En Venezuela ya no se va a votar como quien va a un juego de Caracas y Magallanes. La etapa en la cual solo había adversarios pero no enemigos ha dado paso a una pugna dominada por el odio, gracias a los once años de prédica acomplejada e ideologicamente prostituída del comandante-presidente.
Chávez está consumido por el resentimiento y lo dice a cada momento. Su lenguaje es bélico: destruiremos, aniquilaremos, pulverizaremos a los escuálidos, los apátridas, los traidores, los canallas. Esto no es un presidente, es un hampón dominado por complejos de inferioridad.
Como resultado, millones de venezolanos rechazan a Chávez, sobretodo la clase media. Nos oponemos al odio de clases y odio racial promovido por Chávez, quien pretende establecer perversas equivalencias entre el color de la piel y la riqueza, entre la educación y la calidad humana. Para Hugo Chávez “los blancos, los mantuanos y oligarcas” son los grandes culpables de la desigualdad en la sociedad venezolana. Para él la gente educada, profesional, con una carrera, una familia, aspiraciones de progreso, casa propia e hijos en la universidad representan un mundo sifrino al cual hay que destruir.
La clase media venezolana se ha constituído en el corazón de la resistencia contra el despotismo, corrupción e ignorancia del régimen. Todo intento de Chávez de atraerla, siguiendo las recomendaciones del mercenario marxista Alan Woods, está condenado al fracaso. No perdonaremos los once años de insultos, humillaciones y abusos.
La clase media rechaza a Chávez porque: (1), Ha impuesto un brutal y empobrecedor control de cambios; (2), Ha limitado de manera abusiva la capacidad ciudadana de viajar libremente, de estudiar en el exterior, de seguir en contacto con el mundo civilizado; (3), Confisca y hostiga al sector privado, el cual es el centro de la actividad de la clase media, ya sea a nivel profesional o como empresarios y propietarios de pequeñas y medianas empresas; (4), Trata de adoctrinar a los niños y jovenes, lo cual es inaceptable para quienes saben lo que es vivir en libertad y en democracia; (5), Ha cerrado medios como RCTV y amenazado de cierre a Globovisión, El Universal y el Nacional, baluartes democráticos que comparten los valores de la clase media; (6), Ha convertido al país en un nido de malandros y narcotraficantes, donde la vida humana ha perdido su suprema importancia y dignidad; (7), Impide el acceso a productos y bienes a los cuales tiene derecho toda sociedad moderna, reemplazándolos por limosnas y productos de mala calidad o semi-podridos, como es el caso de PUDREVAL; (8), insulta y amenaza a los disidentes, pone en prisión a sus adversarios, ataca a la iglesia; (9), Está alineado con gobiernos forajidos, con grupos terroristas y narcotraficantes.
La clase media repudia a Chávez. Se resiste a ser envilecida, mediocrizada o convertida en lumpen. Está dando y va a ganar la batalla por el derecho a la educación y a progresar que Chávez trata de arrebatarles. Es imposible ir contra una clase media que desea superación y no embrutecimiento.
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