Largas semanas después del
asesinato de la embajadora de Venezuela en Kenia, la Sra. Olga Fonseca, un espeso
manto de silencio ha cubierto el suceso. Ni en la prensa de Nairobi ni en la de
Caracas se habla ya de ese trágico incidente. El régimen de Hugo Chávez no ha
dicho absolutamente nada sobre el suceso, sobre todo desde que se comenzó a
hablar de tráfico de drogas en las valijas diplomáticas que iban a Nairobi. La
cancillería venezolana, bajo el autobusero, está plagada de escándalos de todo
tipo: drogas, perversion sexual, crímen, peculado, incitación a la violencia en
otros países,abusos de poder contra empleados y no le conviene al régimen exponer otro más
en vísperas de elecciones. Lo cierto es que algo debe haber sucedido debajo de
la mesa para que se imponga el silencio sobre esta tragedia.
Como dijo Ud.: ..."no le conviene al régimen exponer otro más en vísperas de elecciones." Quedará impune.
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