domingo, 27 de febrero de 2011

La música para películas es una música de película




La música me ha proporcionado, desde que era un adolescente, una fuente inagotable de placer. Tuve la suerte de que uno de mis doce tíos, Leopoldo García Maldonado, fuera un dedicado melómano. En su casa en San Bernardino me sentaba con él a escuchar las grabaciones en 78 , luego en 45 y finalmente en 33 rpm, de sus compositores favoritos, quienes por extensión llegaron a ser los míos: Wagner, Stravinsky, Brahms, el grupo ruso de Mussorsgky, Rimsky Korsakov, Borodin, luego el fenómeno Kachaturian. De Bethoven oíamos los conciertos para piano y orquesta, de Debussy y Ravel casi todo, de Schumann algunas cosas. Durante nuestras sesiones él me hablaba no solo de la música, que él definía como “majestuosa” o “medio pajiza”, según el caso, sino del compositor y de su vida y hasta del estado de ánimo que había prevalecido en el autor durante la composición de la obra que escuchábamos. Esa primera aproximación a la música clásica me enganchó para siempre. Tuve la inmensa suerte de que los conciertos de la Orquesta Sinfónica Venezuela eran, casi todos, gratis, los domingos, en el bello Teatro Municipal, después en el Aula Magna de la UCV. Era una Venezuela hermosa y cordial, aquella Venezuela donde nos visitaba Celibidache y en la cual Antonio Estévez compuso su Cantata Criolla.

Mis acompañantes a los conciertos eran con frecuencia Antonio Pasquali, mi dilecto amigo de los pasados 65 años o mi primo Leopoldo (hijo de Leopoldo tío). No poca de la atracción de esos conciertos era ver la cantidad de bellas niñas, a quienes podíamos decirles: “eres más bella que la Segunda Sinfonía de Rachmaninov”. Que domingos aquellos. Aún huelo el perfiume de las niñas mezclado con el dulce sonido de los cellos.

En esos domingos también comencé a apreciar la música seria venezolana: La Suite Avileña, El Rio de las Siete estrellas, El Picacho Abrupto, Santa Cruz de Pacairigua, la obra de los Castellanos, Pedro Antonio Rios Reyna, Juan Bautista Plaza, Figueredo, la hermosa Suite Margariteña de Inocente Carreño. Algún tiempo después aparecería en mi radar musical el genio de Aldemaro Romero, quien se estrenaría como compositor con un bolero sobre un amor no correspondido: “Señor, yo vengo a pedirte, que no me castigues por haber querido….” Pero luego procedió a entregarnos maravillosas fugas con pajarillos de los que Bach se hubiera sentido complacido, melancólicos y elegantes valses que Ravel hubiera deseado componer, como ese de Clementina, y hasta conciertos para Saxofón y Orquesta.

Pero, me he dejado llevar por el recuerdo y me he olvidado del tema de mi nota, la música de películas. Y es que yo comencé a ver películas en Los Teques, desde pequeño y, ayudado por la educación musical que me había impartido mi tío Leopoldo, aprendí no solo a ver la película sino a “escuchar” la música. Y descubrí un inmenso tesoro.

Una de las películas que recuerdo más por su música que como película es “El Halcón de los Mares” (The Sea Hawk). La música de esa película está al mismo nivel de calidad estética de cualquiera de las suites sinfónicas de Rimsky Korsakov o de Modesto Mussorsgky. Perdonen la irreverencia, pero es así. Esta música fue compuesta por el compositor vienés Erich Korngold. En términos de “carnes de gallina por minuto” esta partitura compite con las sinfonías de Kalinikov o con las maravillosas y rítmicas obras de Manuél De Falla. Korngold tiene una colección de obras asociadas a películas: Servidumbre Humana, Zolá, Juárez, la Ninfa Constante, Anthony Adverse, “Escape Me Never”, en fin, un tesoro melódico que me ha permitido rebajar significativamente la cuenta de mis pastillas anti-hipertensivas durante muchos años.

Korngold es un gigante pero no es el único. Recuerdo haber visto de niño una película qu me impresionó profundamente: “Las Cuatro Plumas”. Esa pelicula me enseñó a establecer la diferencia entre las apariencias de heroismo y el verdadero heroísmo. Ese inolvidable film, que nunca he podido encontrar para verlo de nuevo (hay una versión moderna menos atractiva), estaba acompañado de la música de otro gigante: Miklos Rozsa.

Este caballero maravilloso, Miklos Rosza, es el autor de la música que acompaña a los films “Ben Hur” y “El Cid”, además de muchas otras películas, como “Spellbound”, el drama de suspenso con Gregory Peck e Ingrid Bergman.. Hay que oir estas partituras para saber de que estamos hablando. La belleza de los temas de “El Cid” están al nivel de cualquiera obra de nuestros grandes maestros de la música.



Esta tarde escuché, en la radio, el vals de Madame Bovary, tambien de Miklos Rosza. Está allí junto a los de Prokofiev o a los de Ravel, en su avasalladora elegancia. "Madame Bovary" fue interpretada por Jennifer Jones, con Louis Jourdan y Van Heflin.

