Grupo armado asalta y ocupa ilegalmente la finca Las Carolinas, propiedad de Diego Arria

Lider de las fuerzas de asalto a La Carolina es entrevistado por la TV.

En el estado Yaracuy específicamente en la hacienda ‘La Carolina’, el vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Elías Jaua inspeccionó el lugar que fue invadido horas antes por un grupo fuertemente armado.
Jaua, representante del grupo armado que asaltó la propiedad de Arria, afirmó que lo habían hecho porque “no se encontraron registros de la cadena titulativa, por ende la finca no pertenece a Diego Arrias, aseveró sonriente. Tampoco se encontraron cables enterrados, por lo que pensamos que uilizaban telégrafo inalámbrico, dijo Jaua.
Jaua aseguró que desde ahora van a convertir esas tierras en un "centro técnico". Hasta ahora, confesó, La Carolina solo producía cítricos, café y leche de excelente calidad, además de darle trabajo a 40 padres de familia. Sin embargo, agregó, la propiedad no tiene sabor ni acento revolucionario y quen dice ser su dueño es un tipo que se la pasa hablando mál de la revolución.
Aunque Jaua no se pronunció en este sentido, se piensa que La Carolina será un night club después que caiga la tarde, de igual manera a la sede del PUSV en un pueblo de Mérida, que de día es usado para la política pero de noche se convierte en burdel. Le “estamos devolviendo al pueblo lo que es del pueblo”, acotó.

El grupo de asaltantes alega que el ciudadano que “dice ser ocupante” de esta finca, Diego Arria, solo tenía 21 años de haberla adquirido de la familia Chapellín. Arria dice poseer, agregó el jefe de la banda armada, papeles de propiedad válidos desde 1850, pero, pregunto, que pasó antes de 1850? Ah?
Agregó: Le doy 23 días para “presentarse ante las oficinas del Instituto Nacional de Tierras“, para comprobar titularidad sobre La Carolina. Si no, nos quedamos con esa vaina.

En torno a las condiciones de los trabajadores de la hacienda, el jefe de la banda aseguró que existe una “explotación ya que trabajan nueve horas y media “, lo cual está por encima de la jornada laboral revoluionaria que es de cinco horas en PDVSA (tres en Guayana) .

Asimismo, el Vicepresidente ofreció el apoyo a los trabajadores de la finca diciéndoles que “tienen garantizados sus puestos de trabajo ahora con el gobierno bolivariano”. Agregó que la revolución paga bien, a tiempo, se ocupa del ser humano como no se ocupaba Arria.

En ese momento le fueron a preguntar donde pasaría la noche. Aquí, en La Carolina. Yo soy del pueblo. Por lo tanto esto es mío.