La Coronela Sáder, a la derecha, asaltante del hospital de San Cristóbal
En los doce años de dictadura chavista los hospitales venezolanos han llegado a ser sitios lóbregos donde médicos y pacientes deben soportar grandes privaciones, unos para hacer su trabajo, otros para ser atendidos. Entre la falta de insumos básicos, los apagones y la criminalidad desatada dentro del recinto hospitalario, la vida en el hospital se ha hecho precaria y peligrosa. Y esto, según la Federación Médica Venezolana, sucede en todos los hospitales del estado venezolano. En Lídice, en Los Magallanes, en el Vargas, en Coche, en el Militar, todos los centros hospitalarios manejados por el estado muestran las mismas deficiencias, producto de una gran ineptitud y carencia de sensibilidad por parte del ministerio del sector. Una medición del desempeño de los hospitales venezolanos llevada a cabo por la OPS, la Organización Panamericana de la Salud, en 2010 encontró graves deficiencias en toda la red hospitalaria del país. Según la medición, el sector público de la salud en Venezuela está altamente fragmentado entre el Ministerio de la Salud y el IVSS. La evaluación de las condiciones en que se encuentra la planta física y el equipamiento de los hospitales del Ministerio, la más completa realizada hasta ahora, fue a través del Proyecto Salud, mediante el subproyecto denominado "Fortalecimiento de la Red Hospitalaria Venezolana". En dicho proyecto se evaluaron 22 hospitales, representando el 12,3% de los hospitales del Ministerio. Según los autores del estudio: “ Podemos expresar que dada la similitud de los problemas encontrados en estos hospitales, lo podemos definir como un "síndrome", en el sentido de que todos presentaron las mismas deficiencias, especialmente en lo referente a su infraestructura y al equipamiento”. Como resultado de la evaluación antes mencionada, la explicación a esta sintomatología general, es debido a que “el Ministerio, así como otras instituciones públicas de salud, carecen de una adecuada política de gestión de tecnologías”. A la luz de esta medición que habla de un síndrome nacional de negligencia por parte del ministerio pudiera pensatrse que la acción lógica requerida del gobierno debería haber sido declarar el sector salud en emergencia, botar a la ministro por incompetente y establecer los correctivos necesarios a nivel nacional. Pero, que hace? Una Linorronada. La Coronela Sáder decide “intervenir”, asaltar el hospital de San Cristóbal, Táchira, estado cuyo gobernador es considerado como enemigo político del hamponato chavista. Y, en actitud muy característica de los sátrapas, autonombrarse jefe del hospital intervenido. A pesar de que la aflicción hospitalaria es nacional y culpa del ministerio, se decide hostigar un hospital que está bajo la responsabilidad de un gobernador de la oposición. Este asalto, ha dicho el gobernador del Táchira, viola la Ley orgánica de Salud, la Ley Orgánica de Descentralización y el Convenio de Transferencia. A lo cual la Coronela-Ministro respondió…. Nada. Es decir, tienes razón pero vas preso. La Organización Panamericana de la Salud recomendó al régimen venezolano, como imprescindible, que se definiera una “adecuada política de gestión” a nivel ministerial. Que ha hecho el ministerio? En una acción que no tiene nada de gerencial, de profesional de la medicina, la Coronela Sáder simplemente ha asaltado al Hospital Central de San Cristóbal y se ha auto-nombrado su jefe. Este es un acto criminal, el cual revela una vez más que esta gente no sabe hacer otra cosa que bochinche, bochinche….
Esta idiota no era hija de un hombre honorable?
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