Mientras lo escuchaba pensé que hay mucho que agradecerle a Rosza, a Korngold, a Dimitri Tiomkin y, más recientemente, a John Williams!

8 comentarios:

  1. Gustavo, gracias por esta nota light, ademas de hermosa. Yo como tu creci y me eduque con y a traves de la musica. Para agregar a tu lista de musica de peliculas, por supuesto John Williams, pero una de mis favoritas es la musica de "LaMision", de Enzo Morricone, la recuerdas?
    Tambien esta "Out of Africa" de John Barry. Ambas sublimes...

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  2. claro.... hay mucha maravilla en música de este tipo.... La música para los filmes de James Bond es toda excelente. Es también de John Barry casi en su totalidad excepto por una de Burt Bacharach y de otros que no recuerdo....

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  3. En un tono tal vez más ligero, hay una canción de Sting, que se llama "Until", sólo se encuentra en la película "Kate y Leopold", no en discos.

    Saludos

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  4. Por "fuerza mayor" tengo que poner algo sobre el tema que trata el Sr. Coronel y que Carolina comenta.

    Sin duda que el "duende" de la música de cine, nos ha marcado para siempre. Son varios los grandes compositores cuyo talento ha hecho de cine "algo más".

    Entre todos ellos hay uno que en mi opinión se lleva la palma con diferencia... John Barry.

    Este notable compositor le dio al cine una dimensión distinta...magnifica...espectacular. Son (somos) muchos los que nos hemos conmocionado con su talento... y somos muchos también los que nos hemos enamorado con su música.

    Algo personal:
    Fue a principios de Febrero, nos encontrábamos reunidos entorno de la mesa festejando mi cumpleaños. Hacía unos días que había fallecido Barry. Inevitablemente saqué el tema , comente algunas cosas y puse su música... sacrilegio !!! Mis dos hijos "supuestamente cultos", ambos con licenciaturas doctorados y demás...se miraban las caras con inequívoco mohín de fastidio.

    Sr. Coronel amiga Carolina, este tipo de música es de "mayores" (por no decir viejos) las generaciones de hoy están en "otra cosa". La música de hoy y que me perdonen los "modernos" es bumba, bumba, tam, tam, plum, plum...

    En fin que aquí les dejo una muestra de mi (nuestro) anacronismo:

    Born free
    Smile (Chaplin)
    Dances with wolves
    Hanover street
    Indecent proposal
    Midnight cowboy
    Out of Africa
    Somewhere in time
    Until september
    Wednesday's Child
    The bridges of Madison
    Give me a smile

    Saludos

    LGS

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  5. Caramba,los hijos deben saber que la música no se hace obsoleta. Donde quedarín entonces Juan Sebastían, Wolfgang Anmadeus y el divino sordo? (que no es Luisín Landáez, como piensa Chávez).
    La música realmente buena NO pasa de moda porque está construída sobre valores eternos que llaman a nuestros mejores sentimientos.
    Creo que valdría la pena mostrar a nuestros hijos esas joyas que hemos mencionado. Yo ya lo he jecho, no solo a ellos sino a mis nietos. Aunque los muchachos tienen otros "gustos" respetan y admiran los sonidos nobles del pasado. Lo clásico no es solamente lo "viejo" sino todo aquello digno de ser imitado.

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  6. Buenisimo!

    Y no podemos dejar de lado los temas de "Forrest Gump", "The Last Emperor" y de "The Empire of the Sun".
    Ahora, creo que una de las mejores y mas epica batalla -y creo que el mayor factor fue la musica mas que la batalla en si- es la pelea entre Qui-Gon Jinn y Darth Maul...!! Y la mas famosa porque TODO el mundo la conoce, jovenes, viejos y en el medio, es "Jaws"! Cierto? Asi que le damossus merecidos creditos a John Williams.
    Lo de la brecha generacional es cierto, hasta cierto punto. Quizas nos toca aprender a nosotros quienes son los autores de las peliculas de hoy en dia, de sus peliculas, y encontrar algun punto comun, que creo que si existe. Creo que seria John Williams, por Star Wars y mas recientemente por Harry Potter.

    (Por si acaso, yo "solo" tengo 47 an/os...! Una muchachita pues).

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  7. Gustavo, hay que tener fe en que algun dia aflorara en los hijos lo que le hemos ensen/ado.
    Como anecdota, mi hijo de 17 es un rockero peludo, que toca guitarra electrica y le gusta una musica chillona metal que a mi particularmente me aturde. Yo ya habia tirado la toalla como quien dice, hasta que hace poco me sorprendio poniendo en si IPod la Obertura de 1812, y me dijo algo asi que a el le gustaba porque "Rush la tocaba en una de sus piezas". Luego siguio poniendo otras, entre ellas piezas de Wagner (que el llama el "metal" de la musica clasica), Mozart y otros mas.
    Ese dia me volvio la fe en el gusto musical de mi hijo. Ahora espero que algun dia se corte el pelo...

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  8. Y dónde me dejan a Zubin Metha? Un abrazo a ambos...

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