Carta al Ing. Jesús Luongo, Gerente General del CRP

Carta al Ingeniero  Jesús Luongo, Gerente General del Centro Refinador de Paraguaná

Señor Ingeniero Jesús Luongo:

Ante la tragedia que azota la refinería de Amuay, construída por una empresa extranjera hace ya muchos años y modernizada  en las décadas de 1970- 1980 por la PDVSA meritocrática pre-chavista, se ha permitido usted decir varias cosas, casi todas absurdas e inaceptables.  Ha dicho usted que:

(1)   Las paradas programadas de plantas no han sufrido indebidas demoras;

(2)   La invasion de viviendas y locales comerciales en la zona de seguridad de las refinerías nacionales se debe a la necesidad de viviendas de la gente;

(3)   El escándalo en Venezuela por la explosión de Amuay no se da en casos de explosiones en las refinerías de los Estados Unidos;

(4)   El pueblo venezolano nunca había tenido un gobierno que se pusiera al frente y asumiera responsabilidades,  como en esta occasion de la tragedia de Amuay. Destacó usted que el presidente y “hasta los ministros”del gabinete habían hecho acto de presencia en Paraguaná.

(5)   Que la nube de gas se presentó en la zona de almacenamiento y que la “guardia nacional procedió a trancar la vía que está muy cerca de la refinería y trataron de controlar la fuga”.

(6)   Que usted se siente muy orgulloso “de la gente que labora en CRP porque cumplieron con su rol, con su trabajo”. 

Debo decirle, Ingeniero Luongo, que sus aseveraciones son esencialmente falsas y que algunas no son apropiadas en boca de un miembro del Colegio de Ingenieros de Venezuela, organismo que tiene un Código de Ética que debe ser respetado.

Lo primero que yo hubiera hecho, Ingeniero Luongo,  hubiera sido renunciar. No importa como  trate usted de defender su posición,  lo cierto es que esta ha sido la peor tragedia en la historia de la industria petrolera venezolana. A pesar de lo que usted afirma si  hubo paradas demoradas, si han existido violaciones a la zona de seguridad que debe tener una refinería y el mantenimiento de la refinería  de Amuay y el de las otras refinerías del país, así como el entrenamiento del personal, si han sido descuidados.  Usted nunca debiera haber dicho lo que dijo sobre las explosiones en otras refinerías del mundo, porque ello evidenció escasez de criterio. No ha existido tragedia similar a la que le ha ocurrido a su refinería. Igualmente criticable es su meloso elogio al gobierno, el cual ha mantenido la industria petrolera venezolana, para no hablar de otras industrias, en un estado de franca prostitución. Yo lo desafío a usted y a cualquiera otro de los falsos gerentes de PDVSA a debatir sobre este punto. Y no me faltan credenciales para pedirle ese debate.

Cuando usted habla de una vía “muy cerca’ de la refinería admite que hay violaciones a la zona de seguridad. Y, al final, se muestra orgulloso de su personal. Sin duda entre ellos ha habido gente valiosa y hasta heróica, pero el despelote gerencial y administrativo que ustedes han implantado en la industria petrolera venezolana anula el efecto de esos heroismos. Sin duda hay gente buena y honesta entre sus empleados pero el problema no son ellos. El problema son ustedes.   

Gustavo Coronel

Geólogo,

Director de PDVSA, 1976-1979

Ex-Gerente General de la Refinería de Cardón, 1977