Existe una iglesia católica pro-activa, decidida a defender al ser humano contra la injusticia y la opresión. Existe una Iglesia católica que se pliega a la barbarie y se cruza de brazos frente a la injusticia. Esta última está representada en Venezuela por Monseñor Mario Moronta. En momentos en los cuales el dictador Hugo Chávez abusa de su poder, envía tropas a asaltar la propiedad privada, se quita toda pretensión de demócrata, Monseñor Mario Moronta hace un llamado al...diálogo y el consenso! Esto es lo que dice en El Universal de hoy Lunes 20-12-2010:
"Al ser consultado sobre si considera que hay desconocimiento de la voluntad popular, luego de los resultados del 26 de septiembre, dijo que preferiría plantearlo desde otra perspectivas. "Más que desconocimiento de la voluntad popular, lo que sí creo es que hay muchas angustias de amplísimos sectores de la sociedad que ameritan que todos, no solo la oposición y el oficialismo, si no también la Iglesia y otras instituciones se sienten a hablar con un sentido de pertenecía a la sociedad".
Es decir, no hay desconocimiento de la voluntad popular. Para él, frente a la actitud gorilista de Hugo Chávez, todo lo que necesita el país es "sentarse a hablar".
Por Dios, sentarse a hablar con quien? Ha oído Moronta hablar a Chávez? El mismo, en otras ocasiones, ha sido objeto de sus desplantes, cuando lo ha regañado en público por no ser suficientemente agresivo contra los escuálidos. Moronta, el candidato de Chávez para Cardenal, se ha quedando nadando entre dos aguas, pidiendo un diálogo imposible, en un momento en el cual el país está bajo la pezuña de un paracaidista inculto.
Me quedo con Luckert, con Porras, con Urosa, con Ovidio, con los sacerdotes que no dudan sobre donde está su deber. Recuerdo a Rosalio.
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