Ha visto usted alguna vez un país democrático en el cual el presidente tenga guardaespaldas extranjeros, mantenga miles de desempleados convertidos en milicia armada y se ufane de tener un grupo de tres mil mujeres, verdaderas cuaimas, cuya misión única es “protegerlo”?
Ha visto usted algún país donde el presidente corta abruptamente, cada vez que le sale del paltó, programas regulares de televisión y radio para contarle a la población que tuvo retortijones intestinales que lo pusieron a sudar frío?
Algún país donde el presidente dice que “no le voy dar dinero a los gobernadores de la oposición ni al hospital manejado por la oposición?”, como si el dinero fuese propiedad de él y no de la nación?
Algún país donde el presidente en televisión regala $30 millones de dólares a un amigo boliviano porque se siente generoso? Algún país donde el presidente paga parte de los sueldos de burócratas extranjeros (nicaraguenses) o regala el petróleo que le pertenece a la nación a líderes ideologicamente afines (Castro)?
Hay un país así, Venezuela. Pero dista mucho de ser democrático. Venezuela es un país manejado por un dictador mentalmente desequilibrado, apoyado en las armas de un ejército prostituído y en una parte de la población que vive de limosnas dadas con dinero ajeno. Esto lo convierte, según el diccionario, en un ladrón, pués distrae dinero de la nación para favorecer a sus seguidores. Quitarle al todo para darle a una parte es un crimen de apropiación indebida.
Chávez debería estar en prisión, ya que la naturaleza malandra de su regimen está más que bien documentada. El mismo lo admite, hasta con orgullo, como hemos visto arriba. Es también un acto de malandraje permanecer indiferente ante la corrupción galopante que caracteriza a sus colaboradores. O es que la corrupción imperante en PDVSA, en el sector financiero y bancario, en el sector alimenticio, en el sector eléctrico y en la CVG, para hablar de las joyas de la corona, puede pasar inadvertida?
Es hora de decir abiertamente que Chávez no es un presidente legítimo y que no puede ser tratado como tal. La legitimidad en el poder no es el simple producto de una elección (poco transparente). Es fundamentalmente el producto del comportamiento post-electoral. Alguien elegido sobre la base de una promesa que luego se dedica a hacer lo contrario pierde su legitimidad. O es que un esposo es legítimo porque tiene un certificado de matrimonio aunque le pegue a su mujer y a sus hijos?
Chávez está al margen de la legitimidad y no puede ser reconocido por los amantes de la democracia, la libertad y las leyes como un presidente legítimo sino como alguien que ha usurpado el poder legítimo. Las instituciones que lo apoyan son cómplices de su ilegitimidad y deberán responder por ello ante la justicia. Sobretodo las fuerzas armadas, las cuales se escudan detrás de un concepto de obediencia militar que no existe en el mundo legal y ético.
"Chávez debería estar en prisión,..."
ResponderEliminar...o por lo menos en un hospital psiquiátrico ¿no?
Kati