viernes, 19 de noviembre de 2010

Ensalada de malandros: plato único de la revolución

                                       Muy compungidos. Falta Julián Isaías!


Habla Henry Rangel Silva y da su golpe de estado verbal. De inmediato, como premio a su jalabolismo y golpismo, es ascendido por Chávez a General en Jefe. Isaías Rodríguez viene para el Tribunal Supremo pero un antiguo testigo falso en el caso Anderson lo acusa de haberle pagado para que dijese lo que no era cierto. Este Julián Isaías Rodríguez no tiene moral ni para ser portero de un burdel.

Makled acusa a ministros, gobernadores, generales y familiares del liderazgo chavista de ser sus amanuenses. Se hunden gabarrrras de perforación que enriquecen a gerentes y contratistas petroleros. La CVG se va a pique. La comida podrida sigue apareciendo por doquier. Se endeuda Chávez con los chinos y viaja continuamente a Cuba, a recibir instrucciones de Fidel Castro.

Familiares de la víctima acusan a José Vicente Rangel de ser autor intelectual del asesinato de Danilo Anderson. Inescrupulosos burócratas hablan sobre nutrición venezolana, incluyendo a la presidenta del Instituto Nacional de Nutrición y al embajador Alvarez en Washington y mienten descaradamente, al decir que Venezuela es uno de los diez países major alimentados del mundo. Giordani propone un presupuesto fraudulento, con petróleo a $40 el barril. Russián, el prófugo de la Isla del Burro, pontifica sobre corrupción en Macao. Eva Golinger recibe su cheque quincenal del chavismo.

Darío Vivas impide la libre discusión sobre el golpe del gorila Rangel Silva en la Asamblea Nacional. Cilia Flores, la nepótica, tiene el tupé de acusar a Ledezma de ladrón. El Aissami niega que su hermano y su primo hayan estado en la nómina de Makled. William Izarra dice que a Chávez le resbalan las críticas de los militares institucionalista y su hijo rie como una hiena ante las cifras de muertos en el país.

El bandidaje está suelto en Venezuela, ya sin pudor. El régimen se ha declarado abiertamente hamponil. La oposición, concebida dentro de las reglas de la democracia, no puede seguir dando tanta ventaja y debe incluir un componente de resistencia, de protesta generalizada, huelgas y desobediencia civil.

De ser una dictadura el régimen chavista ha pasado a ser un narcoestado.

Quien tenga ojos que vea, quien tenga oídos, que escuche.

Mañana será tarde para quienes se empeñan en ser esclavos.

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