I have been away from home for
nine years. It is the longest time I have ever stayed away from my birthplace,
Caracas, and from my country. In a way I feel guilty because I do not feel
nostalgic, I do not miss my home town and I do not feel the urge to return. Am
I a bad Venezuelan, “unpatriotic”, as Hugo Chavez likes to label all the
members of the immense Venezuelan diaspora?
Caracas in the morning, nested on the side of the Avila
The way I feel has several reasons.
One is philosophical. It has to
do with my sense of being a citizen of the world. We now live in a planet where
one almost can have breakfast in Asia, lunch in Europe and dinner in the
U.S. The planet has shrunk, not only due
to faster travel but also to the wonders of instant communication. We now know
that no country is “special” or “unique”, a belief that many Venezuelans still
hold as a religious dogma. I have come to dislike parochialism.
Another one is sentimental. The
Venezuela I always loved is no longer in existence. It has been deformed beyond
recognition by 14 years of Hugo Chavez in power. It was a Venezuela of
wonderful sunsets, smiling faces and an attitude of friendship that cut across
social classes and skin colors. I am sure the sunsets, such as the one in Juan
Griego, Margarita Island, are still there but the smiling faces and the
friendly attitudes have been replaced by hate, death and fear. Venezuela is now the third most violent
country in the world. Since Chavez came into power 160,000 Venezuelans have
been killed in the streets of my country. No one is ever brought to justice for
these crimes. I do not want to become one more dead body, thrown in the dirty
floor of the Caracas morgue. Dying is a very serious matter but dying like an
animal, in the streets of Venezuela, with no one being brought to justice for
the crime sounds intolerable. How can I return to a Venezuela that I do no longer
recognize as the one I loved?
A third reason is political. I
refuse to return while the dictator is in power. I do not criticize those who
have chosen to stay at home. I admire many of them. But I simply refuse to go
back to a country where a bunch of gangsters are in charge. Returning to my
country while Chavez is in power would go against the principles I have
cherished all my life. I could only do it if some person extremely dear to me
needed my presence in Venezuelan soil.
Yet another reason is visceral.
From what I can read and see and hear, Caracas and Venezuela are so deteriorated
in body and spirit that I simply do not want to return. Sadly, this is a
condition that will last for a long time. Venezuela is not going to recover tomorrow
or next year or, perhaps in the next decade. I might as well do what I can for my country
from the distance, in the remaining time of my life.
I am not sad. I had a wonderful
life in my Venezuela. I know that a new Venezuela will, someday, grow from the
ashes. But this will happen in a future to which I do not belong. I believe
that this future will have other criteria to define country (patria). Our
patria will be Planet Earth. The borders of our current countries will be seen
as relics, as museum pieces.
My Venezuela is gone forever.
However, her memory is safely kept in my heart, always intact.
Coronel, yo llevo 13 años lejos de Los Altos Mirandinos pero comparto el mismo sentimiento que usted. Venezuela no es la misma y el mundo es mas pequeño. Los atardeceres en el parque agüaro güariquito, mis tardes visitando a papá en la fcia. La Paz, viajes a CCS con mi mamá, chichiriviche. Son memorias de tiempos mas tranquilos y son partes de nuestros corazones.
ResponderEliminarSaludos por allá en Virginia- freddy salazar
Los atardeceres de Juangriego siguen siendo magníficos, a mi modo de ver gracias a la desértica península de Macanao. De la misma manera que los atardeceres de Barquisimeto se deben en buena medida al desierto de Carora. La naturaleza se empeña en regenerar diariamente sus hermosos vericuetos. Muy a pesar de la destrucción que los venezolanos, actuando como eternos niños, infligen por acción o por omisión al paisaje. Harán falta generaciones para restituir y controlar la calidad del agua, de los efluentes, de la calidad del aire y la disposición de desechos sólidos. Lamentablemente, nuestra generación no verá los resultados. Es imperativo no obstante contribuir con el cambio que debe darse entre los que nos gobiernan. Invito a todos a votar por la única vía posible de cambio: HCR.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
ES
Un buen par de comentarios: Freddy tiene ya 13 años fuera de su país. ES es un enamorado de la naturaleza. Venezuela cuenta con ellos para renacer como sociedad.
