Uno de los problemas que aqueja a los miembros del régimen es un profundo complejo de inferioridad. En un siglo en el cual la globalización es acentuada y los países modernos enfatizan la interdependencia y la cooperación, estos seres del paleolítico inferior se empeñan en decir que lo hacen todo “aquí”. Esto es, por supuesto, una gran mentira. La comida es importada, los autos son importados, todo en Venezuela es importado, menos la corrupción que es ”made in Miraflores”. Pero Rangel Gómez, el gobernador chavista de Bolívar, ha dicho hace poco: "Para el estado Bolívar es motivo de orgullo que en esta tierra haya sido construida la primera plataforma petrolera totalmente venezolana”.
Se refiere Rangel a una plataforma para la producción petrolera en el Golfo de Paria, la cual fue ensamblada en Matanzas, Guayana. Rangel no sabe la diferencia entre ensamblar y construír. Seguramente nunca tuvo un juguete de esos. La citada plataforma estaba siendo ensamblada desde 2006, hace cinco años. Como el término lo indica, se juntó una estructura con componentes de diversos orígenes. No es que carezca de méritos el trabajo, ya que se trató de una estructura grande y compleja. Es que no fue construída sino ensamblada en Venezuela, con equipos no hechos aquí.
Ya Giordani, otro acomplejado, había dicho en 2010 que la gabarra Aban Pearl era “Venezolana”’, cuando era un cachivache alquilado con olor a inmenso guiso, hecha hace 35 años en Singapore y hundida en el mar venezolano para verguenza de PDVSA.
El Correo del Orinoco describe así, de manera muy cursi, la historia de la plataforma “venezolana”:
“Cuando la empresa ConocoPhillips decidió salir del país se llevó todos los planos del proyecto y el equipo de ingenieros que comandaban la iniciativa. Apenas estaban montadas la estructura que formaban la base de la plataforma. Pero Venezuela es tierra de gracia. El amor fue la llama que le insufló impulso al proyecto. Uno de los ingenieros de la transnacional petrolera se enamoró de una carupanera y decidió fundar su hogar en estas tierras. Su aporte fue de gran utilidad para continuar con el proyecto. Le prestó mucha ayuda a la empresa Vhicoa, filial de Pdvsa y encargada del proyecto, para reconstruir todos los planos. “Es un hito en la historia petrolera de Venezuela. Pdvsa socialista no se amilanó. Asumió el reto y siguió adelante. Fueron 6 años de arduo trabajo, desde que arrancó el proyecto en el año 2006 “, expresó William Gómez, vocero de Pdvsa Industrial, en un recorrido por el Patio Alianza para inspeccionar la plataforma atracada a orillas del río Orinoco entre los muelles de Sidor y Venalum”.
Definitivamente estos acomplejados no tienen sentido del ridículo.
Quiere decir que si el ingeniero gringo no se enamora de una carupanera, no habria habido manera de terminar el proyecto?
ResponderEliminarLo mismo pensé yo, Carolina. Eso parece una telenovela.
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