Las dos grandes vertientes de la corrupción son la política y la burocrática. En nuestro país ellas se unen en Petróleos de Venezuela, para constituír un inmenso caudal de hiper-corrupción que inunda a todo el régimen. Por eso es que la mafia estructurada por Rafaél Ramírez debe ser sacada de ese organismo, aunque ya parece ser demasiado tarde para salvarlo.
La corrupción es la forma perversa de relación entre el sector público, es decir, el estado y la sociedad. Ha sido definida de muy diversas maneras pero, en corto, puede definirse como el abuso del poder público para el beneficio personal o privado. El fenómeno existe esencialmente en la zona de interacción entre los sectores públicos y privados, de manera similar a como los terremotos existen en las zonas de contacto entre dos placas tectónicas. La corrupción es el equivalente de un terremoto moral.
Las diversas formas de corrupción incluyen: el soborno, el fraude, la extorsión, la apropiación indebida, el favoritismo y el nepotismo. Yo digo que en la PDVSA de Chávez y Ramírez se han visto ejemplos de corrupción de todas estas variantes arriba mencionadas. Cuando un contratista debe pagar una comisión para que el funcionario de la empresa le cancele su deuda, allí hay soborno. Cuando se manipula y se distorsiona la verdad sobre un contrato lesivo a los intereses de la nación, allí hay fraude. Cuando se le exige a un contratista bajar sus precios so pena de ser confiscado, allí hay extorsión. Cuando se roban los dineros de la empresa o se usan sus bienes para hacer política o para beneficio personal, allí hay apropiación indebida. Cuando se favorece a un contratista para darle contratos sin licitación, allí hay favoritismo. Cuando la suegra o la esposa o el tio son empleados por la empresa, allí hay nepotismo.
Una investigación detallada de la corrupción en PDVSA arroja múltiples casos de todas esas perversiones. Pero en aras de la brevedad me referiré a dos, las cuales se relacionan con el sector de la exploración y la producción. Una se reveló durante la comparecencia del entonces Director de PDVSA Luis Vierma ante la Asamblea Nacional, en Julio 2007. Durante esa comparecencia el Director Luis Vierma, en su intento de escapar responsabilidades, involucró a toda la Junta Directiva en un contrato otorgado sin licitación a una empresa fantasma de un solo empleado, llamada Constructora InterBolivariana, empresa a la cual PDVSA le adjudicó un contrato de perforación de unos US$70 millones. Esta adjudicación fue hecha, según admitió Vierma, por odenes de la Junta Directiva, cuyo presidente es Rafaél Ramírez. Por supuesto eso no exime a Vierma de responsabilidad puesto que nadie debe firmar un contrato sin saber lo que está firmando o en violación de las reglas de la empresa. Pero Vierma estaba en lo correcto al decir que allí la responsabilidad era primero que todo del presidente Ramírez, así como de las comisiones de la junta directiva que supervisan estas transacciones y de la asesoría legal de la empresa que le pone sus iniciales a cada página del contrato.
El otro ejemplo es más reciente y se refiere al contrato de arrendamiento de la gabarra Aban Pearl, al cual me he referido en gran detalle en cuatro recientes escritos publicados en mi blog www.lasarmasdecoronel.blogspot.com y en www.noticierodigital.com , además de haber aparecidos en www.petroleumworld.com y www.analitica.com entre otras publicaciones y en una entrevista dada a Andres Rojas Jiménez en El Nacional. Esta contratación muestra indicios de fraude, de apopiación indebida, de sobornos y de favoritismo y parece involucrar a un grupo importante de contratistas y burócratas, conocidos o por conocerse, de PDVSA. Algunas de las preguntas que debemos hacer en torno a esta contratación incluyen: (1), quien autorizó este contrato con una empresa intermediaria que parece ser de maletín? ; (2), Por que se contrata con una contratista sin capital para responder por el inmenso monto del contrato, existiendo la cierta posibilidad de contratar con el dueño directamente? , (3), cual es el monto del sobreprecio en este contrato?, (4), Quienes están detrás de la empresa intermediaria?; (5), Por que se pagó una cantidad indebida para el traslado del equipo a Venezuela?, (6), por qué se hunde la gabarra?; (70, Que aseguradora está involucrada en este siniestro? ; (7), Por qué Chávez encubre a Ramírez? (8), por qué no se ha investigado a la empresa registrada en Panamá que aparece como dueña de la empresa intermediaria, con un capital de apenas US $ 10.000, cuando es dueña de un contrato de US$1300 millones?
La responsabilidad penal por un hecho de esta magnitud ciertamente nos lleva a la Campiña pero llega hasta Miraflores. Aquí está en el tapete la reputación ya semi-destruída de la directiva de PDVSA y, también, la credibilidad y honestidad del jefe del estado, quien llegó a la presidencia haciendo toda clase de promesas para acabar con la corrupción.
Y notarán ustedes que ni siquiera he mencionado el caso horroroso, intolerable, de los 120 millones de kilogramos de comidad podrida, cuya responsabilidad es exclusiva de Rafaél Ramírez, su mafia de PDVAL y Bariven y los asesores Cubanos. Todos ellos deben ser enjuiciados y castigados severamente. Por que Chávez mantiene silenio frente a este inmenso crimen? Por qué protege a los malandros? La respuesta es sencilla y debería llevar a una crisis de gobierno de magnitud tal que obligaría a la renuncia de quien tuviera algun resto de decencia.
Estimado Sr. Coronel, Necesito hablar con Ud para tratar asunto que puede beneficiarnos. Todo bajo las leyes nacionales e internacionales.
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Mi correo es escapat2005@gmail.com
gracias