El régimen de Hugo Chávez usa de manera abierta y obscena
los recursos del Estado para financiar, organizar y llevar a cabo sus eventos
electorales. Y el CNE lo acepta, le sonríe y le da su bendición.
Nunca habíamos llegado hasta estos extremos de ventajismo hamponil. Lo que
existe entre el régimen de Chávez y el CNE es una perversa simbiosis, una comunión
satánica de propósitos que bien pudiera llevar al país a la violencia abierta.
Digo esto porque el pueblo venezolano tiene 14 años acumulando odios y
resentimientos, los unos contra los otros. Por un lado, están los millones que han
visto en Chávez al vengador que les “compensa” por todo lo que ellos nunca
pudieron tener. Chávez les da dinero, comida, transporte y aspirinas y les promete casas.
No los hace ciudadanos, pero eso que importa a quienes viven en un presente eterno?
Ya Chávez los ha convencido de que la otra mitad de la población le robó lo que era suyo. Es a esa mitad, les dice
reiteradamente el hampón, a quienes debemos arrebatarle lo que nos han quitado.
Y por eso procede a confiscar, expropiar, robar y asaltar el patrimonio de los
millones de venezolanos a quienes el llama los majunches.
Esta mitad de Venezuela ha sufrido despojos, insultos,
humillaciones y abusos por parte del hampón y sus secuaces. Hasta ahora los ha
sufrido en esencial silencio, como un manso pueblo, no como un bravo pueblo. Pero
toda paciencia tiene su límite (creo yo, no estoy seguro). El país está sentado
en un barril de pólvora y puede explotar en cualquier momento. Cualquier nuevo
abuso puede desencadenar una explosión.
Consideremos, por ejemplo, lo que ha salido hoy a la luz
pública sobre el evento de presentación del hampón ante el organismo parásito CNE.
El documento del llamado Comando Carabobo
que he visto hoy en www.lapatilla.com (http://www.lapatilla.com/site/
) describe como se planificó el evento de presentación del hampón, quien fue responsable
de hacer qué, cuanta gente fue obligada a asistir al evento por cada organismo público
(cuotas de asistencia por ministerio u organismo del régimen), los autobuses que
Arias Cárdenas y otros secuaces debían aportar, las botellas de agua mineral,
los pitos, los "agitadores", absolutamente todo llevado a cabo y financiado por
el régimen de hampones con los fondos de los venezolanos robados descaradamente para su beneficio
político. Este documento pudiera ser tan incendiario como los eventos sociales y
políticos que dieron inicio a la Revolución Francesa.
La violencia ronda nuestro país
porque el hampón se ve disminuído en su capacidad de mandar, porque sus seguidores
comienzan a forcejear entre sí por el poder, porque en el ejército hay disensión,
porque el pueblo está cansado de tanta humillación, porque hay demasiado odio
sembrado entre los venezolanos. Chávez es el mayor factor de promoción de
violencia. Como un Calígula cualquiera, ve llegado el fin de su criminal vida
política y está dispuesto a llevarse con él todo lo que pueda de la Venezuela
que odia, la de la clase media, la de ciudadanos meritocráticos y demócratas,
educados, trabajadores, la Venezuela que él dice poblada por apátridas, oligarcas,
escuálidos y majunches. En sus sueños de sátrapa estaba seguro de poder
reemplazarla por un paraíso a la cubana pero se le acabó el tiempo.
simbiosis hamponil = meter preso solo a badel ? que narcomanos !
ResponderEliminarCNE corrupto + fiel + fidelito= trampa
ResponderEliminarSin embargo, no se las voy a poner facil a los saqueadores. Si me toca ir a New Orleans desde Ft Myers, ire a votar porque ese voto no me lo pueden trampear como si lo haran en Venezuela. Si chavez le tiene miedo a 23 mil votos de Miami, imaginense lo que le asustan los 10 millones que Capriles puede sacar en Venezuela.
CG
CG, tienes mucha razón. Hoy habló un tipo totalmente fuera de la realidad, de satélites y aviones no tripulados mientras la gente está pasando trabajo y resiente que los servicios no sirven y que la inseguridad la diezma.
ResponderEliminarVamos a ver qué pasa en octubre, pero definitivamente este señor está divorciado de la realidad del país.
Vicente Díaz se limita a cobrar un jugoso sueldo... y a dejar que tirano haga lo que quiera.
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