Este
señor está loco. Totalmente colocado al márgen de la realidad. Incapaz ya de
medir sus palabras, ya no le importan la consecuencias de sus palabras. Esa
incontinencia verbal debe estar acompañada de otras incontenicencias que requieren
pañales.
Nadie en estado de razonable normalidad mental
trataría de venderse de manera tan negativa, insultando a su adversario de
manera tan soez, o ensalzándose de manera tan cursi y narcisista, como cuando
habla de ser el candidato del “amor más grande”. Poco a poco Chávez está llegando
al punto en que comenzará a vociferar fuera de todo control frente a las
cámaras. Hasta sus íntimos colaboradores lo han dejado solo, por miedo o por
indiferencia, en esta carrera emprendida sin retorno hacia la desintegración de
la personalidad. Solo entonces, cuando lo tengan que sacar entre varios para el
manicomio, los venezolanos que aun lo siguen se rendirán ante la evidencia.
Mientras
tanto la Venezuela del loco y sus silenciosos cómplices continúan escribiendo
las páginas más negras de nuestra historia.
La morfina y los esteroides lo tiene loco.
ResponderEliminarLamentablemente, creo que este es el mismo Chavez dicharachero que captivo una cantidad de mal-adaptados en Las Fuerzas Armadas desde el principio.
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