La temporada monstruo de Miguél Cabrera

La verdad es que a principios de la temporada Miguél Cabrera era una incógnita. Su lamentable episodio en Florida, cuando fue parado por la policía en estado de embriaguez, conduciendo con una botella de whisky en la mano, hacía pensar en lo peor. Acabábamos de pasar el bochornoso espectáculo de Francisco Rodríguez golpeando a su suegro en el estadio de los Mets, se hablaba de la malcriadez de Carlos Silva y se tenían dudas sobre la estabilidad mental de Carlos Zambrano. Lo que ha sucedido a estas alturas de la temporada apunta a la rehabilitación de Rodríguez, no ya con los Mets sino con Milwaukee, a la salida de Silva de las ligas mayores, al deplorable espectáculo dado por Zambrano en pleno campo de juego…. Pero, también…. a la maravillosa temporada de Miguél Cabrera, de Víctor Martínez, de Martín Prado, de Edgar Parra, de Jesús Montero, Carlos Gonzalez y muchos otros peloteros venezolanos en las grandes ligas.
Cabrera, en especial, es todo un espectáculo. Faltando apenas cinco juegos de la temporada regular batea para 336, segundo mejor promedio en las ligas mayores. Cabrera ha actuado en 156 de los 157 juegos que han jugado los Tigres. En 551 turnos al bate ha conectado 185 hits, anotado 103 y empujado 100 carreras. Desde Colavito los Tigres no tenían un jugador que anotara y empujara más de cien carreras. Pero eso no es lo único. Como ha recibido 107 bases por bolas, muchas de ellas intencionales, su porcentaje de embasado es de 44, 3 por ciento. Es decir, se embasa una vez de cada dos veces que llega a batear. Sus otros porcentajes son sencillamente astronómicos. El “slugging” es de 56,6 por ciento y, aún más, la estadística compuesta de “embasado + slugging” es 1009, solo superado por José Bautista.
Lo que más llama la atención en Cabrera ha sido su consistencia. No ha tenido esos altibajos que suelen ser frecuentes durante la temporada. Si no lo cuidaran tanto, probablemente hubiera empujado unas 135 carreras.
Felicitaciones a Miguél Cabrera. Así se juega al beisból!