El Congreso brasileño discute actualmente no una sino tres leyes
anti-corrupción: Una para reglamentar el cabildeo, otra para regular el
financiamiento de elecciones y la tercera para penalizar a empresas que
participen en extorsión y sobornos. Ninguna de las tres ha avanzado mucho. Sin
embargo, la presidente Roussef sancionó el mes pasado una ley contra el lavado
de dinero, la cual fue utilizada de inmediato para penalizar a José Ferreira
das Neves, del Ministerio de Transporte, por haber aceptado unos 60 millones de
reales en sobornos. El burócrata había comprado haciendas y utilizado intermediarios
para guardar su dinero mál habido. Que te parece, Disodado?
Ahora comienza en Brasil el llamado “Juicio del Siglo”, contra unos 38 ex-ministros, ex-diputados,
empresarios y banqueros miembros y colaboradores del partido de Lula da Silva, el PT, por su
participación en una red de compras de votos para llevar al poder al jefe. Este
caso es conocido como el “Mensalao”, la gran mesada. En Venezuela lo
llamaríamos el super-ñereñere y tiene que ver con el pago de favores politicos,
algo en lo cual el régimen del presidente saliente venezolano también ha
mostrado ser muy eficiente.
Lula, por supuesto, declaró no “saber nada” sobre lo que hacían
sus colaboradores y no es parte del juicio. Inclusive dijo que había estado al “borde
del suicidio” al conocer la noticia (cojeras de perro?). Sin embargo hay tres ex-ministros de Lula en la
picota: José Dirceu (de la Presidencia), Luiz Gushiken (de
Comunicación) y Anderson
Adauto (de Transportes), asi como una docena de ex congresistas
de cuatro partidos que conformaron la base aliada de Lula. Es como si
estuvieran ante el juez Diosdado Cabello, Tareck El Aissami, Andrés Izarra,
Aristóbulo Istúriz, Nelson Merentes y otros pájaros. Los acusados enfrentan
hasta 45 años de prisión.
Como resultado de este “mensalao” Lula ganó la presidencia con
ayuda de una coalición de partidos a los cuales pagó.
El juicio pondrá a prueba la verdadera actitud del gobierno brasileño.
Tanto en Brasil como en Venezuela, para combatir la corrupción
la actitud es mucho más importante que las leyes.
En nuestro país el presidente saliente habló toneladas de pendejadas
sobre la lucha contra la corrupción y terminó rodeado de bolichicos,
boliburgueses, banqueros, ministros malandros, insaciables contratistas de PDVSA,
gabarras hundidas, corredores de fórmula uno, nóbregas, chacones, rangeles y
narcomilitares.
Me pregunto cuantos miembros del actual gobierno huiran hasta Cuba dentro de las primeras 48 horas del anuncio del triunfo de HCR...
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