ResponderEliminarEra imigrante de Europa que llegó un año despues de Perez Jimenez y me enamoré de Venezuela instantaneamante. Era impresionante, porque todavía se veia lo bueno de PJ. Casi no había ranchos en la posiblemente más moderna ciudad del mundo en esta epoque, Caracas, comunicandose con la technologicamente mas avanzada autopista del mundo con las hermosas playas desde Catia La Mar hasta Los Caracas.
ResponderEliminarLuego terminaron uno de los más preciosas y modernos hoteles del mundo, el Macuto Sheraton, que hasta hoy es mi más preferido en el mundo, me imagino en ruinas desde el desastre de Vargas. Tenía un olor unico, indescriptiblemente agradable, y apenas pienso en el hotel mi cerebro lo "huele".
Despues donde empiezo? Las elegantes fiestas con los Billos, el Boulevard de Sabana grande y sus lindas mujeres paseando en la noche sin miedo, la gastronomía con restaurantes que no tenian nada que envidiar a ninguna otra metropolis en el mundo, el clima ideal durante todos el año. Y esto es solo Caracas.
Cuando ví a Cata la primera vez de la carretera antes de bajar, casi lloro de tanta belleza. Los Andes. La vela de Coro. Maracaibo y su carisma especial. Los Llanos. Isla Margarita. Los Tepui y el Salto Angel. Tucacas y incontables lugares bellisimos más. Yo si tengo una nostalgia que me hacen salir las lagrimas. Pensé que si hay un paraíso en la tierra, este es. Y ni siquiere he mencionado esta bella gente con las cuales uno podía hacer amistad instantaneamente. Me iba a quedar y morir en Venezuela. Pero mientras estos gangsteres estan en el poder, no tengo deseo de ir mas. Fui unas 2 veces después del 98, y lo que ví no pude soportar, así que prefiero no ir más y guardar mis recuerdos bellos como era la Venezuela bella. También sé que durante mi vida no volverá la Venezuela bella, gane o no la oposición. El diablo se ha metido y para sacarlo durará generaciones.
Anon3
Si, el Sheraton era un hotelazo... tremendo lugar se idearon en la fachada caribeña del litoral central... hoy ni te acerques por allá.
ResponderEliminarPunta del Este y Punta Cana serían nuestros rivales naturales para atraer turistas de todo el mundo si se hubieran hecho las cosas bien en esa zona.
Gracias Sr. Coronel.
ResponderEliminarYo no hubiera podido reflejar tan bien mis sentimientos sobre Caracas y Venezuela. Ya tengo un poco mas de 8 años fuera. Un gran abrazo desde Calgary.
IC
Comparto sus comentarios de alguien privilegiado. Y reconozco y soy testigo presencial de que los unicos que benefician a chavez son los politicos, unos pocos nuevos y algunos viejos ricos, y mas pobres !
ResponderEliminarPero yo le digo, que yo si le digo que los venezolanos se buscaron lo que tienen. Y yo no disfrute mucho a venezuela, mas bien supe hace poco de todo lo malo que me hicieron.
Asi que, quisiera tener un sitio tropical a donde ir. pero la droga y el lavado cerebral han pasado a lo peor, y han trapasado fronteras , en el comunismo mental, aun en canada y usa...! el control de lo poco de que eramos libres ! nuestra misma persona !
es lamentable, pero, cobardes como los generales y todos de la 4ta republica, se merecen, a un mediocre, bruto, y loco, como lo es chavez !
Aniado de el verbo de agregar:
ResponderEliminar...el camino hacia abajo es lento, y seguro...! y hay quienes no detectan a tiempo, cuando hay que parar el declive...!
...venezuela es un ejemplo...!
...mis familiares atestiguan, el declive hacia abajo de canada y usa, en 50 anios de el tiempo de 365 dias...!
Gracias Gustavo.
ResponderEliminarExpresas muy bien el sentir de muchos de nosotros.
A Venezuela la queremos mucho, pero la que conocimos y aprendimos a amar esa ya no existe.