Veredicto sobre Chávez: un millón de emigrantes y una sola inmigrante, Eva Golinger

*** Ayer cinco miembros del equipo de baloncesto Cubano se escaparon en Puerto Rico. Cuantos portorriqueños se escapan para Cuba?

De donde se va la gente ?  La respuesta está en las cifras de personas que salen de un país para vivir en otros sitios. La Venezuela de los años 50 a los 80 era un país que recibía inmigrantes. Miles de latinoamericanos y europeos vinieron  a nuestra tierra, buscando libertad y oportunidades. Fueron recibidos con los brazos abiertos y entre dos y tres millones de ellos se sembraron en nuestro país. Pocos venezolanos se iban. Cuando lo hacían era por razones tales como el cierre de la Universidad Central que llevó a cabo Pérez Jiménez, pero los jóvenes (yo entre ellos) se iban a estudiar en el exterior y regresaban  a trabajar y vivir en el país.

En los últimos 14 años se han ido de Venezuela alrededor de un millón de venezolanos. Y solo ha entrado, que yo sepa, una inmigrante:   Eva Golinger, y eso porque fue atraída por un cambur que le dió Chávez. Un millón a una. Tremenda asimetría.

Pensándolo bien, quizá sean dos los inmigrantes a Venezuela, Eva y un loquito canadiense llamado Oscar Heck, quien escribe para www.aporrea.com  desde el sanatorio donde está recluído. El éxodo venezolano ha sido tan avasallante que hasta los ladrones y crápulas ex-chavistas  también se han comenzado a ir, como lo muestra la fuga de Aponte Aponte, de Acosta Carlez y de Velasquez Alvaray. Se dice que J.V. Rangel  tiene su mausoleo listo en Chile y que la familia Chávez tiene lujosas casas en La Habana. En el caso de La Habana nos preguntamos:  por cuanto tiempo podrá esa gentuza ser bienvenida en un país que se acerca a pasos agigantados a un entendimiento con los Estados Unidos?

 Muchos  miembros de la clase media desearían irse pero no se han atrevido o no han podido por diversas razones económicas o afectivas.  La clase trabajadora no lo hace  porque la idea de emigrar es extraña a su idiosincracia y porque, para ellos, salir de Venezuela simplemente sería como viajar a otro planeta.

Y los ricos? Ellos se mueven dentro y fuera de Venezuela como peces en el agua. Tengo un conocido muy pudiente que me dice: “No uso maletas cuando viajo. En mi piso de Madrid tengo ropa. En mi cabaña de Vermont también”.  Para ellos la Venezuela de Chávez es una irritación,  no una tragedia. Cuando se sienten frustrados en Caracas, simplemente se van para Europa o USA.

La Venezuela de Hugo Chávez se ha convertido en infierno o  prisión  para los venezolanos educados y demócratas  y en el ficticio paraíso de quienes nunca han estado al norte de Cabo Blanco o a quienes les encanta una limosna.