Ecuador expulsa a la embajadora de los Estados Unidos.

Venezuela lo hizo, Bolivia lo hizo, ahora lo hace Ecuador. Frente a la total indiferencia de los Estados Unidos los países del ALBA tratan de ponerle banderillas al coloso del norte. Ahora es Correa quien ha decidido botar del país a "esa señora". La razón es la aparición de los cables de la embajada estadounidense en Ecuador, donde se habla de la corrupción policial en ese país, algo que los ciudadanos ecuatorianos conocen mejor que nadie. No tienen que leerlo en Wikileaks.

La reacción de Correíta es típica. Con la misma patanería amenazó a los periodistas que mencionaron la corrupción existente en los negocios de su hermano con el gobierno de Ecuador. Es la misma patanería con la cual trata de extorsionar a los países desarrollados al  pedirles dinero para "no perforar pozos petroleros en zonas ecologicamente frágiles" de su propio país. Es la mima patanería que ha utilizado para presionar indebidamente al sistema judicial ecuatoriano en el juicio contra la empresa Chevron, a pesar de la evidencia de acciones criminales por parte del grupo acusador y sus abogados.
Los Estados Unidos parecen decididos a resistir con paciencia y mansedumbre esta nueva malcriadez del ALBA. Ahora vendrá una acción por parte de Daniél Ortega en Nicaragua, ténganlo por seguro. Es el único payaso del circo que falta porque ya Raúl Castro se dejó de eso.