20 años después, no la novela de Dumas, sino la unificación del campo gasífero Loran-Manatee entre Trinidad y Venezuela.

La noticia del diario Trinidad Guardian del 13 de Agosto de 2010:
http://guardian.co.tt/business/business/2010/08/13/cross-border-signing-monday , informó de la visita de una delegación de cuatro miembros del ministerio de la energía de Trrinidad-Tobago a Venezuela para firmar el convenio de unificación del campo de gas Loran- Manatee, el cual se extiende a través de la frontera marítima entre los dos países. La ministra de Energía de Trinidad-Tobago anunció esta firma como la culminación de discusiones y negociaciones que han durado la bicoca de 20 años.
En base al convenio el 74 por ciento de las reservas del campo serán de propiedad venezolana y el 26 por ciento restante pertenecerá a Trinidad-Tobago. Los socios tendrán que convenir en un operador para la unidad. Las reservas probadas, según la firma Ryder Scott, son de unos 1,2 billones de piés cúbicos (trillones ingleses, es decir, un 10 seguido de doce ceros). Después de la firma se iniciaría el desarrollo del campo.
Este parece ser el primer caso de unificación de un yacimiento de hidrocarburos binacional. Las discusiones técnicas estuvieron a cargo de Petrotrin, el ministerio de Energía de Trinidad-Tobago, PDVSA y el ministerio de Energía de Venezuela.La empresa Chevron está activa en ambos lados geográficos del yacimiento. En 2002, hace ocho años, el convenio se encontraba listo en un 60 por ciento y en 2005 estaba 99 por ciento listo para su firma pero aún transcurieron cinco años más para su finalización.

La base del convenio es el tratado de delimitación de áreas marinas y submarinas del 18 de Abril de 1990.

Según este tratado, en su artículo siete, se estableció el mecanismo a ser utilizado si un yacimiento mineral se extendiese a través de la línea de delimitación entre ambos países. El artículo ocho obligaba a cada parte a mantener a la otra parte en conocimiento de cualquiera actividad exploratoria o de producción que se realizara en su territorio, dentro de los 500 metros de la línea de delimitación.

En 2002 se habían adelantado mucho las conversaciones.

En octubre de 2002 loa dos gobiernos habían convenido en unificar yacimientos de hidrocarburos comunes. El campo Loran, en territorio venezolano, estaba incluído en ese convenio. En esa ocasión el convenio fue firmado por Knowlson Gift, el canciller trinitario y Roy Chaderton, por Venezuela. Aparentemente el acuerdo se firmó días después, a pesar de que el vice-ministro de Energía de Venezuela, Bernardo Alvarez, había dado declaraciones de enecndido tono nacionalista sobre el no- uso de gas venezolano por parte de Trinidad. Alvarez afirmó que cualquier gas del campo Loran sería utilizado en un proyecto de GNL venezolano, nada de darlo a Trinidad.
El campo de gas Loran fue descubierto por Petróleos de Venezuela en la década de 1980. La historia del desarrollo o falta de desarrollo del campo se extendió por largos años. Años después de su descubrimiento el campo todavía estaban en proceso de asignar bloques de exploración en el área y la inversión había sido bastante pequeña.

En 2006 el director de la PDVSA chavista, Eulogio del Pino, decía que esos yacimientos de gas eran venezolanos y que no había que unificarlos con Trinidad. Se apoyaba en mapas y levantamientos sísmicos elaborados por sus técnicos. Sin embargo, en 2007 se firmó otro convenio para unificar el yacimiento Loran (Venezuela) y el yacimiento Manatee (Trinidad), el cual se basó en pozos perforados por Chevron en la parte trinitaria, los cuales establecieron la continuidad hasta Trinidad de las arenas productoras en la parte venezolana.

Convenio favorece a Venezuela.

Este convenio es bienvenido porque es la manera técnica y civilizada de desarrollar yacimientos comunes a dos países. Favorece a Venezuela porque permite avanzar el desarrollo del campo, lo cual no hubiera sido posible si PDVSA sola hubiese tenido que hacerlo, dada su lastimosa situación financiera, gerencial y técnica actual. Con un convenio de unificación existente el desarrollo del campo puede ser llevado a cabo de manera más expedita.
Sin embargo, como en todos los convenios de este tipo, la distribución de costos estará basada en la distribución de la producción, todo de acuerdo a los porcentajes de reservas probadas que posea cada una de las partes. Esperemos que PDVSA cumpla con su parte del acuerdo, para beneficio de nuestro buen nombre y de los intereses nacionales. Esto hay que decirlo porque, lamentablemente, PDVSA no ha sido responsable en el cumplimiento de sus compromisos internacionales desde que está manejada por Hugo Chávez.