El dueto Maduro-Flores hizo numerosos viajes a la India, pagados con sus ahorros, a visitar un Gurú inmortal, recientemente fallecido. Iban, decían, a tomar lecciones de amor y de honestidad. Se sentaban en el suelo, a la pata del mingo hindú, para tratar de absorber las lecciones de virtud que daba el Gurú. Quizás por no hablar el idioma del Gurú el dueto Maduro-Flores no logró aprender nada sobre amor y honestidad. Regresaban a Venezuela y seguían siendo los mismos Nicolás y Cilia de siempre: guabinosos, deshonestos, vendidos.
Para prueba de lo que digo basta ver sus declaraciones, cuidadosamente sincronizadas, sobre la decisión de Corte Suprema de Colombia en torno al contenido de las computadoras del terrorista fallecido Raúl Reyes. Según este alto tribunal el material hallado en esas computadoras no tiene valor en un juicio porque fue obtenido por soldados colombianos quienes no habían sido autorizados legalmente para hacerlo, es decir, no representaban al Poder Judicial. Hasta allí lo decidido por la Corte Suprema de Colombia.
La Corte no se pronunció sobre la veracidad de esa información. Esta es una veracidad comprobada ya por hechos y hallazgos posteriores y está basada en la imposibilidad de adulterar miles de documentos en horas, dias o meses. Miles de documentos demuestran que las FARC y el régimen que el dueto Maduro-Flores sirve con perruna lealtad estuvieron de manitos agarradas por largo tiempo, hasta que la realidad política hizo retroceder a Chávez de ese amancebamiento como táctica, no por convencimiento ideológico. Hoy en dia la relación de Hugo Chávez y su pandilla con el terrorismo colombiano, con ETA en España e Hizbollah en el Medio Oriente, está ampliamente documentada y es la razón por la cual la figura de Chávez ha sufrido una brusca transición de payaso a forajido frente a la opinión pública internacional.
La decisión de la Corte Suprema de Colombia no tiene peso alguno sobre el expediente que los países democráticos del mundo le han estado construyendo a Hugo Chávez y su pandilla. Pese a lo que deseé el dueto Maduro-Flores este expediente sigue creciendo, es incontrovertible y, más temprano que tarde, llevará a este oprobioso régimen al banquillo donde se sientan los delincuentes internacionales. Faltarán banquillos para el numeroso grupo y el dueto Maduro-Flores posiblemente tendrá que seguir sentándose en el suelo.
Con respecto a las computadoras de Raul Reyes, y la insólita decisión de la Corte Suprema de Colombia, la cual se pronuncia en el sentido de desestimar el valor legal del contenido de la documentación que se encuentra en los discos duros, dizque y que no fue obtenida por funcionarios de policía judicial hábiles para ello; tal decisión jurisprudencial incongruente, constituye un desaguisado jurídico lamentable,en otras palabras, un disparate monumental. En ningún país civilizado del mundo, los elementos probatorios aprehendidos en flagrancia, por lo súbito del acaecimiento de los hechos, como por ejemplo, la ejecución de la comisión del delito en progreso y el acto de la recolección de evidencias incriminatorias, pueden estar revestidos de las formalidades de Ley comunes para cualquier otra actividad de naturaleza delictual que no amerite la urgencia necesaria. Considero que tal exabrupto, es un precedente peligrosísimo para las venideras decisiones tribunalicias en la hermana República de Colombia que pudieran eventualmente suscitarse.
ResponderEliminarAquí indudablemente, hay un trasfondo mayor, que pretende torcer las reglas de la lógica y la sana critica, aplicadas en el campo forense para favorecer determinados intereses que están en juego de alguna manera. Muy grave precedente, y ojalá mañana Colombia no tenga que arrepentirse por esta falacia y disparate judicial.
Manuel Piar.