Uno de los papeles estelares que los diputados de la democracia podrán desempeñar tendrá que ver con la denuncia documentada de la corrupción del régimen, especialmente en la industria petrolera nacional. Me pongo a su disposición para ayudar a la investigación sobre este tema y pienso que será más eficiente concentrarse en dos o tres casos de especial gravedad que tratar de abarcar demasiado. Hay dos casos de hiper-corrupción en el sector petrolero que envuelven a los niveles más altos de la administración pública. Uno es el de los millones de kilogramos de comida podrida importada por PDVSA, crimen cuya responsabilidad directa es del presidente de la república y de su amanuense, Rafaél Ramírez. El segundo caso es de las gabarras de perforación costa afuera, tanto la hundida gabarra Aban Pearl, como la gabarra Songa PetroSaudí que ha sido contratada o adquirida por PDVSA para reemplazarla. Sobre la gabarra Aban Pearl he escrito una serie de artículos publicados en ND que muestran como fue alquilada a terceros, no a sus dueños, a una tasa que parece representar un obsceno sobreprecio. En esta negociación del Aban Pearl aparecen empresas de maletín llamadas PetroMarine Energy Services, registrada en Singapore, en Barbados y en Venezuela, e Inversiones Marítimas ISAPECO, S.A., registrada en Panamá. En la negociación con el Songa Saturn o Songa PetroSaudí aparece una empresa llamada PetroSaudí Oil Services, que no es del gobierno de ese país como lo ha hecho ver el presidente de PDVSA y la cual acaba de adquirir tanto esa gabarra como la otra utilizada por PDVSA, la Neptune Discoverer, obteniendo así un monoplio sobre esta importante y costosa actividad de PDVSA
Una de las dos empresas de maletín relacionadas con la Aban Pearl, Petromarine Energy Services, fue registrada dias antes de suscribirse la negociación con PDVSA, mientras la empresa Inversiones ISAPECO S.A., que aparece como su dueña, fue registrada en Panamá con un capital de apenas $10.000. Sin prejuzgar sobre su relación con las empresas, las personas mencionadas en documentos existentes en Internet sobre estas empresas son: Cristof Schlaubitz, residenciado en Caracas; Daphne Yalipsos Casillas, residenciada en Grecia; Krishna Nittala, residenciado en Singapore; Enoc Martínez, residenciado en Maracaibo y Miami; Hidalgo Socorro, residenciado en Miami; Eric Stanziola, residenciado en Panamá y Luis Vierma, residenciado en USA. Parecería necesario que ellas sean llamadas por la Aasamblea Nacional a declarar bajo juramento sobre su grado de relación con, o participación en, las empresas intermediarias que han llevado a cabo esa negociación con PDVSA, lo mismo que el embajador de Venezuela en Singapore, Dr. Alfredo Toro Hardy, ya que las oficinas de PetroMarine Energy Services son o eran contiguas a la oficinas de esa representación diplomática. De igual manera deberían ser llamados a declarar el Sr. Fernando Palomo Cuevas, ex-funcionario de PDVSA, quien fue despedido de esa empresa por hacer graves denuncias sobre esta negociación y el Sr. Ricardo Coronado, Director de PDVSA, bajo cuya responsabilidad se hizo la negociación del Aban Pearl.
La negociación de PDVSA sobre las gabarras Songa PetroSaudí y Neptune Discoverer es responsabilidad primaria de Rafaél Ramírez y el director Ricardo Coronado. La empresa PetroSaudí Oil Services solo parece ser una empresa financiera, cuyo presidente prefiere el automovilismo de carrera a la perforación petrolera.
Estoy a la orden de los diputados de la democracia para ayudar en esta batalla cívica.
Los magnatas Enoc Martinez y Hidalgo Socorro son muy conocidos en Maracaibo por tramposos y malapagas. Dejaran de pagar a sus trabajadores de TBC Brinadd desde 2005. Son mas de 50 trabajadores que fueran engañados, ademas del Banco Mercantil y Bancaribe. Vean TSJ decisiones por Google.
ResponderEliminar