Chávez está vendiendo el sofá

Se vende, barato, sofá rojo rucio con resortes vencidos

Con 18 demandas en su contra en el Centro Internacional para el Arreglo de Reclamos de Inversión del Banco Mundial, Hugo Chávez piensa actuar como Fritz: se va a salir del organismo, es decir, va a vender el sofá. Eso lo pone en la ruta del total desprestigio mundial. Chávez ya se ha declarado forajido al defender a Gadaffi, Castro, Ahmadinejad, Lukashenko y Mugabe, un club de sátrapas, ladrones y asesinos. Piensa desconocer la sentencia que favorece a Leopoldo López en la Corte interamericana de Derechos Humanos, lo cual también significa vender el sofá en la OEA. Al sacar el dinero de las reservas internacionales de Venezuela de los bancos europeos y estadounidenses para enviarlo a bancos rusos, brasileños y chinos, está vendiendo el sofá en el sistema financiero internacional. Ahora, quien le va a prestar dinero a este sátrapa que no sea China, país que tendrá nuestras reservas internacionales amarradas? Poco a poco el dictador venezolano, acosado por el desequilibrio mental y el deterioro físico, se ha ido colocando en un rincón del tablero geopolítico en donde espera el jaque mate.

Ahora piensa en adelantar las elecciones presidenciales para no darle más tiempo al progresivo colapso que experimenta su régimen. Su “gobierno” no llega a Diciembre 2012 y él lo sabe. Adelantar las elecciones le permite conservar alguna esperanza de ser re-elegido, capitalizando la “simpatía” que despierta su enfermedad entre el pueblo que recibe sus limosnas y cree en los brujos, chamanes y menjurjes. Al tratar de imponerse una vez más como presidente de este sufrido país Chávez actúa de manera irresponsable y egoísta en contra de los verdaderos intereses de la nación. Ni cuando estaba en plena salud podía gobernar. Hoy, en sus actuales condiciones físicas y mentales, tenerlo de nuevo en la silla presidencial sería tan peligroso para el país como darle una ametralladora a un gorila en un ascensor lleno de gente.