La primera es que
haga del “CASA POR CASA” uno de los lemas principales de su campaña, si no el
principal. No me refiero a las visitas como tal, lo cual es fundamental, por
supuesto. Me refiero a dejarle saber al país que ello se está haciendo,
documentando las visitas. Documentar cuantas han sido las localidades
visitadas, cuantas familias, cuantificándolas, mencionando muy brevemente el
mensaje principal del candidato y las reacciones obtenidas.
Sinceramente no he visto la primera noticia acerca de estas
visitas, sobre todo relacionándolas con un programa coherente. Apenas hemos visto unas breves reseñas sin
mucho impacto acerca de la presencia de HCR en Margarita o en otras localidades
del país. La campaña debe enfatizar la
naturaleza sistemática de estas actividades populares de HCR, debe llevar a
cabo una intensa labor de divulgación de estas actividades. Mientras tanto ello
no se haga, estamos perdiendo la oportunidad de avanzar en la mente de los
venezolanos con una verdadera candidatura democrática, responsible y amiga de
todos los venezolanos.
Pienso que esta no será una campaña de grandes temas. No
porque estos temas no merezcan grandes debates sino porque (1), el otro candidato
es un embustero ignorante que no puede
ni quiere ir al debate y, (2), el grueso de la población ya no atiende sino a
lo estrictamente emocional, porque ni entiende ni parecen importarle mucho las
tragedias de PDVSA, CVG, la galopante corrupción, las misiones fraudulentas
como la de las viviendas, la prostitución militar y el apoyo a los regímenes forajidos
del planeta. El campo de batalla de esta elección es el corazón del venezolano,
no nos queda otro.
La segunda recomendación es generar un documento de una
página que resuma EL MENSAJE, el decálogo que HCR ofrece al país. Las 147
páginas del documento preparado por los 300 expertos, el cual contiene los
lineaminetos de una política de estado para el próximo gobierno, es utilizable
como base de un programa de gobierno, pero no representa la VISIÓN que pueda llegar al corazón de los
venezolanos. Nadie va a leer ese documento. Hemos enviado a la MUD hace algun
tiempo un ejemplo de tal Visión, pero no se ha tomado acción. Esa página
debería poder llegar a todos los venezolanos, algo que ellos puedan leer e
internalizar.
La tercera sugerencia es que se establezca y se martille
incesantemente una postura enérgica en relación a la irresponsable candidatura
de Hugo Chávez. No es posible que un ciudadano venezolano pueda aspirar a la
presidencia por cinco años más si sufre, como lo sufree Chávez, de deplorables
condiciones mentales y físicas. A pesar
de que el apoyo a Chávez es cien por ciento emocional, fundamentado en las
limosnas recibidas por un régimen populista,
la oposición democrática debe sentar el principio de que un candidato
debe estar en condiciones físicas y mentales para desempeñar su trabajo. No
sub-estimemos la población que no es pro-chavista dura, porque ella va a
apreciar el mensaje. Aceptar en silencio la candidatura de Chávez es
convertirnos en cómplices de un inmenso crimen contra la nación venezolana. Este
es momento de hablarclaro, de insurgir.
Por ultimo, recomiendo diversificar al máximo los frentes de
apoyo a HCR. Este debe ser expresado como lo que es: un apoyo nacional, no de la MUD solamente. Los
colegios profesionales, la sociedad civil en pleno, deben salir a defender esta candidatura. Esa
movilización tiene que darse y aún no se ha dado. Hay que marchar, hay que
tener reuniones, hay que dejar claro en la mente de los venezolanos que el país
está detrás de una candidatura para el cambio democrático realmente incluyente.
La victoria está al alcance de las manos. La historia está de nuestro lado.
Como slogan, vale. Como estrategia de campaña, muy dudosa. Esto es lo que los anglosajones llaman "canvassing", la visita del candidato a los hogasres de los votantes, y funciona para campañas LOCALES. Habría que evualuar si la imposible tarea de visitar "casa por casa" no traerá comentarios del tipo "el candidato estuvo por acá pero a mí ni me paró" O "pasó en vuelo rasante" (1). Si hay gente que dice no creer en las encuestas porque "a mí nunca me han encuestado" (2) imagínese, doctor Coronel, lo que puede suceder con las visitas. Pienso en un voluntariado de jóvenes que recorra el país de punta a punta, especialmente cen barrios y sector rural, bien entrenados en comunicar el mensaje, y el uso masivo de volantes sencillos pero contundentes. A lo mejor metieron la pata con eso del casa por casa y van a someter al candidato a un stress innecesario y, si cambia, entonces la gente comenzará a decir cualquier cosa; eso les pasa por no pensar bien las cosas. El concepto está bien: visitas masivas a todos los rincones pero sobre la ejecución con la idea "casa por casa" este humilde opinador tiene serias dudas.
ResponderEliminar(1) Me viene a la mente la película de García Berlanga "Bienvenido Mr. Marshall"
(2) Hay muchos aspectos a considerar con respecto a las encuestas, más en estos tiempos aciagos, pero ese argumento es tonto. Supongamos una muestra aleatoria simple (sólo para términos de exponer la idea, ese no es el método usado) de 500 en Caracas, estimando la población en 5 millones de habitantes. La probabilidad de ser entrevistado sería de 1 sobre diez mil.