Alguien dijo que la libertad existía cuando la disidencia podia
hablar pero que la democracia solamente existía cuando el gobierno respondía.
En la Venezuela de Hugo Chávez la democracia no existe. El
debate no existe. Ni Chávez ni sus acólitos han aceptado jamás debatir con
quienes no piensan como ellos. La razón es sencilla. La fuente de su poder no
está en la persuasión sino en la imposición. Lo que Chávez llamó un proceso “participativo”
era y es participarle al país lo que ha decidido hacer. Esta farsa ha caracterizado
los 14 años de mando del paracaidista, aceptada sumisamente por millones a
quienes la democracia les importa mucho menos que la limosna. La receta de Chávez
ha consistido en tomar el dinero petrolero y repartirlo profusamente entre los
pobres, no en forma de programas bien concebidos, sino en foma de dádivas o
limosnas. Ello ha mantenido a la mitad de la población adormecida, arrullada
por las promesas y locuras del petro-comandante, pero cada día más y más
dependiente de su prodigalidad. En ese proceso de embrutecimiento masivo Chávez
ha sacrificado deliberadamente a la otra mitad del país, la clase media, la que
historicamente ha generado riqueza. Precisamente el objetivo de cualquier
estadista sensato debería ser convertir a los pobres en clase media. Pero el
petro-comandante ha decidido hacer lo opuesto, a fin de consolidar su poder político.
La clase media se ha estado empobreciendo, al ser hostigada y excluída del acontecer politico y social, debido a la
diabólica estrategia chavista. El país se ha ido tornando en una inmensa legion
de mendicantes, sin capacidad de generar riqueza, dependiente totalmente de la
repartición de ingresos petroleros que
son, por definición, de naturaleza aleatoria. No solo es el monto del ingreso
petrolero aleatorio sino la presencia misma del repartidor de limosnas está
sujeta a los dictámenes de la naturaleza y a la excelencia o torpeza de la
medicina cubana. El día que desaparezca el repartidor de limosnas ese día la
mitad de la población venezolana tendrá que despertar de un sueño en el cual creían ser felices, porque recibían su ración
diaria de dádivas. Ningun presidente sensato, quien piense en el país, puede
perpetuar la repartición de dinero, comida y limosnas que ha caracterizado el
mandato de Hugo Chávez. La nación venezolana no puede fundarse sobre una
humillante repartición de dinero petrolero. Ello la lleva a ser una tribu primitiva,
no una sociedad moderna.
Por los últimos años he pedido debatir estos temas con
chavistas tarifados como Bernardo Alvarez, cuando era embajador en Washington,
o como Rafaél Ramírez, el hampón que habla de PDVSA como su hacienda personal. Ninguno
de ellos ha aceptado, aunque mis credenciales son tan buenas o mejores que las
de ellos. Los líderes politicos de oposición han pedido debatir con Chávez y este ha respondido con desdén y con
insultos descalificadores, a pesar de que cualquiera de estos líderes, María Corina,
Henrique, Diego, poseen muchas más credenciales intelectuales y académicas que
la precaria e indigesta educación castrense , castrista y castrada del
petro-comandante.
El petro-comandante se acerca más y más a la categoría de petro-
glifo. Nunca va a debatir. Los fósiles no debaten.
Lamentablemente, mas de la mitad de la población es simplemente una tribu muy primitiva que jamás va a llegar a ninguna parte.
ResponderEliminarCOÑO CORONEL QUE DE BOLAS TIENES TU.
ResponderEliminarQUE EL COMANDANTE DEBATA CON HCR ES COMO PEDIR QUE TU DEBATAS CON NICACAT O CON LDS O CON CUALQUIERA DE LOS MAJUNCHES QUE TE SIGUEN.
PANA NO PARECEN COSAS SUYAS.
QUE EL CREADOR DE LOS AVANCES QUE HA TENIDO EL PAIS SE ENFRENTE AL OPOSITOR QUE UTILIZO 12 MINUTOS PARA DECIR:"YO A MO A VENEZUELA"
"YO SI QUIERO A VENEZUELA"
"AHORA LAS MUJERES TENDRAN NUEVO CHOCOLATE"
"YO SI ESTOY FLAQUITO"
"PARA QUE SIRVE UN NUEVO SATELITE"
PANA AHORA SI ES VERDAD QUE SE LE VOLARON SUS TAPONES.
TRANQUILO CORONEL QUE FALTA POCO.
JG