sábado, 12 de noviembre de 2011

Imágen de una Venezuela envilecida

Un ciudadano secuestrado se convierte, por virtud de la manipulación política,  en un objeto de propaganda para el régimen. En que país civilizado podría verse esta foto, en la cual el "ministro", todo rojito él,  muestra con aire posesivo al ciudadano liberado y saluda a la "afición"? ?
Esta falta de seriedad y profesionalismo en un funcionario público solo se ve en regímenes hamponiles como el de Hugo Chávez. 
Al pobre Ramos, todavía turulato, le ponen la gorra de la policía, roja por supuesto. La foto se convierte en un instrumento de glorificación del régimen.
Lo que debemos tener clara es la razón que ha hecho posible el secuestro de este jóven. Un país sin ley, corrupto hasta el tuétano, lleno de malandros que buscan deseperadamente el atajo para hacerse ricos, así este atajo requiera sacrificar libertades y vidas inocentes.
Asistimos al triste espectáculo de una gran porción de nuestra sociedad envilecida, sin principios y valores, construída a imágen y semejanza del hampón que se sienta en Miraflores.
El colapso espiritual y moral venezolano es mucho peor que nuestro desastre material. Se requerirán los esfuerzos de venezolanos dignos por muchos años por venir para construír una Venezuela nueva. La Venezuela que conocí ya no existe. Ha perecido asfixiada en el pantano de crimen y miseria generado por Hugo Chávez. Lo más decepcionante para quien soñó en terminar su vida en un país civilizado y amable es ver como millones de compatriotas se han acostumbrado a vivir chapoteando en ese pantano y como ello obliga a los buenos a co-existir con los empantanados.

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