Transcripción preliminar de su discurso.
Agencia de Noticias VeneCoba, ANV
Querido Camarada Muammar, Libios y Libias, oprimidos y oprimidas todos y todas del planeta: Hoy me siento árabe, como ya me sentía en mis años mozos barinenses, cuando usaba una especie de turbante para protegerme de aquel sol implacable de mi pueblo, el mismo sol que nos alumbra en esta Trípoli que fue romana, italiana y ahora musulmana.
Concurro ante ustedes brevemente, porque tengo el earbus esperándome, a recibir este doctorado en Ciencias del Conocimiento Humanista. A estas ciencias les he dedicado largos años de estudio y reflexión, primero desde mis años como cadete en la escuela militar de mi país, esa casa que vence las sombras y luego, desde mi martirio en prisión por haber insurgido a favor de los desposeídos. En la escuela militar aprendí lo esencial de las ciencias antropológicas. Allí se me reveló el origen del hombre llegado a la tierra en julio de hace 2000 años y su evolución a través de veinte siglos de egipcios, griegos, romanos y aymarás hasta desembocar en el mundo islámico moderno que tanto admiramos hoy aquí.
En América Latina ya todos hablan del mahdi, el esperado. Ese soy yo. He llegado a ocupar tal sitial de honor portando el estandarte de la rebelión contra los blancos y los oligarcas de mi país, los imperialistas del norte y los judíos de Colombia. Aunque solo yo puedo gobernar a mi país y conducir a la revolución, deseo advertir aquí, en presencia de mi camarada y hermano Muammar, que “ninguna revolución puede fundamentarse en un hombre”. Imagínense ustedes si ese hubiera sido el caso aquí en Libia o en mi Venezuela! Nuestras revoluciones estarían estancadas si no hubiésemos tenido la grandeza de entregarle el poder al pueblo. Son ellos quienes deciden y hablan por boca nuestra, hermano Muammar. En Libia y en Venezuela hemos hecho posible el milagro de crear sociedades libres, donde cada quien le puede decir a su camello o a su mula adonde quiere ir y allí va, eh.
Estamos sembrando el socialismo del siglo XXI en base a nuestro conocimiento de la psicología de las masas que son iguales aquí en Libia y allá en Venezuela. En mi país la mayoría de los pobres nunca conoció al padre. Yo he logrado sembrarme en la mente de ese colectivo como ese padre que no tuvieron. Por ello mi filosofía política es tan sencilla como efectiva: está basada en repartir el dinero petrolero dia trás dia al pueblo, para que coma, compre sus medicinas y vaya al cine. Mientras haya petróleo habrá reparto.
La clave del éxito es esa de darle al pobre su diaria ración de comida, entretenimiento y esperanza. Sobre todo es importante inyectarles la esperanza de que la solución a todos sus problemas está a la vuelta de la esquina. Esta filosofía no la inventé yo, solo la he perfeccionado montado sobre los hombros de los gigantes que me precedieron en el uso de la palabra, Mao, Mussolini y el ilustre Perón.
Podremos irnos a la cama sin comer, desnudos, pero socialistas y revolucionarios. Rechazamos la abundancia occidental para refugiarnos en la austeridad. Es en este espíritu que acepto gustoso este doctorado en ciencias del conocimiento humanista que me ha sido otorgado de manera tan espontánea por ustedes. Y ahora (ve su cronómetro suizo de $140.000) es el momento de despedirme. Gracias hermano, gracias Libia, (leyendo un papelito) : chekrangazillan (muchas gracias)…maelsalama (adiós). Alguien me está esperando y tengo que irme a matar (aeropuerto).
ELLOS SE COMPRAN Y SE DAN EL VUELTO. EL UNO PARA EL OTRO, PAR DE CAGADAS.
ResponderEliminarWhat the hell has happened to this world? HCF is SUCH an idiot...
ResponderEliminar