Una hipótesis sobre el patológico entreguismo de Hugo Chávez

El entreguismo de Hugo Chávez, expresado en sus multmillonarias donaciones a países y líderes amigos, especialmente a la Cuba Castrista de su adoración, pasará a la historia de Venezuela como la peor infamia que gobernante alguno haya podido cometer contra la nación venezolana. Este entreguismo contrasta de manera grotesca con su impúdica pretensión de ser ultranacionalista, de habernos “liberado” de yugos extranjeros, ya que nunca Venezuela había estado tan entregada como lo está hoy a los Cubanos, Chinos, Rusos e Iraníes. En todos los órdenes de la vida nacional están los Cubanos de Castro metidos. Son asesores militares, policiales, manejan nuestra cedulación, son intermediarios en nuestras compras hechas en el exterior. Y de nuevo, lo sorprendente es que esto se está haciendo en paralelo con una feroz pretensión de independencia y de soberanía. Toda la fauna chavista, desde Chaderton a Carlos Escarrá a Arias Cárdenas y Aristóbulo Istúriz se llena la boca con esta cacareada independencia

Como puede explicarse esto? Será que Hiugo Chávez nació con alma de esclavo? Quizás no. Tengo una hipótesis para cuya elaboración me ha ayudado mucho la lectura de la buena ciencia-ficción, en especial la trilogía de DURDANE, de Jack Vance. En esta trilogía (Volumen 1: The Anome), se describe como a una persona se le puede dormir e insertarle un pequeño escarabajo (en términos moderrnos, un chip) en la base del cerebro (o en forma de verruga), que pueda constituírse en el vehículo a través del cual el enemigo controla al sujeto. Este ni siquiera se da cuenta de estar siendo controlado, piensa que sus decisiones son de él.

Según esta hipótesis, en las inumerables veces que Hugo Chávez ha estado en Cuba, mientras duerme su sueño natural o inducido (dígame como será ahora, que lo operan allá y le jurungan hasta el sunsum corda), los Cubanos le han insertado un chip en algún sitio, arriba o abajo, o en forma de verruga, el cual actúa como elemento controlador del entreguista.

Y que le ordenan hacer a través del chip? Pués, dar dinero, entregar control de las fuerzas armadas, de los sistemas de identificación de los ciudadanos venezolanos, regalarle el petróleo al ente controlador, endiosarlo, lamerle las botas, arrodillarse frente a él, quien sabe cuantas otras cosas, en fin, convertirse en un despreciable esclavo de quien le implantó el chip. Cuando comenzé a elaborar esta hipótesis pensé que Chávez no era el único vehículo cubano que tenemos. Ya hace décadas se le implantó un prototipo imperfecto de chip a Fernando Soto Rojas, el actual presidente de la Asamblea Nazi-onal. Ello le permitió a los Cubanos desembarcar en Machurucuto, mientras Soto le sostenía la canoa a los invasores castristas. Este prototipo tan primitivo, sin embargo, le produjo a Soto una necrosis hipotálamica que le impide pronunciar más de tres palabras coherentemente. Luego experimentaron el chip en Alí Rodríguez, lo cual lo puso a dinamitar oleoductos, pero le causó una ineptitud estructural para todo lo demás: petróleo, electricidad, derecho, etc. Siguieron Adán Chávez, Aristóbulo Istúriz y Nicolás Maduro, todos con una generación más o menos moderna del chip que los ha convertido en odaliscas del castrismo.

Bueno, esa es mi hipótesis. Lo que valida una hipótesis es su capacidad de predecir conductas futuras. Y ya veremos a Chávez, que hasta habla ya como Cubano, regresar a pedir una federación formal con Cuba.

Fíjense en la verruga. Cada vez que Chávez habla sobre Cuba la verruga emite un tenue brillo. Ese es el microtransmisor del chip en acción.