Dominó acuático en Higuerote.....
Hay miles de damnificados por las lluvias y los deslizamientos de tierra que han ocurrido en el país. La acción del gobierno central ha tenido algunas características que no habíamos visto en emergencias anteriores. Por ejemplo, un cargamento de comida y útiles llevado a Falcón por un grupo político, para ayudar a los damnificados, fue detenido y confiscado, por ordenes del recién promovido General en Jefe Henry Rangel Silva. Un sector del palacio presidencial de Miraflores ha sido habilitado por ordenes de Hugo Chávez para alojar hasta por un año un grupo de unas 20 familias damnificadas. Los propietarios de 16 hoteles de Sabana Grande, Los Caobos, La Avenida Nueva Granada y el Junquito fueron obligados por la policía, bajo amenaza de expropiación, a entregar “entre el 50 por ciento y el 100 por ciento de sus habitaciones” para alojar, de inmediato, a centenares de damnificados.
La confiscación del cargamento destinado a los damnificados de Falcón fue un acto claramente hamponil, llevado a cabo por un militar desprestigiado, miembro de la pandilla que ha tomado por asalto el poder político en nuestro país, en camino a ser un narcoestado.
La habilitación de un sector del palacio presidencial para alojar un grupo de familias damnificadas es un gesto demagógico y efectista, ciertamente eficiente no es. Miraflores es el asiento de la presidencia de la república, donde el presidente, como se llame, recibe a visitantes nacionales y extranjeros. No debería convertirse en un centro para refugiados. Creo que Chávez hizo esto para vender la idea de que los pobres tienen máxima prioridad para él. Si esto fuese realmente así, ya en Venezuela, después de casi doce años de su régimen, habría menos desempleo, menos damnificados de Vargas aún penando, menos crimen en las calles y menos gente sin vivienda. El agudo analista Alfredo Maldonado ha sugerido que lo que debería habilitarse para los damnificados, en lugar de Miraflores, es la Escuela Militar. Yo apoyo esta sugerencia con entusiasmo. Desocupen esa inmensa edificación que solo sirve actualmente para inyectarle a los cadeticos el veneno cubano y metan allí a los damnificados. Eso si sería eficiente.
La ocupación de los hoteles arriba mencionados es otro abuso de poder por parte del régimen. Eso no podría ocurrir en un país donde exista el estado de derecho. La medida es confiscatoria y, además, innecesaria, ya que el estado posee hoteles que puede utilizar, en lugar de obligar al sector privado a sacrificar su actividad. Que desocupen el antiguo Caracas Hilton, ahora llamado Alba Caracas. Que saquen de allí a los nicaraguenses, cubanos, iraníes y libios, muchos de quienes no pagan, y pongan a los damnificados venezolanos que están sin un techo sobre sus cabezas.
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