Hace dos días el tristemente célebre diputado chavista Pedro Carreño*, Presidente de la Comisión Permanente de Contraloría de la Asamblea Nacional de Venezuela propuso “investigar” a Transparencia Venezuela (capítulo venezolano de Transparencia Internacional en Venezuela). La razón alegada por Carreño? : “estar monitoreando la gestión de las instituciones públicas”. Esta propuesta del hampón chavista fue aprobada por la mayoría de la coalición del gobierno en el parlamento, la cual pertenece al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Transparencia Venezuela es una organización registrada
legalmente en el país, sus informes de estados financieros se presentan de
forma abierta y con base en los requerimientos establecidos por ley. Precisamente,
el seguimiento de la gestión de instituciones públicas es una de las
actividades más genuinamente democráticas que puedan existir en un país. Vigilar
porque haya transparencia y rendición de cuentas por parte del gobierno es una
labor ciudadana del más alto nivel. Por supuesto, el tratar de impedir que ello
se haga, como en el caso del Sr. Carreño, solo demuestra que estamos ante un
régimen de malhechores, el cual desea mantener la más total impunidad para sus
fechorías
Esta actitud del régimen no es nueva. Desde hace
varios años sus representantes, el finado Clodosbaldo Russián y el robotizado José Vicente Rangel, han
tratado de definir a Transparencia Internacional como “agente del imperialismo”,
como una institución “vendida a los Estados Unidos”, negándose a aceptar que la
posición de Venezuela como uno de los 10 países más corruptos del planeta sea
producto del colapso moral del régimen. En la OEA el tránsfuga Roy Chaderton ha
trabajado duro para bloquear el acceso de Transparencia a las deliberaciones de
ese organismo, contando para ello con la complicidad por omisión del secretario
general de esa organización.
Esta actitud de Carreño y su pandilla es un componente
más del estado forajido liderado por Hugo Chávez. Quieren salirse del Centro de
Arbitraje del Banco Mundial y de la
Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, pretenden prohibir las organizaciones
de la Sociedad Civil que le hacen seguimiento a sus fechorías y aislarse de la
comunidad civilizada de naciones.
Se quedan solos, junto con otros celacantos políticos
del planeta como Cuba, Bielorrusia, Siria e Irán.
*Pedro
Carreño es el hombre que “mató” a Montesinos y es también el genio que afirmaba
que los imperialistas nos “espiaban’ a través de nuestros televisores. Es famoso
por las fiestas rumbosas que financia con sus ahorros.
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