacerlo usted se ha convertido en un militar-político, abandonando su condición de “soldado de la patria”.
Decimos que usted se ha convertido en el símbolo de la prostitución de nuestro ejército porque se niega a llevar a cabo su trabajo de defensa del órden en la región donde usted es jefe militar, solo porque el gobernador de esa región no comparte sus fanáticas ideas políticas. Esta actitud debería ser suficiente para removerlo a usted de inmediato de su posición. Pero esto no sucederá en una Venezuela donde los principios han sido echados al cesto de la basura por el régimen.
Con generales como usted el ejército de Venezuela ya perdió la batalla por una patria digna..
Nada hacía suponer que usted terminaría por ser el símbolo de un ejército venezolano profundamente prostituído. Su hoja de servicios no exhibía nada más excitante que el papel de interventor del INAVI, una tarea no precisamente heróica. Sin embargo, usted comenzó a destacar por encima de la masa castrense plegada a un proyecto político y violatoria de la constitución, cuando, como agregado militar de Venezuela en la Bolivia de Evo Morales, fue puesto a cargo de efectivos del Grupo 10 de Operaciones Especiales de la Aviación venezolana que coordinaban un plan de evacuación de Evo Morales, en caso de que ello fuera necesario. En reunión celebrada en la embajada de Venezuela en La Paz, en septiembre de 2007, presidida por Julio Montes, jefe de la misión diplomática y a la que asistió usted como agregado militar; el coronel (Av) Manuel Silva, agregado aéreo; el teniente coronel (Av) Edwin Calderón, jefe de la misión aérea presidencial, y funcionarios de la Disip, se planificó una acción que hubiera representado, de haberse llevado a cabo, una abierta intervención chavista en los asuntos internos de Bolivia.
Luego, en 2009, usted fue, que yo sepa, el único militar activo venezolano que firmó un manifiesto público de apoyo al sandinismo y al presidente Daniél Ortega, mejor conocido por ser el violador de su propia hijastra. Esa firma pública de apoyo también fue violatoria de su condición de militar activo.
A fines del pasado año usted llevó a cabo una acción que lo catapultó en la jerarquía militar chavista: llevó a cabo la voladura de dos puentes “estratégicos” entre Colombia y Venezuela. Según la versión del régimen esos dos puentes eran utilizados por narcotraficantes para traer droga a Venezuela. Según la versión ciudadana eran dos puentecillos de peatones, usados esencialmente por niños quienes iban de un país a otro a la escuela o por vecinos de aldeas a ambos lados de la frontera. Su actuación no se pareció en nada a la de un Patton o un Rommel. Fue una acción más parecida a las anárquicas escaramuzas zamoranas del Siglo XIX.
Ahora, cada vez más ansioso de ganar puntos con el déspota, usted ha violado el Código Etico Militar venezolano de una manera impúdica. En un acto público en San Cristóbal ha presentado las fotos de tres generales del ejército venezolano tapadas con tela negra y adornadas de calaveras, el símbolo de la muerte. Ha pintado usted en esas telas la palabra traidor, denigrando de sus colegas y quebrantando todas las reglas del decoro militar. Como bien lo ha dicho el gobernador del Táchira, César Pérez Vivas, usted se ha comportado como un nazista y “un político de cuarta categoría”. .
Su agresión a oficiales de la fuerza armada venezolana es particularmente despreciable porque ha sido hecha para ganar puntos ante el déspota y porque todo lo que usted puede objetar sobre esos generales es que no comparten sus inclinaciones por la adulación.
Como podrá usted alegar ante los tribunales que “solo obedecía órdenes”, cuando el código militar le obliga a desconocer órdenes que atenten contra la constitución y las leyes de la república? Como podrá usted justificar ante sus compatriotas el haberse plegado al proyecto dictatorial de un presidente que ha traicionado su mandato democrático? Al hacerlo usted se ha convertido en un militar-político, abandonando su condición de “soldado de la patria”.
Decimos que usted se ha convertido en el símbolo de la prostitución de nuestro ejército porque se niega a llevar a cabo su trabajo de defensa del órden en la región donde usted es jefe militar, solo porque el gobernador de esa región no comparte sus fanáticas ideas políticas. Esta actitud debería ser suficiente para removerlo a usted de inmediato de su posición. Pero esto no sucederá en una Venezuela donde los principios han sido echados al cesto de la basura por el régimen.
Con generales como usted el ejército de Venezuela ya perdió la batalla por una patria digna..
es lógico que no haya comentarios en estos artículos, se que solo le sirven para drenar y destilar ese veneno del que están llenos casi tod@s l@s escuálid@s que como ud están resentid@s por haber perdido sus privilegios,pero lo que mas les arde, es que con generales como el camarada aguero, ya uds no pueden aspirar a ninguna aventura golpista desde las filas militares.
ResponderEliminargracias, artículos como este nos sirven para saber que tenemos generales patriotas comprometidos con el pueblo y su proyecto de liberación, y no esos vendidos al imperio yanki y asesinos y torturadores de camaradas revolucionarios, como los que uds anhelan, pero seguirán consumiéndose en su miseria humana esperando que los tiempos de la canalla vuelvan, pues este proceso ya no lo para nadie, y menos desde un computador en la comodidad de una sala, con la nevera al alcance de la mano. rogamos a dios que les de vida para que se sigan mordiendo el estómago mientras ven como la desigualdad se deshace progresivamente al calor de la construcción colectiva hermosa de los excluídos de siempre junto a su comandante, y sus militares resguardando este proceso. viva la revolución carajo, y vivan los militares y el pueblo conciente.
lo que no soportan es que el se alla ganado ese puesto y ustedes no.
ResponderEliminarhoy en dia, todos sabes que todavia hay militares que piensa que ya venezuela cambio ...que tenemos militares llenos de sangre del libertador..donde haran su trabjos a pesar de las criticas llenas de veneno...esas cosas no las tememos para nada.....
ResponderEliminarlas personas como el general eusebio aguero.. son lideres de respetar y admirar por su gran trayectoria y profesionalismo... NO VOLVERANNNNN...
Venezuela cambio para siempre...
licda. laura de piña