Pandilla borracha se empeña en construir viviendas en el Avila

El plan de Hugo Chávez de construir viviendas para los pobres en la ladera norte del Parque nacional del Avila, precisamente la que mostró mayor vulnerabilidad durante el trágico deslave de1999, ha encontrado rápido apoyo del ministro del….. ambiente!!. El Ingeniero Alejandro Hitcher, mejor conocido como coordinador de algo llamado la Comisión Presidencial para la Explosión del Poder Comunal del estado Vargas y como compinche de Jacqueline Farias en la universidad, dice que “es posible construir en el Avila….” . Oigan al ministro justificando su apoyo a la orden de Chávez:

“ La manipulación mediática de los medios capitalistas de oposición evidencia los intereses desenfrenados de una derecha al servicio del capitalismo y el imperialismo que diseñaron proyectos acordes a sus propios intereses en detrimento de los más necesitados y el decreto del parque nacional no escapó de ello, pero ya el abuso de la burguesía se acabo con esta revolución".

Entendieron ustedes como es la cosa? Puede ser esta ráfaga de clichés y de lugares comunes un sólido argumento para apoyar el salvaje propósito? Según Hitcher el concepto de Parque Nacional fue diseñado para servir los intereses de la derecha imperialista, blá blá blá.. Ahora, dirá este miembro de la pandilla borracha, “nosotros damos las órdenes y la revolución va a construir viviendas en el “Waraira Repano” (mál escrito)”, nombre que le dan al Avila, en un acomplejado afán de regresar a la etapa del guayuco. Esta pandilla está en una carrera loca hacia el pasado, re-escribiendo a los trancazos y con errores de ortografía nuestra verdadera historia. En su delirio ignorante el jefe de la pandilla trata de crear una nueva Cuba, donde la oligarquia socialista reemplaze a la clase media burguesa. Y cree poder hacerlo con palabras. Esta es una revolución de palabras. Son numerosas las cosas que el ignorante paracaidista ha dicho pero no hace. Las viviendas son una de ellas. Sin embargo, no podemos quedarnos en silencio frente a esta grosera pretensión de destrozar el Parque Nacional del Avila y poner en peligro la vida de miles de pobres. Hay que ir contra este crimen, con todos los hierros. La sociedad civil debe insurgir con todas sus armas cívicas y constitucionales. En otras ocasiones he descrito la Venezuela de Chávez como un avión lleno de pasajeros con un piloto loco e inepto en la cabina de mando. Los pasajeros, si es que quieren sobrevivir, tienen que reemplazar a este loco, porque no solo se trata de la destrucción del avión sino de su propia destrucción. Y no mañana sino hoy. Pero no, en este momento se sirve la comida navideña a bordo. Y a pesar de los bandazos que da el avión y su significativa pérdida de altura, los pasajeros toman y comen y se aprietan el cinturón de seguridad. Eso eso no les va a servir de nada a la hora en la cual el loco enfile el avión, riéndose a carcajadas, contra el Avila.